La sustentabilidad, al alcance de un click: dos casos de “transformación verde”, por la vía digital
Frutucuman y Kikel siguen liderando la transformación verde del agro argentino, midiendo su impacto ambiental para redefinir el modo de hacer agricultura, utilizando herramientas eficientes y de alto valor tecnológico.
La sostenibilidad ya no es solo una opción en el agro argentino; es el camino hacia un futuro más próspero y responsable.
En este marco de cambio, Frutucuman y Kikel, dos empresas líderes comprometidas con el medio ambiente, están tomando una decisión revolucionaria: medir y optimizar su impacto ambiental con CACTA, un software de medición de impacto ambiental que redefine las prácticas del sector.
Con tecnología de última generación desarrollada en Alemania, ambas empresas no sólo buscan incrementar su competitividad, sino también marcar el rumbo hacia una nueva era de agrotecnología sostenible de alto impacto en Argentina.
UN LÍDER DE INNOVACIÓN VERDE
Frutucuman, el mayor exportador de limón fresco de Argentina, es prueba de que la sostenibilidad y el éxito empresarial pueden avanzar de la mano.
Con más de 40 años en el mercado, este Grupo formado por la alianza de cuatro familias productoras de limón en el sur de Tucumán -Donato Alvarez SRL, Delote SA, Blazquez SRL y Sucesores de Salomón Jalil- decidieron unirse para conquistar los mercados internacionales más exigentes, y hoy toman la decisión de seguir liderando el sector al incorporar la sostenibilidad como un pilar central en su estrategia corporativa.
Para poder cumplir con este objetivo han decidido avanzar con CACTA para medir, optimizar y reducir su huella ambiental. Para Grupo Frutucuman, cada indicador es una oportunidad de hacer las cosas mejor, de cuidar la tierra y de seguir posicionando a Argentina en los mercados más exigentes del mundo.
“La sostenibilidad no es solo una palabra de moda; es nuestra responsabilidad y, sobretodo, nuestra ventaja para llegar más lejos y hacerlo de la manera correcta“, afirman desde Frutucuman, orgullosos del impacto positivo que esta decisión ha traído a sus procesos de gestión.
Su implementación le permitió al grupo tomar decisiones estratégicas en tiempo real, basadas en datos precisos sobre sus impactos, desde el consumo de agua hasta el uso eficiente de energía.
Gracias a esta herramienta, Frutucuman trabaja en fortalecer sus métricas de impacto y trazabilidad, respaldando sus decisiones con datos que garantizan un crecimiento sostenible y alineado con los estándares más rigurosos de la industria a nivel nacional e internacional.
SOSTENIBILIDAD EN EL CORAZÓN DE LA PAMPA
En tanto, Kikel, una reconocida empresa agropecuaria en La Pampa, también se propuso dar el paso hacia la sostenibilidad y el cuidado ambiental.
“Antes hablábamos de cuidar el suelo, el agua y el carbono, pero sin una visión integral. Con CACTA, ahora podemos entender la relación de cada insumo que utilizamos con su impacto ambiental, y sobre todo, cómo mejorar”, comentan desde la empresa.
Al implementar esta herramienta, Kikel ha identificado áreas de optimización que antes pasaban desapercibidas, logrando un mayor balance entre producción y respeto al medio ambiente.
La decisión de integrar CACTA no solo ha fortalecido el compromiso ambiental de Kikel, sino que también abrió nuevas oportunidades de crecimiento y consolidación en mercados locales e internacionales.
A través de esta transformación, Kikel demuestra que la sostenibilidad también puede ser un motor de desarrollo y competitividad en el agro argentino.
INSPIRANDO UN FUTURO VERDE
Frutucuman y Kikel personifican la sinergia perfecta entre tecnología y sostenibilidad, una combinación poderosa que CACTA hace posible al ofrecer datos precisos y accionables sobre el impacto ambiental de sus operaciones.
Al implementar esta herramienta, ambas empresas asumen el desafío de liderar una transformación que no solo fortalezca su competitividad, sino que también inspire a otros productores agropecuarios en Argentina a unirse a esta transición hacia una agricultura sustentable.
Estos casos demuestran cómo la dedicación por hacer las cosas bien, unida a la innovación, puede impulsar al agro argentino a seguir posicionándose como referente en los mercados más exigentes.
Frutucuman y Kikel, en colaboración con CACTA , invitan a que la sociedad se sume en este camino hacia una gestión sustentable, cuidando lo que valoran y construyendo un agro competitivo, ético y en armonía con su entorno. El futuro es verde, y estas empresas ya están marcando la ruta.
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