Para los expertos de Bioceres Semillas, la vicia villosa tiene gran potencial en los sistemas agrícolas sostenibles y es una herramienta fundamental por su capacidad para fijar nitrógeno atmosférico.

Por Gabino Searez, responsable de Desarrollo de Producto de Bioceres Semillas

La vicia villosa es una leguminosa con gran potencial en sistemas agrícolas sostenibles. Este cultivo se destaca por sus propiedades como mejorador del suelo, su capacidad para fijar nitrógeno atmosférico y su rol crucial en la reducción del uso de agroquímicos.

Además, en sistemas ganaderos, contribuye a mejorar la calidad del forraje y aumentar la producción de carne.

Es un cultivar ampliamente reconocido por su capacidad de fijar nitrógeno en el suelo, gracias a su relación simbiótica con bacterias rizobianas.

Esto reduce significativamente la necesidad de fertilizantes químicos, disminuyendo costos y el impacto ambiental. Además, este cultivo genera una densa cobertura vegetal que mejora la estructura del suelo y previene la erosión.

Otra ventaja destacada es su capacidad para controlar malezas de forma natural. Su crecimiento vigoroso y denso minimiza la disponibilidad de luz y espacio para las malezas, especialmente durante períodos de barbecho.

Esto permite reducir el uso de herbicidas, contribuyendo a un manejo más ecológico.

VICIA VILLOSA: ESTRATEGIAS DE MANEJO

En sistemas ganaderos, la vicia villosa es valorada por su alto contenido proteico y su capacidad para diversificar la dieta del ganado.

Al integrarla en rotaciones agrícolas-ganaderas, mejora la calidad del pasto, lo que se traduce en un aumento de la productividad de carne y leche. Además, su inclusión en estos sistemas promueve prácticas más sostenibles y resilientes frente a desafíos ambientales.

Para maximizar los beneficios de la vicia villosa, es fundamental adoptar prácticas de manejo adecuadas. La siembra temprana (entre marzo y abril en Argentina) es esencial para aprovechar las lluvias otoñales y garantizar una cobertura efectiva del suelo.

La densidad de siembra y la uniformidad también son factores clave, ya que una distribución homogénea asegura un control eficiente de malezas y un crecimiento óptimo.

El manejo del momento de terminación del cultivo es otro aspecto crucial. Se puede optar por métodos químicos o mecánicos, dependiendo de las condiciones del sistema y los objetivos del productor.

Es importante considerar el balance hídrico del suelo y el cultivo siguiente para evitar efectos adversos, como competencia por agua.

VICIA VILLOSA: RETOS Y CONSIDERACIONES

Aunque la vicia villosa ofrece numerosos beneficios, su implementación no está exenta de desafíos. Por ejemplo, su alta demanda de agua en ciertas etapas puede competir con cultivos sucesivos, especialmente en regiones con déficit hídrico.

Además, su manejo requiere planificación estratégica para maximizar su aporte agronómico sin comprometer otros elementos del sistema productivo.

Por estos motivos, la vicia villosa se presenta como una solución integral para enfrentar los desafíos de la agricultura moderna.

Su capacidad para enriquecer el suelo, reducir la dependencia de insumos químicos y mejorar la sostenibilidad de los sistemas agrícolas y ganaderos la convierte en un cultivo esencial para un futuro más equilibrado y ecológico.

La vicia villosa Ascasubi INTA de Bioceres Semillas es ideal para utilizar como cultivo de cobertura. Con alta biomasa, excelente fijación de nitrógeno y un gran control de malezas, mejora los suelos y reduce el uso de agroquímicos.

Tratada con innovadores bioestimulantes como SignumPack vicia deRizobacter, garantiza mayor rendimiento y sostenibilidad.