Un cambio de ‘mindset’ en las empresas agropecuarias: “Ahora hay que pensar al revés”
En un seminario de ADBlick Agro, el economista especializado en agro, Iván Ordóñez, consideró que las compañías del sector tienen que cambiar su pensamiento. “El juego ahora es productividad y eficiencia; no stockearse en dólares y aguantar”.
En un evento organizado por ADBlick Agro, los economistas Iván Ordoñez y Andrés Borenstein analizaron las variables económicas que tendrán peso en el agronegocio durante 2025.
A diferencia de los últimos años, la gestión del presidente Javier Milei comenzó a delinear un escenario de economía sin inflación, que de manera paulatina generó un cambio de mentalidad y abre nuevas oportunidades de negocios para las empresas agropecuarias.
El evento fue coordinado por José Demicheli, CEO de ADBlick Agro, quien abrió el juego y brindó su mirada. “Entendemos que en los últimos años el negocio del agro y de siembras a escalas se distorsionó por un negocio financiero, de búsqueda de brechas y de dólar linked esperando una devaluación”, sostuvo.
Y agregó: “Eso pasó y tenemos un nuevo desafío de hacer negocios en la búsqueda de la productividad”.
LAS EMPRESAS AGROPECUARIAS, ANTE UN NUEVO ESCENARIO
Ordoñez, economista especializado en agronegocios y director del Posgrado en AgTechs de UCEMA comparó el modelo del negocio agropecuario entre las gestiones del ex presidente Alberto Fernández y el actual mandato de Milei.
Con respecto al período 2019-2023, consideró que “era un modelo de stocks excesivos, cualquier empresa que stockeaba granos, agroquímicos y combustible, ganaba plata cuando no vendía. El juego era stockearse en dólares y aguantar”.
Así, quienen no pudieron prever esta modificación en el entorno relativo a los stocks fueron los que más se vieron afectados. En este punto, Ordoñez aclaró que “veníamos de una hecatombe” y planteó que “quién podía imaginarse que íbamos a estar con un tipo de cambio informal inferior al que cuando apenas asumió, no es un detalle menor”. apuntó.
Bajo este panorama, y sin perder de vista las particularidades de la economía argentina, afirmó que ahora los productores deben entender que “hay que pensar al revés: el juego es productividad y eficiencia; y entender cuál es el gasto, esto no es salir a recortar gastos, es entender el gasto que no me da facturación y analizarlo”.
Para graficar su idea, expresó que “si contrato un trabajador es para ampliar el área y diluir costo, y en ese desafío estamos”.
VOLVER A LOS ’90
El economista puso en perspectiva histórica la actual gestión económica del Gobierno y sostuvo que “todo el proceso de desregulación de los 90´ forma parte de una conversación que Milei está trayendo de vuelta”.
Así, remarcó que esto nos interpela sobre la clase de sociedad que los argentinos quieren. “La propuesta de una Argentina verde y competitiva, es una propuesta audaz, de calidad de vida, pero hay que tener conversaciones muy complicadas”, resaltó.
Con respecto a la baja en los derechos de exportación, sostuvo que se mantendrá, aunque dependerá de si surgen temas exógenos, que frenen a la economía y desplomen la recaudación.
“Las retenciones son para recaudar, y uno de los pilares de este modelo es la excesiva reducción del gasto. No deberían subir, pero el punto es la sostenibilidad política del plan económico. En lo que dio muestras Caputo (en referencia al ministro de Economía) es que para él los temas sectoriales son irrelevantes frente al ordenamiento macroeconómico general”, consideró.
LOS TRES PILARES DE MILEI
Borenstein analizó que el programa del presidente Milei tiene tres grandes pilares: el ancla fiscal, las reformas estructurales y la baja de inflación.
Con respecto al primer punto, el economista -que trabaja en BTG Pactual y es profesor en la UBA, entre otras tareas- sostuvo que desde Economía “lograron bajar 5 puntos el gasto, algo inédito en un año de recesión,
Al profundizar sobre este logro de la gestión Milei, señaló que “uno se preguntaba si era sostenible, y ahora vemos que si. Con el superávit fiscal, las probabilidades de que haya una crisis es menor, no es lo mismo un Estado que se la pasa emitiendo o pidiendo prestado”.
En el caso de las reformas estructurales, afirmó que ya se pusieron en marcha. “Se bajaron alícuotas y todos los días hay cosas nuevas”, reflexionó. Y agregó: “Hay un compromiso a bajar impuestos, al agro le bajaron las retenciones, no es suficiente, pero al final del día vamos a tener más productividad o menos impuestos”.
El tercer factor es la baja de la inflación, que según recordó Borenstein es “la principal promesa de campaña. Para este año, el economista pronosticó que se ubicará por debajo del 30%, muy lejos de los 211,4 % que se registró entre enero 2023 y enero 2024.
Con respecto al tipo de cambio, resaltó que se trata de un factor clave para el sector agropecuario. “La apuesta es que, con un tipo de cambio atrasado, pero con menos impuestos y mayor productividad, la economía podrá sostenerse”, afirmó.
La coincidencia de los economistas en Expoagro: es momento de cambiar la toma de decisiones
Además, sostuvo que si el modelo propuesto por Milei tiene exito, el tipo de cambio seguirá atrasado. Esto es porque cuando hay un cambio de régimen y una estabilización exitosa, ingresa dinero fresco de la economía real y financiariera, que permite mantener bajo el tipo de cambio.
“Si entra más plata de la que sale el dólar se va a quedar bajo. Quizás no tan bajo como ahora, cuando se levante el cepo, que yo creo que va a ser después de las elecciones, puede ser que haya una pequeña devaluación. Que haya un overshooting, que suba mucho y después se acomode”, vaticinó.
LAS DEBILIDADES DE LA ECONOMÍA ARGENTINA
En tanto, Borenstein advirtió sobre dos debilidades estructurales que enfrenta la economía argentina: la falta de reservas internacionales y la situación del tipo de cambio.
Según indicó, aun si el Fondo Monetario Internacional (FMI) habilitara desembolsos, las reservas pasarían de estar en terreno negativo a apenas registrar cifras positivas, lo que mantiene elevado el costo del capital para el país.
Respecto al tipo de cambio,señaló que su atraso actual es resultado de las decisiones del Gobierno, particularmente de mantener un régimen de control de cambios o “cepo”.
A pesar de esto, anticipó que el cepo podría ser eliminado en algún momento de 2025, medidia que podría generar un período inicial de turbulencia antes de que la situación se estabilice.
EL IMPACTO DE LAS POLÍTICAS DE TRUMP
Por último, “Trump para Argentina es una calamidad”, sentenció Ordoñez. Esto tiene que ver con que una economía con más tarifas en Estados Unidos es una economía global que va a crecer menos, y que probablemente tenga tasa de interés más alta: “Todo eso es malo para la Argentina”, expresó.
Además, con la guerra comercial entre China y Estados Unidos, el economista aseveró que el precio de la soja en Chicago deja de tener que ver con todo lo que pasa en otros mercados y como resultado nadie sabe cuál es el precio de la soja.
“En el medio también aparecen más tarifas, por eso se derrumban las Bolsas, es una economía que va a crecer menos”, añadió.
Ordónez consideró que las políticas de Donald Trump encarnan la tensión globalismo-aislacionismo que tiene Estados Unidos casi desde su creación.
“A los países chicos como la Argentina los aislacionistas le hacen mal, el kirchnerismo es un fenómeno aislacionista. El comercio nos hace más ricos a todos, los 20 años de kirchnerismo nos demostraron que el no comercio nos hace más pobres”, destacó el experto en agronegocios.
Por último, Demicheli subrayó que el verdadero desafío para Argentina no es solo económico, sino cultural.
“Lo que rescato es que pareciera ser que hay apoyo, la sorpresa es que a pesar de la baja del 5% en el gasto hay apoyo y es porque hay un principio de cambio cultural, de acuerdo social”, sostuvo
“Mucha gente se cansó de muchas cosas que se fueron viviendo en las últimas dos décadas. Es lo que creo que está permitiendo plantearnos estos cambios, de poner en valor el laburo y a quienes apuestan e invierten”, concluyó.
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