El “regreso” de la chicharrita del maíz: ¿cuáles son los mejores insecticidas y biológicos para frenarla?
Los últimos relevamientos de la Red de Monitoreo de la chicharrita del maíz marcan un fuerte crecimiento poblacional. Un informe de Aapresid destaca los aspectos clave para evitar que vuelva a ser un grave problema.
La Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus Midis (chicharrita del maíz) dio a conocer su 19° relevamiento quincenal, en el que tomó datos de las capturas obtenidas en trampas cromáticas colocadas en 348 localidades de Argentina.
A grandes rasgos, el informe confirma lo que se viene advirtiendo desde hace ya varias semanas: la presencia de insectos de esta especie viene creciendo sin freno lo que, si bien no pone en riesgo la actual campaña, sí representa un tema a tener en cuenta para el próximo ciclo.
Más aún teniendo en cuenta que han aparecido chicharritas en grandes cantidades en la región Centro-Sur, que es parte de la denominada zona núcleo, donde el maíz se siembra de manera temprana.
EL MAPA NACIONAL DE LA CHICHARRITA DEL MAÍZ
- NOA: se mantuvo la tendencia creciente en la presencia del vector en las localidades monitoreadas. Se registró un aumento en la cantidad de sitios con capturas superiores a 100 adultos por trampa, alcanzando un total de 46 localidades, lo que representa el 84% de los puntos evaluados. Si bien la mayoría de los maíces se encuentran próximos a la cosecha, el incremento poblacional observado en esta etapa final enciende una señal de alerta, que obliga a continuar con los monitoreos de este vector en esta región.
- NEA: las tendencias se mantienen en línea con el informe anterior, registrándose nuevamente un incremento significativo en la proporción de localidades con densidades superiores a 50 adultos, alcanzando el 64% del total relevado. Dentro de este grupo, 28 localidades (equivalente al 51%) presentaron capturas superiores a 100 adultos por trampa. Al igual que en la evaluación previa, los focos de mayor incidencia se localizaron principalmente en Santiago del Estero y Santa Fe.
- Litoral: las capturas se mantuvieron estables en comparación con el informe anterior. El 27% de los puntos relevados registraron más de 50 adultos por trampa, y dentro de este grupo, el 21% superó las 100 capturas. A pesar del avance de la cosecha en numerosos lotes, la persistencia de altas densidades del vector comienza a encender alertas en torno a la necesidad de reforzar las estrategias de control cultural para limitar su multiplicación en rastrojos y maíces voluntarios.
- Centro-norte: se detectaron chicharritas en el 87% de las localidades relevadas, con capturas superiores a 100 adultos por trampa en el 47% de los sitios. Este incremento fue especialmente notable en las provincias de Córdoba y Santa Fe. Paralelamente, la cosecha continúa avanzando en el 45% de los puntos monitoreados, considerando importante ajustar aquellos puntos que minimicen pérdidas en la trilla del maíz, sumándose a la necesidad de intensificar el monitoreo en aquellos lotes donde se detecten maíces voluntarios, dado su rol potencial como reservorios del vector.
- Centro-sur: el 52 % de las localidades relevadas no registró presencia de D. maidis en las trampas cromáticas adhesivas. Sin embargo, en este monitoreo se detectó, por primera vez, capturas superiores a 100 adultos por trampa en dos localidades. Dada la relevancia de esta zona para la siembra de maíz temprano o de primera, resulta fundamental intensificar los monitoreos, incluso en ausencia del cultivo, a fin de anticipar riesgos y ajustar estrategias de manejo.
“Es fundamental continuar registrando las capturas de los adultos D. maidis, incluso cuando los cultivos han superado la etapa de mayor susceptibilidad o después de su cosecha. El análisis de la información generada permitirá comprender mejor su dinámica poblacional estacional en las diferentes regiones maiceras de la Argentina, contribuyendo a una toma de decisiones más confiable y mejor fundamentada”, recordaron desde la RED.
CHICHARRITA DEL MAÍZ: RECOMENDACIONES DE AAPRESID
En este contexto, desde la Red de Manejo de Plagas de Aapresid (REM) emitieron un informe en el que advirtieron la necesidad de “permanecer atentos”, sobre todo sabiendo que la chicharrita es capaz de sobrevivir migrando largas distancias, o entrando en estados de “dormancia” en rastrojos y otros hospedantes por hasta 5 semanas, a la espera de nuevas plantas de las que alimentarse.
Por ese motivo, el control de maíz “guacho” o “voluntario” se vuelve clave, ya que actúa como “puente verde” entre una cosecha y otra, albergando tanto al vector, como a los agentes causales del achaparramiento.
“El control de maíces guachos comienza en la cosecha, con la regulación de la cosechadora: inspección estática del cabezal y ajustes del mismo en el lote, ajuste de sistemas de trilla, separación y limpieza, monitoreo constante, capacitación del personal y acompañamiento técnico especializado”, repasó Aapresid.
Y en cuanto al control químico de estos maíces que son una maleza, en casos donde la infestación sea significativa, el uso de herbicidas selectivos como graminicidas es una herramienta efectiva.
El control debe realizarse cuando la planta tiene como máximo 3 o 4 hojas, evitando esperar ante germinaciones escalonadas con el fin de “aprovechar la aplicación”.
Maíces “guachos”: claves para derrumbar el “puente verde” de la chicharrita hacia la próxima campaña
En estadios de desarrollo más avanzados, se recomienda preferentemente herbicidas FOPs, que tienden a presentar una mayor eficacia.
Por último, es clave prestar atención a la calidad de aplicación: condiciones climáticas, elección correcta de la boquilla de aplicación, cobertura de las gotas, presión, volumen de caldo, uso de adyuvantes, etc.
INSECTICIDAS Y BIOLÓGICOS CONTRA LA CHICHARRITA DEL MAÍZ
Por otro lado, la REM lideró semanas atrás una jornada en Videla donde se recorrieron ensayos para conocer la performance de distintos activos químicos y biológicos en el control de la plaga.
Insecticidas
En ese marco, el especialista Alejandro Vera, de la Estación Experimental Agropecuaria Obispo Colombres (INTA Tucumán) advirtió que, dado que se trata de una plaga móvil, de rápido crecimiento poblacional y con capacidad de “autolimpiarse” los activos de su cuerpo para reducir su eficacia, es clave apostar a estrategias que complementen rapidez y persistencia.
En cuanto a los activos evaluados:
- Los organofosfatos destacaron por su efecto de “volteo” en situaciones de poblaciones altas.
- Los pirroles sobresalieron por su alto poder de volteo, amplio espectro de control y estabilidad, actuando por contacto e ingestión, con persistencia en hoja y buen movimiento dentro de la planta.
- Los piretroides se posicionaron como opción de amplio espectro, bajas dosis y costo accesible, aunque con mejor performance cuando se los acompaña con activos de mayor residualidad.
- Los neonicotinoides son opciones interesantes – en especial combinados con piretroides -, ya que poseen acción de contacto e ingestión y capacidad de movilización dentro de la planta para el control de insectos chupadores, como la chicharrita.
- Sulfoxaflor apareció como el único integrante de una nueva clase química, las sulfoximinas, causando una acción distinta a los neonicotinoides al interactuar en un sitio de acción diferente.
- Isocycloseram pertenece a un nuevo grupo, las isoxazolinas. Además del volteo, permitió un control prolongado de un amplio espectro, que inhibe rápidamente el daño producido por los insectos y otorga acción protectora residual.
Biológicos
En el evento también se evaluó el control con los hongos de contacto Beauveria bassiana e Isaria fumosorosea, como alternativas biológicas. Su efecto se visualiza tras algunos días, siendo un complemento interesante para disminuir poblaciones a mediano plazo.
Entre sus ventajas se destaca su alta especificidad, el bajo impacto sobre enemigos naturales y su contribución a la diversidad biológica en el sistema productivo. Sin embargo, su eficacia depende de factores ambientales como la humedad y la temperatura, siendo clave el buen momento de aplicación.
El uso de coadyuvantes mostró ser una decisión inteligente para mejorar el accionar de los insecticidas, tanto químicos como biológicos. Estos actuaron mejorando el tamaño de gota y la cobertura de los tratamientos en hasta el doble.
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Con todos estos datos, desde la REM insistieron en la importancia de la generación de información local, que se vuelve esencial para afinar la toma de decisiones en campañas donde la presión del vector cambia mucho según la zona.
“Asimismo, es clave la acción colectiva de productores, técnicos asesores y redes de monitoreo para seguir de cerca el avance de la plaga y mantenerse informados”, cerraron.
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