“Confianza moderada”: una encuesta a productores muestra el ánimo del campo en la previa de las elecciones
Según el último AG Barometer de la Universidad Austral, aunque el Gobierno mantiene imagen positiva, persiste un deterioro respecto a 2024. Cómo ven en el campo los comicios del domingo y el temor al regreso del "fantasma" del populismo.
El próximo domingo, las elecciones legislativas serán el centro de atención de toda la Argentina, ya que se definirá el futuro inmediato no solo de la gestión de Javier Milei, sino también de las variables macroeconómicas.
En ese contexto, por estos días abundan las encuestas que intentan proyectar los resultados y también se difundió un relevamiento que permite observar cómo está el ánimo de los productores de cara a la contienda electoral.
Se trata del AG Barometer, un sondeo que realiza de manera bimestral el Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, y a partir del cual elabora un índice de confianza.
“CONFIANZA MODERADA”
En esta ocasión, la encuesta arrojó que la confianza de los productores agropecuarios “se mantiene positiva” en función de expectativas a futuro, pero hay un aspecto clave: “Se observa un deterioro a lo largo de 2025 respecto a 2024”, indicaron los autores del relevamiento.
Puntualmente, “la última edición del Ag Barometer Australrefleja un escenario de confianza moderada entre los productores agropecuarios, en un contexto marcado por la incertidumbre económica y política”.
“No cabe duda de que al ser un año político con elecciones legislativas nacionales de medio término, el gobierno ha privilegiado la baja de la inflación como su principal activo electoral, y para lograr tal objetivo ha utilizado el mantenimiento del tipo de cambio como principal herramienta en la lucha contra la inflación además del irrenunciable equilibrio fiscal”, estimaron.
Por eso, desde la Universidad Austral señalaron que “sin entrar a discutir lo apropiado de esta política no cabe duda que la demanda de dólares para dolarizar carteras”, llevó al gobierno a subir las tasas de interés.
“Han llegado a niveles astronómicos afectando el nivel de actividad económica tanto en lo referido al consumo como a la inversión y la economía ha experimentado una franca desaceleración en sus proyecciones de crecimiento”, lamentaron.
EL IMPACTO EN EL AGRO
El Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral está compuesto por Carlos Steiger, Dante Romano, Pablo Mac Clay y Silvia Novaira. El estudio también contó con la colaboración de Felipe Harrison, Alex Tomassetti y Bárbara Allen.
En el mismo se advierte que en lo específicamente referido al sector agropecuario “las expectativas son favorables para los próximos 12 meses”, tanto para la agricultura como para la ganadería.
En agricultura recordaron el último “Lanzamiento de la Campaña Gruesa de la Bolsa de Cereales”, donde se estimó que para la campaña 2025/26 aumentará el área sembrada en un 1,9% con mayores áreas de trigo y maíz en detrimento de la soja, y la producción total aumentará en un 8,9%, llegando a una producción total estimada de 142.600.000 toneladas.
Si el clima sigue acompañando, la cosecha 2025/26 podría ser récord: 142,6 millones de toneladas
“Es una de las más altas de la historia. Es decir que las proyecciones para el sector agropecuario son mejores que para el resto de la economía a lo que podemos sumar las excelentes perspectivas de los mercados internacionales de carnes vacunas en materias de precios que se están traduciendo en muy buenas rentabilidades para los productores ganaderos, fundamentalmente en las actividades de cría y recría”, puntualizaron.
Por eso señalaron también que todas las miradas están puestas al resultado de las elecciones legislativas naciones de este 26 de octubre.
“Será un test importante para el gobierno y la continuidad de sus políticas de equilibrio fiscal. A éstas deberán sumarse en los próximos 2 años las esperadas reformas estructurales que bajen el costo argentino y den competitividad a la economía, sin tener que recurrir a las sucesivas devaluaciones del tipo de cambio que han demostrado su fracaso en el logro de la competitividad”, comentaron.
¿QUÉ OPINA EL CAMPO SOBRE LAS ELECCIONES?
En este contexto, la influencia de los comicios del próximo domingo, entienden, tiene relación directa con el ánimo de los productores.
Específicamente hablando de los comicios, “un 47 % de los productores considera que será posible revertir en las elecciones legislativas nacionales la derrota sufrida en la provincia de Buenos Aires”, pero hay una mayoría del 53% que cree que el resultado no se modificará.
“Las elecciones legislativas de medio término adquieren una relevancia inusual para el futuro de la política económica, luego de la derrota del oficialismo por 14 puntos en la provincia de Buenos Aires”, recalcaron desde la Universidad Austral, en ese sentido.
Y ampliaron: ““El gobierno necesita un buen resultado electoral que le permita fortalecer su representación en el Congreso, ámbito clave para la aprobación de leyes, además de consolidar alianzas y coaliciones con otras fuerzas políticas que comparten el objetivo del equilibrio fiscal, aunque difieren en los enfoques de política monetaria, cambiaria y productiva. Este escenario cobra especial relevancia en provincias estratégicas como Córdoba y Santa Fe, cuyos gobernadores impulsan la creación de un nuevo espacio político”.
Básicamente, según la Universidad Austral, entre quienes confían en una recuperación electoral, predomina una mirada optimista, basada más en la confianza hacia el rumbo económico del Gobierno que en un análisis político tradicional. La mayoría argumenta que en Buenos Aires votó todo el electorado kirchnerista, mientras que una parte del voto libertario se abstuvo, por lo que esperan que una mayor participación en una elección nacional modifique el resultado.
También se destaca la idea de que el interior del país podría equilibrar la balanza, ya que los votantes rurales y del interior productivo se sienten más representados por las políticas oficiales. Otros mencionan que las medidas económicas recientes, como la reducción de retenciones y ciertas acciones de alivio social, mejoraron la percepción general del Gobierno, sumado a la expectativa de una comunicación más efectiva y eventuales alianzas que amplíen su base de apoyo.
Por su parte, quienes creen que el oficialismo no logrará revertir la derrota citan como razones principales el desgaste de gestión, la pérdida de credibilidad y el malestar económico que aún atraviesa amplios sectores sociales. También aluden a la mayor organización de la oposición y a la impaciencia frente a un proceso de cambio percibido como lento.
En síntesis, predomina una visión de optimismo moderado, donde la esperanza de continuidad y la confianza en el voto del interior contrastan con la prudencia de quienes advierten que la situación económica podría incidir negativamente en los resultados de octubre.
EL FANTASMA DEL POPULISMO
De todos modos, lo que deja en claro el Ag Barometer es que el mayor temor del campo sigue siendo el retorno del kirchnerismo al poder: pensando a largo plazo, al 84% de los productores agropecuarios les preocupa la posibilidad de un triunfo de un candidato de extracción populista en 2027.
“Aunque faltan más de dos años para las elecciones presidenciales, el recuerdo de las políticas aplicadas por gobiernos anteriores de ese signo político (como prohibiciones de exportaciones, suba de retenciones y controles cambiarios) sigue muy presente en la memoria del sector”, afirma el estudio.
Y explica que los productores valoran especialmente el equilibrio fiscal, la reducción de la brecha cambiaria y la promesa de eliminar las retenciones cuando la situación fiscal lo permita.
En este sentido, Steiger destacó: “El productor argentino asocia estabilidad con previsibilidad. No quiere volver a un escenario de déficit fiscal financiado con emisión, que ya nos llevó a las puertas de la hiperinflación en 2023”.
INVERSIONES: ¿A LA BAJA?
Lo que también recalcaron en el informe fue que el ánimo inversor por parte de los productores “sigue empeorando” a la hora de realizar inversiones en activos fijos en el corto plazo.
“Las expectativas de inversión en activos fijos están por debajo de 100, ya que un 68% de los productores considera que no es un buen momento para invertir, frente a un 32% que mantiene una percepción favorable”, analizaron.
A la vez señalaron que la caída en las expectativas de inversión se viene registrando desde marzo de este año, tras la realización de Expoagro.
“Este descenso está vinculado principalmente al deterioro de las condiciones macroeconómicas, impulsado por el aumento de las tasas de interés —una variable clave al momento de evaluar proyectos de inversión— y por las dudas sobre la sostenibilidad de la política cambiaria, que eleva el riesgo de tomar créditos en dólares, una alternativa que en marzo se percibía como la más conveniente”, remarcaron.
“Esta contracción de la inversión no solo impacta en el nivel de actividad económica en el corto plazo, sino que también compromete la productividad y el crecimiento del sector en el mediano y largo plazo”, sumaron.
EXPECTATIVAS GANADERAS
En contraste, la ganadería argentina atraviesa un momento favorable, con precios altos en toda la cadena impulsados por la demanda internacional y una oferta interna limitada por la reducción del stock vacuno.
El 89% de los productores considera que la rentabilidad de la cría será buena o muy buena en los próximos 12 meses, y el 82% opina lo mismo para las actividades de recría.
Estas percepciones se alinean con los datos del Índice Ternero del ROSGAN, que en octubre de 2025 se ubica cerca de sus máximos históricos.
Además, los meses de octubre suelen mostrar alzas estacionales respecto de los promedios anuales, lo que refuerza el escenario positivo para las actividades de cría y recría.
Esta tendencia también se refleja en los mercados de novillos terminados, donde los precios del Mercado de Cañuelas -en la semana finalizada el 17 de octubre- confirmaron la firmeza de los valores.
DECISIONES COMERCIALES
Finalmente, la encuesta señala que la baja temporal de retenciones a cero, aplicada el 22 de septiembre y vigente por tres días, no modificó significativamente las estrategias de venta de los productores.
En cambio, sí se observa una tendencia creciente en la aplicación de fertilizantes para la campaña gruesa, tanto nitrogenados como fosfatados, lo que refleja una apuesta prudente pero sostenida a la mejora de rendimientos.
Seguir leyendo