Ensayos realizados en más de 60 localidades con un bioestimulante a base de ácidos fúlvicos determinaron una ganancia de entre 4% y 8% en soja, maíz y trigo.

La siembra de soja sigue tomando ritmo, mientras la de maíz ya tiene un avance importante y se prepara para el ingreso de los lotes tardíos.

Todo esto, a la par de una cosecha de trigo que se acelera, aprovechando condiciones de productividad excelentes, que apalancan proyecciones de producción récord.

Pero en todos los casos, más allá del panorama favorable en materia climática que sopla a favor de la producción agrícola nacional, persiste un viento en contra: las brechas de rendimiento.

En Argentina, se estima que estos tres cultivos –que son los que más se siembran en el país– alcanzan solo entre 50 y 65% de los rendimientos que podrían efectivamente lograr en condiciones ideales, en función de su potencial genético.

EL ROL DE LA BIOESTIMULACIÓN

Precisamente, la clave para acortar esas brechas y llevar a los rindes lo más cerca de su techo no solo está en la genética, sino en el manejo y en la capacidad de acompañar al cultivo con las herramientas que necesita para expresarse plenamente.

En ese contexto, BETTA BIO presenta RP BOOST, un bioestimulante con tecnología japonesa a base de ácidos fúlvicos, diseñado para mejorar la fisiología del cultivo y permitirle aprovechar mejor los recursos disponibles.

“RP BOOST actúa estimulando la elongación y ramificación de raíces, favoreciendo una mayor exploración del suelo, una absorción más eficiente de agua y nutrientes, y una mejor tolerancia frente al estrés abiótico”, explicaron desde la compañía.

De este modo, el cultivo logra sostener su crecimiento, incrementar su biomasa y traducirlo en más kilos de grano.

Asimismo, cuenta con otra gran ventaja: su flexibilidad de uso permite aplicarlo tanto en tratamiento de semillas como en aplicaciones foliares, acompañando distintas etapas del manejo sin problemas de compatibilidad con otros fitosanitarios.

RESULTADOS A CAMPO

Todos estos datos están avalados científicamente: según precisaron desde BETTA BIO, ensayos realizados en más de 60 localidades del país muestran que RP BOOST logra incrementos promedio del 7% en soja, con aumentos de 200 a 600 kilogramos por hectárea (kg/ha).

Además, RP BOOST otorga un retorno sobre la inversión (ROI) de hasta 18 a 1, posicionándolo como una de las opciones más rentables dentro del segmento de bioestimulantes.

Del mismo modo, en trigo y maíz los incrementos registrados fueron del 8% y 4%, respectivamente, con un ROI de 9 a 1 y 36 a 1, respectivamente, según la zona y la estrategia de manejo.

De esta manera, “RP BOOST ayuda al cultivo a superar sus propios límites: mejora la fisiología, potencia el aprovechamiento de los recursos y convierte el potencial genético en rendimiento real”, concluyeron desde BETTA BIO.