Mariano Grassi, titular de la firma familiar que se quedó con la compañía de molienda, destacó que “quedó 100% en manos argentinas”. Además elogió al juez que resolvió el concurso.

La semana pasada el juez Fabián Lorenzini rechazó las impugnaciones de Molinos Agro y LDC, la otra parte que pugnaba por Vicentin, y ordenó el traspaso accionario a la firma Grassi S.A. De ese modo, se consumaba una larga historia.

El jueves 18 el Juzgado Civil y Comercial de Segunda Nominación de Reconquista dictó la “homologación definitiva” y el traspaso inmediato de las acciones de Vicentin SAIC.

“Nace la Nueva Vicentin Argentina”, dijo la firma en un comunicado, y agregó que encararán “este desafío con una profunda convicción, con gran entusiasmo y con una absoluta confianza en nuestra experiencia, en la capacidad de nuestra gente y de todos los valiosos recursos humanos que hoy conserva Vicentin”.

Histórico: la Justicia homologó la propuesta de Grassi SA y “nace la Nueva Vicentin Argentina”

VICENTIN: EN “MANOS ARGENTINAS”

A raíz de esto, en una entrevista otorgada al ciclo La Red Rural de radio La Red, Mariano Grassi, titular de la nueva compañía que estará al frente de la empresa Vicentin, destacó que la firma “tiene una historia enorme que nace en el norte del país, pero (opera) para toda Argentina, tiene unos equipos muy buenos. Estamos muy contentos porque queda 100% en manos de Argentina, esa fue nuestra gran lucha”, destacó el empresario.

Afirmó que, “dejando de lado la estatización”, el resto de las posibilidades que estaban en pugna para quedarse con la compañía implicaban “desguace”.

“No se vendió ninguna acción, ningún activo, estamos muy contentos”, afirmó Mariano Grassi.

En ese marco, Grassi destacó el rol que cumplió el juez Lorenzini: “Ha habido algún otro cramdown más chiquito, pero este es el concurso más grande de Argentina que termina en un cramdown. Por eso yo siempre digo que el juez tuvo un desafío gigante porque desde Reconquista manejó un concurso gigante”.

“Lo van a estudiar en las facultades de Derecho de varios países, no solamente porque hayamos ganado nosotros, sino porque los acreedores terminaron cobrando mucho más de lo que les ofrecían”, afirmó.

LA DEUDA CON BANCO NACIÓN

A su vez el Banco Nación, que esta semana tiene a Darío Wasserman como flamante presidente tras el nombramiento vía Boletín Oficial de parte del Presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo, es a la vez el principal acreedor de Vicentin.

Por eso, Grassi habló del tema y reconoció que a lo largo del concurso se había reunido con “cuatro presidentes” de la entidad, quienes fueron sucediéndose en el cargo.

“Banco Nación es un acreedor que tiene deuda quirografaria, y tiene una parte privilegiada, que esa eso hay resolverlo después porque los privilegiados para poder votar como quirografarios deben renunciar al privilegio, entonces nunca ocurre. La parte quirografaria de la operación va a cobrar como los otros acreedores según la categoría que elijan”, explicó Grassi.

Y sumó que “la otra parte hay que negociarla todavía porque sin ser nadie Vicentin no se podía ir a negociar”.

“Hay una parte de la deuda con Banco Nación que todavía hay que negociar, porque uno se hace cargo de Vicentin completa, entonces, por ejemplo, hay un montón de deuda posconcursal que se fue generando por distintas razones. Bueno, hay que eso hay que honrarlo porque uno es Vicentin ahora, y se hizo la compañía entera”, detalló. Nombró, por caso, una deuda con la empresa eléctrica Cammesa.

LA CONFIANZA DE LOS PRODUCTORES

Grassi destacó que “no se puede restaurar la confianza (NdR: de los productores agropecuarios) si no cambia de dueños”.

“Grassi es el primer corredor de granos que existió en Argentina. Tenemos 137 años, estamos en este mercado desde antes que exista la soja, como para dimensionar”, expuso, y agregó: “ese es nuestro principal activo, y eso se vio reforzado con Vicentin”.

Y cerró en relación a los niveles de inversión que se deberán realizar en la compañía.

“El nivel el nivel de inversión es grande, pero son inversiones muy rentables. No suele ser un problema en las compañías cuando eso ocurre”, afirmó.