Es inocua para los seres humanos, pero fatal para los animales. Se trata de la peste porcina africana que está provocando el sacrificio de miles de estos animales en varios continentes. Uno de los grandes perjudicados está siendo el mercado chino, el mayor productor del mundo. Ante la perspectiva de que China necesitará importar este producto, la cotización de la materia prima se está disparando.

A este respecto, los futuros de la carne magra de cerdo, que cotiza en la bolsa de materias primas de Chicago (CME) se han disparado casi un 50% en lo que llevamos de año, hasta alcanzar los 0,90 dólares por libra, máximos de 2017. Se trata de la segunda materia prima más alcista en 2019, solo por detrás de la gasolina.

“También se ha producido ese brote en el sur del continente africano y en zonas de Europa del Este, con especial, incidencia cerca del Mar Negro”, indica Juan Ignacio Crespo, asesor del fondo Multiciclos Global de Renta 4.

En este sentido, según un informe de Rabobank, hasta 200 millones de cerdos podrían morir bien por la infección, o bien al ser sacrificados en China. Según la entidad, a finales del año pasado la piara era de 360 millones de animales. Por tanto, la producción de carne en el gigante asiático caería un 30% este ejercicio, lo que impulsaría la demanda de importaciones de carne y reduciría el consumo de piensos hechos con productos como la soja.

En 2016, según los últimos datos disponibles de la FAO, China sacrificó más de 707 millones de cabezas, lo que supuso el 48% del total mundial y unas seis veces más que Estados Unidos, el segundo productor del mundo. Hace unas semanas el país comunicó que ya había sacrificado más de un 1 millón de cerdos con el objetivo de controlar la enfermedad. Desde agosto del año pasado se han contabilizado 124 brotes y la peste porcina africana ha llegado a todas las provincias salvo una.