Un evento biotecnológico creado en Argentina recibió la aprobación para su comercialización en los Estados Unidos
En 2002, luego de más de una década de estudios, un equipo de investigadores liderados por la doctora Raquel Chan encontró que el gen Hahb-4 en girasol activaba los mecanismos de respuesta de las plantas ante el estrés abiótico (agua y sales) y biótico (otros organismos). En 2004, luego de aislarlo y probar su efectividad
En 2002, luego de más de una década de estudios, un equipo de investigadores liderados por la doctora Raquel Chan encontró que el gen Hahb-4 en girasol activaba los mecanismos de respuesta de las plantas ante el estrés abiótico (agua y sales) y biótico (otros organismos).
En 2004, luego de aislarlo y probar su efectividad en Arabidopsis thaliana, la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Conicet patentaron el gen y lo licenciaron a la empresa argentina Bioceres para que transforme especies de interés agronómico y realice las pruebas a campo.
En 2012, se extendió la patente original y se patentó el gen denominado HB4 modificado.
El pasado 8 de agosto, Verdeca -un joint venture entre Arcadia Biosciences y Bioceres Crop Solutions- anunció que el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) completó el proceso de revisión regulatoria y aprobó la comercialización en los Estados Unidos de la soja HB4 tolerante a la sequía; anteriormente, en 2017, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) había aprobado la tecnología.
“Alcanzamos un hito no menor, hoy podemos decir que en los tres principales países productores de soja del mundo -Estados Unidos, Brasil y Argentina- tenemos nuestra tecnología aprobada”, le dijo Martín Mariani Ventura, gerente General de Verdeca, a El Tribuno Campo.
Por su parte, Federico Trucco, director Ejecutivo (CEO) de Bioceres Crop Solutions, agregó: “Esta aprobación en los Estado Unidos es un paso importante para Verdeca. El rasgo HB4 también fue aprobado recientemente por Brasil, y ahora esperamos la aprobación en China en 2020 para lanzar nuestros productos comerciales en Argentina”.
El evento HB4 es una tecnología cien por ciento desarrollada en Argentina. “Este logro tienen un sabor especial, porque es tecnología argentina, desarrollada por investigadores del Conicet y llevada adelante por una vinculación público-privada con una empresa que fue conformada con productores, que luego se asocia con una compañía americana para crear Verdeca. Es una linda historia para contar”, se enorgulleció Mariani Ventura.
Para Trucco, se trata de “un hito para la ciencia argentina, que logra aprobar su tecnología en Estados Unidos, que es un poco La Meca del mundo de la biotecnología agropecuaria”.
El CEO de Bioceres confió que gran parte del futuro de la empresa está asociado a lo que HB4 pueda conseguir. “Tenemos un plan de crecimiento para ir de los US$ 160 millones anuales, que tenemos hoy, a US$ 450 millones en los próximos 3 a 5 años, y la mitad de ese crecimiento depende de HB4 en sus múltiples formatos”, dijo.
El próximo paso es logra la aprobación de las autoridades regulatorias chinas, lo cual desde Bioceres entienden no tendrá mayores complicaciones ya que cuenta con la aprobación en los tres países que producen el 80% de la soja en el mundo. “A China se le hace muy difícil no poder comprar soja en estos países por problemas de presencia de HB4; además, creo que para ellos también es una buena noticia, porque poder producir más con menos, de la mano de esta tecnología de resiliencia ambiental, los ayuda a tener un abastecimiento más seguro”, reflexionó Trucco.
Para que las sojas HB4 estén al alcance de los productores hay que superar algunos desafíos, uno de ellos, según Trucco, es “tratar que la tecnología esté, lo más rápido posible, en la variedad que cada productor desea sembrar, en las zonas donde la tecnología tiene alta probabilidad de generar impacto”. Otro de los desafíos es la aprobación de China; en este sentido, desde Bioceres dicen que, aunque tuvieran variedades listas para comercializar, la posición de la empresa es de cautela, “ya que no queremos afectar el comercio internacional, por eso vamos a esperar a que China apruebe el evento, entendiendo que es del interés de ese país aprobar este tipo de tecnología”.
Verdeca presenta al HB4 como un protector de rendimiento. “Este evento nos permitirá elevar los pisos de rendimiento y la ventaja particular es que en condiciones de alta productividad las variedades rinden igual que si no tuvieran la tecnología, y en ambientes restrictivos y frente a condiciones de extrema sequía tuvimos respuestas de rendimiento de hasta un 40% de diferencial, hablando de la isolínea, que es la misma variedad con y sin la tecnología”, informó Martìn Mariani Ventura.
El Tribuno Campo quiso saber si Bioceres estaba satisfecho con los resultados de la interacción público-privada que dio por resultado la tecnología HB4, Trucco contestó: “Somos unos convencidos de la innovación abierta. La investigación interna pierde -no importa cuán grande sea el bolsillo de la empresa- contra la arquitectura abierta, la que origina el sistema científico. Argentina tiene una inversión pública en ciencia y tecnología que nosotros no podemos replicar, sería poco inteligente replicarla. Entonces, lo que tenemos que hacer es infiltrarla, en el buen sentido de la palabra, y hacer que eso tenga un impacto real en la economía de nuestro país y si la podemos exportar mejor aún”.
Además, el CEO de Bioceres explicó que tiene dos estrategias para la comercialización del HB4. Una es a través de terceros canales, de compañías bien establecidas en el mundo de la genética de soja. La otra es la propuesta de valor de Bioceres: “Decidimos utilizar la tecnología HB4 como la plataforma de una solución que llamamos “ecosemillas”, es un programa en el cual el productor no es nuestro cliente, es nuestro proveedor, nuestro socio; entonces, le damos una semilla personalizada -que, además de tener la tecnología HB4, tiene microorganismos que fueron seleccionados para potenciar la productividad en su campo en particular- y le ofrecemos un contrato para que nos venda la producción; de esa manera, empezará a incorporar elementos de trazabilidad que hoy los consumidores están demandando. Visto así, HB4 no es un trait (evento) es un proceso de certificación de soja producida en forma ambientalmente resiliente”, concluyó Trucco.
Por: Belisario Saravia Olmos
Fuente: El Tribuno Campo
Vía: Agronoa
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