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Temperaturas más altas a lo normal para finales de 2019

Fuente: InfoAgro 10/09/2019 15:00:29 hs

La Organización Metrológica Mundial (OMM) ha indicado en su boletín trimestral que se prevén temperaturas medias superiores a lo normal, tanto en tierra como en la superficie del mar, en gran parte del mundo para el período de septiembre a noviembre. Según se ha indicado en el informe, tanto las temperaturas de la superficie del mar como las de sus

La Organización Metrológica Mundial (OMM) ha indicado en su boletín trimestral que se prevén temperaturas medias superiores a lo normal, tanto en tierra como en la superficie del mar, en gran parte del mundo para el período de septiembre a noviembre.

Según se ha indicado en el informe, tanto las temperaturas de la superficie del mar como las de sus vientos se verán afectadas por incrementos para el período de septiembre a noviembre de 2019, que apuntan claramente hacia temperaturas terrestres por encima de lo normal, en particular en latitudes tropicales.

“Si las anomalías previstas se acaban materializando, repercutirán en la vida de las personas”Además, el documento ha destacado que la tendencia del calentamiento global también va a contribuir a la subida prevista de las temperaturas de la superficie del mar y del aire, lo que provocará que, en general, las anomalías de esos parámetros tiendan a registrar valores positivos, como evidencian las comparaciones efectuadas con los datos climatológicos del período de referencia 1993-2009.

En cuanto a las precipitaciones, en el informe se ha previsto que las zonas central y oriental del Pacífico ecuatorial sufran lluvias dentro de unas cifras habituales. Mientras, el Pacífico occidental y en la zona suroccidental del océano Índico, extendiéndose hasta el África ecuatorial, la precipitación será superior a lo normal.

La otra cara de la moneda la presentan las zonas del África meridional y occidental, Oceanía y Australia, y el Caribe y la zona nororiental de América del Sur. En estos lugares, según el informe, las precipitaciones se situarán por debajo de lo normal.

“Si las anomalías previstas se acaban materializando, repercutirán en la vida de las personas”, ha afirmado Maxx Dilley, director de la Oficina de Predicción del Clima y de Adaptación al Cambio Climático de la OMM.

Temperaturas condicionadas por El Niño y la Niña

El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) es un fenómeno natural caracterizado por la fluctuación de las temperaturas del océano en las partes central y oriental del Pacífico ecuatorial, asociada a cambios en la atmósfera, y que se vincula con fenómenos extremos como lluvias fuertes, inundaciones y sequías en distintas partes del mundo. Dentro de este fenómeno surge la Niña.

El Niño suele producir un aumento de las temperaturas mundiales, mientras que La Niña ejerce el efecto contrario

Este año, la OMM ha destacado que, a pesar de registrarse niveles neutros del ENOS en los meses más cálidos que debían haber estabilizado las temperaturas, se han vivido meses de extremo calor. Según el organismo esto se debe al cambio climático y sus consecuencias.

“Julio de 2019 ha sido el mes más cálido del que se tienen datos, durante el cual se han producido olas de calor y otros fenómenos meteorológicos extremos, a pesar de que no ha habido un episodio intenso de El Niño”, ha comentado Maxx Dilley.

“La impronta del cambio climático antropógeno en estos fenómenos es ahora más intensa que la debida a las grandes fuerzas de la naturaleza”, ha añadido.

Por tanto, de acuerdo con la OMM, es muy probable que durante el resto de 2019 y hasta principios de 2020 las temperaturas de la superficie del mar estén ligeramente por encima de la media, aunque se mantendrán en niveles neutros del fenómeno ENOS. Se estima que la probabilidad de que se den condiciones neutras entre septiembre y noviembre de 2019 es de alrededor del 60%, mientras que las probabilidades de que se forme un episodio de El Niño o de La Niña se sitúan entre el 30% y el 10%, respectivamente.

“Estas predicciones estacionales proporcionan información de utilidad práctica para la adopción de medidas en pro de la resiliencia en sectores sensibles al clima, como la agricultura, la salud, la energía y la gestión del agua, y en favor de la prevención y la gestión de desastres en esos ámbitos”, ha concluido.

Vía: elagoradiario

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