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Un arroz preparado para poder sobrevivir al cambio climático

Fuente: InfoAgro 15/09/2019 10:00:00 hs

Un proyecto europeo ha logrado obtener variedades de arroz capaces de resistir a futuros entornos donde el agua escasee y donde el nivel de salinidad en el suelo sea elevado. Se espera que para el 2022 puedan estar disponibles un mínimo de seis variedades de este arroz. En un contexto donde el cambio climático está mermando la disponibilidad

Un proyecto europeo ha logrado obtener variedades de arroz capaces de resistir a futuros entornos donde el agua escasee y donde el nivel de salinidad en el suelo sea elevado. Se espera que para el 2022 puedan estar disponibles un mínimo de seis variedades de este arroz.

En un contexto donde el cambio climático está mermando la disponibilidad de agua, sobre todo en el sector de la agricultura, los expertos se han puesto manos a la obra para desarrollar cultivos que puedan resistir mejor a esos nuevos ambientes. El proyecto europeo NEURICE, por ejemplo, ha logrado obtener variedades de arroz con mayor tolerancia a la salinidad y que, en campos salinizados, se comporten mejor y produzcan más que las variedades locales.

“La mayoría de las variedades obtenidas en el proyecto NEURICE se comportan mejor que las variedades locales originales en condiciones de salinidad”, ha destacado Salvador Nogués, coordinador de la iniciativa y catedrático de Fisiología Vegetal en la Universidad de Barcelona (UB).

Para poder logar este hito, el equipo de expertos ha tenido que someter a las plantas a varias fases experimentos, encontrándose ahora NEURICE en la tercera y última de ellas, que esperan que finalice durante el próximo mes de febrero de 2020.

Según ha explicado Salvador Nogués, la primera de ellas ha consistido en la introducción alelos de tolerancia a la salinidad en algunas variedades locales de arroz de España, Italia y Francia, mediante la introgresión genética, que es una técnica no-transgénica. En la segunda, han evaluado estas nuevas variedades mediante el cultivo hidropónico en invernadero para, en una tercera fase, testar el comportamiento agronómico de las variedades obtenidas tanto en condiciones de campos salinizados como en no salinizados.

Lo que nos ha sorprendido gratamente es que algunas de las variedades se comportan también mejor que las locales en condiciones de no salinidad de los camposEste año, los expertos han continuado con los ensayos de campo con las líneas varietales resistentes a la salinidad que se han ido obteniendo en la primera fase del proyecto y de las que se está evaluando su comportamiento productivo tanto en campos salinizados como no salinizados, en tiempo real, mediante el uso de la teledetección.

“Con estos ensayos lo que vemos es qué variedades son más o menos resistentes a la salinidad en condiciones de campo reales”, ha comentado el investigador del proyecto NEURICE en la UB, Xavier Serrat.

Además del primer gran resultado, Salvador Nogués ha informado que el cultivo con el que han estado experimentando se ha comportado mejor que los cultivos locales en condiciones de salinidad normales. Sin embargo, no ha querido confirmar la tendencia observada debido a que quiere esperar a que finalicen los resultados de este segundo año de la tercera fase.

“Es importante que toda esta información obtenida dentro del proyecto esté pronto a disposición de los mejoradores para que la puedan aplicar a la producción de nuevas variedades de arroz en Europa y así poder paliar los efectos del cambio climático y, además, ayudarles a hacer frente a la plaga del caracol manzana”, ha apuntado Xavier Serrat.

En este sentido, el año pasado ya se detectaron algunos ejemplares en el Sur de Francia, en una zona cercana a la frontera con Italia. En el caso del caracol manzana en Cataluña, se ha podido comprobar que, inundando los campos con agua de mar se eliminan los caracoles, pero que los residuos salinos que quedan en los campos afectan posteriormente a la producción de arroz.

A partir de ahora, y una vez obtenidos los resultados del segundo año de pruebas en campo, se incorporarán al registro varietal un mínimo de dos variedades de cada país, de forma que, para el 2022 puedan estar disponibles para a todos los agricultores europeos de arroz un mínimo de seis variedades, añade el coordinador del proyecto NEURICE, Salvador Nogués.


Vía: elagoradiario

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