La producción local de porcinos crece a un ritmo del 8% anual
El dato lo aportó el “Semáforo” mensual que elabora CONINAGRO. Los productores pequeños y medianos invertirán en chanchas pero por ahora no infraestructura. BUENOS AIRES (NAP) la producción porcina argentina muestra un crecimiento anual...
El dato lo aportó el “Semáforo” mensual que elabora CONINAGRO. Los productores pequeños y medianos invertirán en chanchas pero por ahora no infraestructura.
BUENOS AIRES (NAP) la producción porcina argentina muestra un crecimiento anual de 8 puntos porcentuales con una población que alcanza a los 5,1 millones de cabezas generados por 80 mil productores que concentran su actividad en el cetro del país, la Mesopotamia y el norte. Argentina duplicó la producción de carne de cerdo en el transcurso de los últimos 7 años
La actividad presenta una mejora en el balance comercial y una coyuntura favorable, a la vez crecieron las exportaciones y el sector muestra precios por debajo de los costos, así lo reveló el último informe “Semáforo mensual”, publicado por CONINAGRO. Sólo en exportaciones dejó casi 23 millones de dólares.
De la población total de porcinos, 1 millón corresponde a chanchas, con una producción anual de carne y derivados que alcanza a los 7 millones de toneladas De la producción nacional, el 54% proviene de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, y la ubicación de los criaderos se vincula con la principal región productora de maíz del país, insumo clave para la actividad.
Otras zonas con localizaciones puntuales son el centro de Chaco, noreste de La Pampa, centro de San Luis, y determinadas zonas de Salta y Formosa.
HABITO
Respecto del hábito de los argentinos a la hora de incorporar la carne porcina en su dieta, el estudio indica que el consumo alcanza a 16 kg/h/año, cuando anteriormente la cifra se reducía a los 8 kilos aproximadamente.
El consumidor paga por el kilo de pechito de cerdo 5 veces lo que cobra el productor por el kilo vivo de capón
Al respecto, el consejero de CONINAGRO Daniel Kindebaluc, explicó que: “el consumo sigue firme, avanza en cantidad, de los 120 kilos de proteínas de carne que se consumen, antes eran 70% vacuna y ahora de casualidad llega al 50%. La otra mitad se divide entre carne aviar(estimados en unos 54 kilos h/a) y porcina, consumo que se ubica entre los 17 o los 18 kilos. Tiempo atrás estábamos en 7, 8 o 9 y en esto tiene mucho que ver la oferta de los cortes y los productos”.
En su reflexión, el empresario agrega que: “Los precios de los cortes de cerdo se equipararon con los de carne vacuna, aumentando la competencia entre las carnes. La producción nacional se destina a consumo de carne fresca, siendo ésta el principal sustituto de la carne bovina, y también viene creciendo con una tasa considerable el consumo de embutidos en góndolas, mayormente en formato de jamón cocido, paleta, y fiambre de cerdo“.
PERFIL
La producción porcina en Argentina se encuentra en manos de diversa variedad de productores; los no comerciales tienen una mínima escala, generalmente en estos casos el sistema de producción se destina a consumo propio y elaboración de chacinados artesanales.
Los pequeños, en tanto, están ubicados generalmente en zonas quintas, pequeñas chacras y ciudades del interior. Los medianos, combinan el sistema tradicional a campo con algún grado de confinamiento en las etapas de cría y engorde.
Los productores grandes, por su parte, incorporan tecnología como genética y alimentos balanceados para cada categoría. Por último, los mega-productores, incorporan sistemas de punta, con la última tecnología disponible, ambiente sanitario, altos estándares de producción y altos costos de operación.
Asimismo, Anibal Salva Gerente de Alimentos Magros de la Asociación de Cooperativas Argentinas, remarcó: “Si bien la coyuntura económica del país no es propicia para nuevas inversiones en la producción primaria, el mercado tiene potencial para consumir mayor cantidad de carne de cerdo; a través de los cortes frescos, pero fundamentalmente por medio de la sustitución de importaciones de materia prima para la chacinería. En este caso, un tipo de cambio alto favorece la disminución de las compras en el exterior, y abre una oportunidad para la producción local”.
Añadió asimismo que: “El problema, es que la capacidad de la industria está casi al tope. Si se contara con más plantas frigoríficas modernas que pudieran cumplir con estándares de calidad y cantidad de faena y proceso de deshuesado, se le brindaría mayor estabilidad al sector; de la mano tanto del mercado interno como de la exportación. A la virtuosa integración de la cadena, le falta un eslabón industrial acorde a las necesidades”.
La balanza comercial externa de productos cárnicos y derivados del cerdo es históricamente deficitaria en Argentina. Por su parte, las exportaciones han comenzado un leve crecimiento; pasaron de ser prácticamente inexistentes, hace 10 años, al 2% de la producción actual.
“Siento que hay buen ánimo en los productores. El 2018 fue un año complicado pero ahora el precio repuntó bastante y se espera que el consumo pueda acompañar y sostener esa variable. Las últimas semanas hubo faltante de cerdos en muchos frigoríficos y eso refleja que no hay chanchos. Han cerrado muchos criaderos y se nota en la demanda que tenemos que hay mucha más competencia”, puntualizó(Noticias AgroPecuarias)
EB