La información es clave para decidir que sorgo elegir
Un trabajo del INTA Cuenca da pautas para elegir los sorgos más adecuados a la hora de decidir su siembra. BUENOS AIRES (NAP) Conocer el comportamiento de distintos híbridos de sorgo con destino a...
Un trabajo del INTA Cuenca da pautas para elegir los sorgos más adecuados a la hora de decidir su siembra.
BUENOS AIRES (NAP) Conocer el comportamiento de distintos híbridos de sorgo con destino a silaje, en condiciones de campo, a través de la determinación del rendimiento y los parámetros de calidad resulta fundamental en un proyecto productivo.
Sin embargo no es tarea sencilla para los productores, porque existe una gran variabilidad genética, con distintos tipos morfológicos y una permanente aparición de nuevos materiales que dificulta la elección del híbrido que se planea ensilar.
A partir de la generación de información que contribuye a la toma de decisiones y como parte de un trabajo de seguimiento, desde hace casi una década, los técnicos de la Estación Experimental Agropecuaria Cuenca del Salado de INTA realizan ensayos comparativos orientados a evaluar aspectos referidos al comportamiento de diferentes híbridos de sorgo.
Buscando “evaluar el comportamiento de distintos híbridos de sorgo con destino a silaje, en condiciones de campo, a través de la determinación del rendimiento y los parámetros de calidad del cultivo” los técnicos del INTA realizaron un ensayo comparativo de híbridos de sorgo durante la campaña 2018/2019 en la Chacra Experimental Chascomús, perteneciente al Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires, en el marco del trabajo integrado INTA-MAA. La siembra “se realizó en directa sobre un suelo cuyo cultivo antecesor fue avena para silaje”.
En el ensayo iniciado los primeros días de diciembre del 2018 “participaron 17 materiales de sorgo con características contrastantes en cuanto a la proporción de las partes constitutivas de la planta (hoja, tallo y panoja), desde graníferos hasta fotosensitivos”. En pre-emergencia del cultivo se realizó un control de malezas. “A mediados del mes de marzo se cosechó y se determinó el rendimiento de materia verde” (RMV).
Según comentan los técnicos del INTA “la mayoría de los materiales al momento del picado se encontraban en estado de grano pastoso. Se tomaron sub-muestras de cada material, las cuales se enviaron a laboratorio para la determinación del porcentaje de materia seca (MS) y los parámetros de calidad digestibilidad de la materia seca; y fibra detergente neutro” (FDN). Adicionalmente, “se seleccionaron 10 plantas al azar de cada parcela a las cuales se les determinó la altura hasta la inserción de la panoja y el porcentaje de azúcar en la base de tallo con un refractómetro de mano. Los resultados fueron procesados mediante un análisis de varianza (ANOVA) y la diferencia mínima entre medias de tratamientos mediante una prueba L.S.D., indicando diferencias mínimas significativas”.
En cuanto a la caracterización climática de la campaña los técnicos del INTA describen que “las precipitaciones registradas durante el ciclo del cultivo definido entre los meses de noviembre y abril (583 mm) fueron levemente inferiores al promedio histórico registrado en el partido durante el período 1971-2018 (614 mm)”.
Sin embargo, advierten que “las elevadas precipitaciones registradas en noviembre y diciembre (273 mm) permitieron lograr un nacimiento rápido y homogéneo, lo que posibilitó que todos los híbridos generen una alta cobertura forraje y cierren el surco sin malezas”.
Estas condiciones que se mantuvieron durante todo el período crítico del cultivo (fin de febrero, marzo), según los profesionales “permitió asegurar buenas tasas de crecimiento para la generación de un elevado número de granos por planta (principal componente del rendimiento) y elevados volúmenes de forraje total”, detallaron los especialistas.
“Las condiciones de llenado de grano fueron buenas, tanto en precipitaciones como en temperaturas, lo que permitió lograr muy buenos rindes totales”, añadieron.
Sobre los resultados del ensayo los técnicos a cargo indican que “se observaron diferencias significativas (p<0,0001) en altura de planta. La altura promedio fue de 193,6 cm, registrándose un máximo de 328 cm (Génesis Fotón) y un mínimo de 111 cm (Génesis Gen 417 ST)”. También se notaron diferencias significativas, tanto en el rendimiento en materia verde (RMV, p=0,0047), como en el rendimiento en materia seca (RMS, p=0,066).
“El rendimiento en materia verde promedio fue de 67375 Kg/ha, registrando un máximo de 81762 Kg/ha (AdSur 91), y un mínimo de 57381 Kg//ha (AdSur 86), mientras que el rendimiento en materia seca promedio fue de 19394 Kg/ha, con un máximo de 22810 Kg/ha (AdSur 91), y un mínimo de 15257 Kg/ha (AdSur 86).
En relación a los parámetros de calidad los técnicos comentan que “se observaron diferencias significativas entre híbridos (p<0,0001) en el porcentaje de azúcar”. El promedio general fue de 9,87º Brix, con un máximo de 15,03 (Nuseed 500 BMR) y un mínimo de 4,17º Brix (Génesis Gen 21T)”.
La Digestibilidad promedio del ensayo fue de 58,9 %, con un máximo de 68,2% (Nuseed 650 BMR), y un mínimo de 47,8 (Génesis Fotón)”. “La fibra detergente neutro promedio fue de 55,8%, con un máximo de 64,6% (Génesis Fotón), y un mínimo de 46,6% (Nuseed Jowar Food II)”.
La materia seca digestible (MSdigest) por hectárea, calculada con el producto entre el rendimiento de materia verde y la digestible, registró diferencias significativas (p=0,0003) entre híbridos, arrojando un promedio de 11426 Kg/ha, con valores máximos de 13843 kg/ha (AdSur 91) y mínimos de 7770 kg/ha (AdSur 86) (Noticias AgroPecuarias).