La exposición más importante del sector porcino se realizó en un contexto donde la producción local ya alcanzó las 700 mil toneladas y la exportación pasó de 4 mil a 30 mil toneladas en cinco años. La entrada Fericerdo: la prevención antes que el show se publicó primero en Periódico MOTIVAR - Industria Veterinaria - Sanidad Animal.

La exposición más importante del sector porcino se realizó en un contexto donde la producción local ya alcanzó las 700 mil toneladas y la exportación pasó de 4 mil a 30 mil toneladas en cinco años.

Este año, entre las charlas informativas, los stands de productos y la oferta de cursos de capacitación, un dato llamó la atención a las más de 10.000 personas que visitaron la muestra: en Fericerdo no hubo cerdos. Fue en la provincia de Córdoba, durante la 13º edición que se realizó el 22 y 23 de agosto en las instalaciones del INTA Marcos Juárez.
¿La razón? Una disposición emitida por el Senasa en julio de este año para evitar el ingreso de la Peste Porcina Africana (PPA), enfermedad actualmente exótica en el país pero que se distribuye de manera epidémica por varios países de África, Asia y Europa.
Mariano Bosch, vicepresidente del INTA, declaró en relación a esta medida que “se trata de una muestra de responsabilidad y es producto del trabajo realizado junto al Senasa y en permanente interacción público-público y público-privado en temas de bioseguridad”.
La prohibición de la admisión de cerdos a exposiciones con concurrencia de público busca evitar cualquier riesgo de dispersión de la enfermedad, ya que el virus sobrevive durante un período prolongado en ropa y calzados de visitantes de regiones donde la enfermedad ya está propagada.
Mientras la enfermedad se propaga con rapidez por el mundo, la Argentina corre con la ventaja de que la PPA no ha ingresado al país, y la prevención es el único camino para evitar que lo haga, considerando que no existe vacuna efectiva que pueda frenarla, ni remedio que la cure, y que la mortandad puede llegar hasta el 100%.
¿Cómo reconocerla? La peste porcina africana provoca fiebre alta, pérdida de apetito, hemorragias en piel y órganos internos, enrojecimiento de la piel de las orejas, abdomen y patas, y diarreas.
Ante la aparición de estos síntomas, el Senasa solicita ser notificado de manera inmediata, ya que se trata de una enfermedad vírica muy contagiosa.
Además, recomienda a los productores porcinos mejorar las medidas de bioseguridad de sus granjas, no alimentar a los cerdos con desperdicios y restringir el ingreso de personas al predio, especialmente de aquellas que hayan estado en países afectados.

Más consumo, más oportunidades

La situación actual de la industria porcina interpela a todos los responsables de la cadena comercial a sostener y reforzar la prevención. Las oportunidades son muchas como para dejarlas pasar.
El mercado interno crece a un ritmo del 7% anual y el consumo histórico pasó de 5 a 18 kilos por habitante al año. Los especialistas del INTA consideran incluso que podría llegar a los 25 kilos para 2025.
Durante la exposición, Jorge Brunori, coordinador del equipo de producción porcina del INTA Marcos Juárez, aseguró que “el incremento de la producción pasó de 120 mil toneladas en la década del 90 a las actuales 700 mil”, y subrayó: “Actualmente, el consumo interno de carne porcina asciende a más de 16 kilos por persona por año y la exportación en el sector que pasó de 4 mil a 30 mil toneladas en cinco años”.
Para Raúl Franco, especialista del INTA Marcos Juárez, Córdoba, la demanda interna debe ser la base de la producción a largo plazo. Pero satisfacer esa demanda requiere inversiones. “Por cada kilogramo que se agrega de consumo promedio, se deben instalar 20 mil madres más a las 400 mil que tiene el país actualmente, lo que se traduce en una inversión en el sector primario en un requerimiento de 150 mil madres más para abastecer esta demanda de consumo interno”, explicó el especialista.
Franco destacó que hoy, el 95 % de los productores tienen 100 madres o menos. Se trata de una producción atomizada, en muchas manos, con poca eficiencia y poca escala.
Para resolver esta problemática, desde el INTA impulsan a los productores a asociarse e integrarse a fin de enfrentar desafíos a los que no pueden hacer frente de forma individual ya que requieren inversiones que en general no están al alcance de los granjas pequeñas y medianas.

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