¿Cómo evaluar y mejorar el rendimiento del ordeño?
El ordeño es una actividad laboral tediosa, rutinaria y desprestigiada a nivel social. Pero cada vez más propietarios son conscientes de la importancia de un buen ordeño, no solo para sus animales, sino también para Continuar leyendo... La entrada ¿Cómo evaluar y mejorar el rendimiento del ordeño? se publicó primero en De Frente Al Campo.
El ordeño es una actividad laboral tediosa, rutinaria y desprestigiada a nivel social. Pero cada vez más propietarios son conscientes de la importancia de un buen ordeño, no solo para sus animales, sino también para sus trabajadores.
Esto es importante porque un ordeñador que realice su labor en un ambiente cómodo, con medios suficientes y eficientes será un trabajador que no sentirá rechazo por el tiempo que permanece en el foso de ordeño. Si se produce este rechazo, el ordeñador buscará que el ordeño transcurra muy rápido para que su sufrimiento dure lo menos posible. Es lógico, ya que cuando una labor no es de nuestro agrado, los minutos se nos hacen horas y deseamos que acabe cuanto antes.
Lo que sucede es que las operaciones que llevan a cabo los ordeñadores para que el ordeño sea más rápido, normalmente no tienen como objetivo final un ordeño correcto, sino la reducción del tiempo total de ordeño, sin importarles lo que suceda entre medias.
EFICIENCIA VS VELOCIDAD
El concepto de velocidad de ordeño está más extendido que el de eficiencia de ordeño. No obstante, cualquier trabajador puede ser rápido, pero solo los mejores o los más formados serán eficientes.
El objetivo de un buen ordeño debería ser lograr una alta eficiencia y, posteriormente, intentar aumentar la velocidad, respetando los objetivos de datos de ordeño. De esta forma, se trata de alcanzar el máximo rendimiento con las instalaciones y el manejo adecuado y, posteriormente, intentar mejorar esa eficiencia aumentando la velocidad.
Si los conceptos básicos no están claros y asentados en un ordeño, la velocidad llevará a la improvisación y a los malos hábitos, que son difíciles de corregir.
Para poder sacar el máximo rendimiento en el ordeño, hay que sentar unas bases mínimas en la sala de ordeño y en la rutina para poder alcanzar el objetivo.
CORRECTO FUNCIONAMIENTO DE LA SALA DE ORDEÑO
REVISIÓN ESTÁTICA
La revisión estática es la más generalizada en las explotaciones. Se asume que los valores de pulsación deben revisarse al menos una vez al año, pero este tipo de análisis sería recomendable realizarlo más de una vez.
De esta forma, se pueden localizar fallos en el sistema de pulsación que no siempre tienen que ver con los pulsadores y sí con el resto de circuitos que distribuyen el vacío hasta el colector y la pezonera.
REVISIÓN DINÁMICA
La revisión dinámica permite visualizar el funcionamiento de la sala de ordeño y su relación con las ubres durante el proceso de ordeño. Este tipo de revisión es cada vez más útil gracias al desarrollo de nuevas tecnologías que permiten extraer más y mejores datos.
La revisión dinámica permite saber qué sucede con el vacío en distintos puntos del circuito de ordeño en diferentes momentos:
Inmediatamente al colocar las pezoneras
En los momentos de elevado flujo
Al final del proceso de ordeño
Con el análisis de estos datos podremos:
Conocer si la preparación de los animales es correcta
Evaluar la duración del sobreordeño
Saber si los colectores evacúan correctamente la leche
Ver si hay impactos de leche en el pezón al final del ordeño
Evaluar la pulsación durante el ordeño real
Esta revisión dinámica es cada vez más fácil de realizar, siendo interesante hacerla con frecuencia para poder comparar el trabajo de distintos ordeñadores o cambios en las instalaciones.
CALIBRACIÓN
Si bien se asume que los pulsadores y los circuitos de ordeño deben ser revisados con cierta frecuencia, pocas explotaciones revisan el correcto funcionamiento de los medidores electrónicos de leche.
Los medidores electrónicos de leche se instalan una vez y no se suele comprobar su correcto funcionamiento a no ser que dejen de medir o que den valores muy anormales por exceso o por defecto.
El valor de leche medido en cada puesto es un dato fundamental para el correcto análisis de los datos de rendimiento de ordeño. Si este dato es erróneo, el resto de datos que se deriven de él serán también erróneos y, por lo tanto, el análisis será inútil.
¿CÓMO SABEMOS QUE LOS MEDIDORES FUNCIONAN?
La forma más sencilla de comprobar si los medidores funcionan correctamente, consiste en comparar la producción total por sesión -proporcionada por el programa informático que recoge los datos enviados por los medidores- con el volumen de leche en tanque, midiendo el volumen antes y después del ordeño.
El organismo internacional encargado de desarrollar y mejorar el registro de datos en la producción animal (ICAR), establece que el margen de error de los medidores electrónicos debe ser inferior al 3%.
El seguimiento de esta medición es recomendable realizarlo con cierta frecuencia para detectar posibles variaciones. Hay que tener en cuenta que esta comparación entre el programa informático y el valor en tanque es una comparación muy general, el análisis debería realizarse medidor por medidor.
Por otro lado, es necesario convertir los valores a las mismas unidades para poder hacer las comparaciones. Muchos programas informáticos representan los valores de producción en kg, mientras que los datos de tanque se miden en litros.
INVERSIÓN Y FORMACIÓN EN SISTEMAS INFORMÁTICOS
La sala de ordeño supone una de las mayores inversiones económicas de una explotación pero, en muchas ocasiones, no se presta la atención necesaria al programa que gestiona la información que se genera durante el ordeño.
Los programas de gestión suelen tener un coste elevado y a veces se pospone su instalación. En otras, se instala el programa pero no se recibe o solicita la formación necesaria para aprovechar al máximo la información que recogen.
Es obligación del responsable del ordeño saber extraer y gestionar en el tiempo toda la información que se genera durante el ordeño. Para poder obtener un buen control de la información no es necesario perderse en multitud de índices, sino que basta con tener claro el manejo de 3 o 4 de ellos y hacer su seguimiento a lo largo del tiempo y durante las distintas sesiones de ordeño.
Es labor del técnico en calidad de leche indicar qué índices se seguirán y los objetivos a conseguir en cada caso. La interpretación de los datos debe ser distinta según el nivel productivo de la explotación.
Los principales índices y datos a controlar son:
Flujo medio: litros/minuto unidad de ordeño colocada
Flujos parciales
Animales/puesto/hora de ordeño
Litros/puesto/hora de ordeño
Una vez se han establecido los índices a seguir, tan importante es saber interpretar y analizar la información del ordeño como transmitirla a los trabajadores. Si las indicaciones que se hacen a los operarios se respaldan con datos numéricos de carácter objetivo, estarán más involucrados en el proceso de mejora.
ORDEÑADORES BIEN FORMADOS Y COMPROMETIDOS – ¿POSIBLE PAGO POR FLUJO?
Uno de los principales problemas a los que se enfrentan las explotaciones de vacuno de leche en este momento es la búsqueda de personal para trabajar. Si ya es difícil encontrar gente para cubrir los turnos, aún lo es más poder encontrar gente formada y comprometida con el proceso de ordeño.
Los ordeñadores deben estar involucrados en el análisis de los datos de ordeño y, para eso, hay que ofrecerles una formación que les permita conocer las consecuencias de sus actos.
Hay que explicar las razones fisiológicas que se encuentran detrás de cada paso en la rutina preordeño. ¿Por qué hay que limpiar los pezones? ¿Por qué es tan importante el despunte o colocar rápidamente las unidades de ordeño?
Es frecuente encontrar explotaciones que pagan primas a sus empleados por el número de celos vistos o por el número de crías vivas en los primeros días de vida, pero todavía conozco pocas explotaciones que incentiven a sus trabajadores por valores de ordeño.
Las explotaciones con sistemas informatizados de recogida de datos tienen un archivo de índices muy interesante que permite identificar a los operarios que mejor ordeñan.
Tener datos numéricos permite visualizar objetivamente el trabajo de cada uno:
Permite primar a los operarios que mejor ordeñan
Permite identificar qué está haciendo mal el que tiene peores índices
¿CUÁLES SON LOS PARÁMETROS QUE PERMITEN VALORAR EL TRABAJO DEL OPERARIO?
VACAS ORDEÑADAS/HORA
Hasta el momento, mucha gente da importancia únicamente al valor de vacas ordeñadas/hora como índice de referencia para identificar al mejor ordeñador. Ese dato muestra velocidad, pero no eficiencia.
FLUJO MEDIO
Un índice sencillo que serviría como valor para una posible prima por sesión sería el flujo medio (litros/minuto de la unidad de ordeño que está colocada):
Los valores elevados muestran una correcta preparación y un ordeño rápido y correcto.
Los valores bajos indican falta de preparación u ordeños incómodos para los animales.
Los flujos parciales son interesantes para conocer la descarga de la leche hasta los 2 minutos de ordeño, pero no todas las salas proporcionan estos datos y se pueden ver influenciados por herramientas como la estimulación mecánica. Lo ideal sería tener la curva de eyección de leche desde que se coloca la unidad y hasta que se retira.
BIMODALIDAD DEL ORDEÑO
Un valor utilizado en algunas explotaciones para comparar el trabajo entre operarios es el porcentaje de ordeños que presentan bimodalidad.
Este dato indica el número de ordeños, con respecto al total, que presentan periodos en bajo flujo inmediatamente después de colocar la unidad de ordeño y tras la descarga de la fracción de leche cisternal, lo que se conoce como “curvas con dos picos”.
Para poder interpretar correctamente este valor, hay que determinar lo que se entiende como bajo flujo. Normalmente se entiende que todo valor por debajo de 1 L/minuto es periodo de ordeño en bajo flujo. La idea general es que se debe evitar la bimodalidad:
Consiguiendo curvas de eyección de leche siempre ascendentes hasta el punto de flujo máximo.
Posteriormente, conseguir curvas de eyección descendentes hasta la retirada de la unidad.
Si bien la bimodalidad da una idea general de la preparación de los animales, considero que los flujos parciales muestran la eyección de leche de una forma más completa. La bimodalidad no tiene en cuenta los picos de flujo máximo ni la forma en la que se extrae la leche en la segunda mitad del ordeño.
RUTINA DE ORDEÑO MUY BIEN ESTABLECIDA
Ordeñar no es únicamente colocar pezoneras. Supone preparar el pezón para fijar una unidad de ordeño que, por procesos mecánicos, extraerá la leche. Si no preparamos correctamente el pezón, el proceso mecánico causará un daño que repercutirá progresivamente en los siguientes ordeños.
Es labor del responsable de ordeño, junto al técnico de calidad de leche, establecer la mejor rutina preordeño posible según la disponibilidad de personal e instalaciones. Hay que fijar claramente los puntos básicos de la rutina que todo el mundo debe respetar:
Cómo deben entrar los animales al ordeño y el comportamiento de los operarios
Tiempo medio de preparación
Número de pasos en la rutina y qué labor se realiza en cada uno de ellos
Si se realiza o no despunte: Si se realiza hay que fijar el número de chorros a tirar por pecho
Forma en la que se aplica el predipping (vaso, spray o toallita) y hasta dónde
Forma de secar los pezones (papel o trapo). ¡No se debe compartir entre animales!
Forma en la que se colocan las unidades
Qué no hay que hacer durante el ordeño (unidades en manual, retiradas en manual, presión en colectores y falta de preparación en animales duros)
Cómo y cuándo se aplica el postdipping (vaso o spray) y hasta dónde
RUTINA ADAPTATIVA
Todos conocemos la teoría de preparación de ubres, los tiempos que hay que respetar antes de colocar las unidades, la forma en la que hay que limpiar y estimular los pezones, pero la realidad de cada explotación puede ser incompatible con la teoría.
Hasta que la robótica se implante de manera general en los procesos de ordeño, bien sea con robots o con brazos robóticos, debemos tener en cuenta las limitaciones que cada uno de nosotros tenemos como ser humano.
No todos los días son iguales y las preocupaciones del día a día pueden afectar a nuestro rendimiento en el trabajo y no debe ser una cuestión de rechazo del operario.
Debemos saber potenciar las cualidades de cada uno e intentar realizar una rutina adaptativa, que permita integrar a todos nuestros trabajadores para conseguir un fin común y el cumplimiento de unos objetivos de preparación marcados.
Si, por ejemplo, queremos que nuestra rutina preordeño dure menos de 120 segundos por animal (desde que se toca por primera vez y hasta que se colocan las pezoneras) no debemos fijar el número de animales a preparar por cada operario.
Hay gente que consigue respetar ese tiempo preparando animales en tandas de 6 y otros que lo consiguen preparando animales de 3 en 3. Hay ordeñadores que realizan el despunte mejor antes de aplicar el predipping y otros que prefieren hacerlo con el predipping aplicado.
Siempre que se respeten los objetivos básicos de tiempo y preparación hay cierto margen de trabajo que permite hacer del ordeño una labor integradora para todos los trabajadores.
EVALUACIÓN CONTINUA DEL ORDEÑO
Los objetivos de la rutina preordeño son muy fáciles de fijar, pero muy difíciles de mantener en el tiempo. Una labor tan rutinaria como es el ordeño tiene el riesgo de sufrir variaciones y reinterpretaciones por parte de los operarios y, si no se está pendiente de esas modificaciones de forma temprana, al repetirse en el tiempo pueden implantarse y asumirse como un objetivo inicial.
Es labor de los técnicos estar pendientes de la rutina antes, durante y tras el ordeño para saber si se están respetando los objetivos iniciales.
Si se fija que los animales deben entrar solos o con ayuda del arreador y un operario que conoce o identifica a los animales más duros y sale a la sala de espera a buscar a esos animales para que entren en una misma tanda, estará dando a entender, por un lado a los animales, que no deben entrar hasta que salgan a por ellos y, al resto de operarios, que hay que ir a buscar a los animales.
Si se fijan 3 despuntes por pezón y algún operario decide tirar únicamente uno y no se detecta rápido ese comportamiento, todos los operarios pasarán a tirar únicamente un chorro ya que pueden asumir que no es tan importante realizar el despunte. De ahí a que nadie realice el despunte hay un paso.
Si durante el ordeño algún trabajador detecta, de forma subjetiva, que algún animal abandona el ordeño con leche (sin tener medidas objetivas de ello) y decide apoyarse en el colector, colocar peso o poner la máquina en modo manual un tiempo indeterminado sin vigilar la unidad para saber si en realidad se había quedado con leche, será una práctica que, en caso de extenderse a más operarios, puede ocasionar daños en los animales y alterar los tiempos de ordeño.
Hay que concienciar a los operarios para que sigan las indicaciones marcadas, pero que tengan claro que todas sus observaciones durante el ordeño van a ser escuchadas y valoradas, porque son ellos los que día tras día están en el foso y deben ser nuestros ojos. Una sugerencia de un operario puede permitir la detección de un problema o la modificación de una rutina para mejorar el ordeño. Si no se les escucha, comenzarán a improvisar y las rutinas iniciales pueden acabar no siendo lo que se había planteado en origen.
Ejemplo de seguimiento de una rutina de ordeño (Gráfica 2 y Tabla 2).
90 animales en ordeño
Sala 2×8 en espina y 2 ordeños al día
2 ordeñadores
Rutina territorial 4 y 4 con 3 pasos
- Predipping
- Secado y despunte (3 por pecho)
- Colocación de pezoneras
En la última visita, se aprecia un aumento del tiempo de colocación a inicio de rutina. Este valor se debe a que la puerta se dejaba abierta, los animales entraban y no se empezaba la rutina preordeño sobre ellos hasta que se finalizaba el trabajo con los animales del otro lado de la sala. Este valor es elevado, pero no supone un manejo más deficiente de la sala, ya que se trabaja de forma más fluida.
El tiempo total de ordeño es más elevado en cada visita, pero hay que tener en cuenta que la producción media en cada visita es también más elevada. El flujo medio también aumenta, lo que indica una buena preparación (tiempo medio de 99,71 segundos).
En resumen, el proceso de ordeño no es estático. Se debe hacer un seguimiento constante de las rutinas implantadas con la tecnología que tengamos a nuestro alcance, analizar los datos de ordeño para ver en qué sentido se modifican al variar las rutinas y comprobar el trabajo de los distintos ordeñadores.
Finalmente, no debemos olvidar que en el ordeño existe un factor tecnológico del que debemos extraer toda la información que podamos y un factor humano que es necesario controlar, evaluar y comprender.
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