Trofobiosis: la ruta a una agricultura sana
Los equipos técnicos de la Fundación Gaia y el Centro de Agricultura Ecológica Ipe, buscaron difundir la filosofía de la Agricultura Ecológica, que está basada en el libro “Plantas Enfermas por el Uso de Agroquímicos” del investigador francés Francis Chaboussou, que fue publicado en Brasil en 1987. De esta manera, el Instituto de Desarrollo y
Los equipos técnicos de la Fundación Gaia y el Centro de Agricultura Ecológica Ipe, buscaron difundir la filosofía de la Agricultura Ecológica, que está basada en el libro “Plantas Enfermas por el Uso de Agroquímicos” del investigador francés Francis Chaboussou, que fue publicado en Brasil en 1987.
De esta manera, el Instituto de Desarrollo y Medio Ambiente presenta el folleto titulado: «Teoría de la TROFOBIOSIS».
Ahora bien, ¿de qué se trata?
Trofobiosis [trofo: alimento, biosis: existencia de vida] significa que cualquier ser vivo sólo sobrevive si existe alimento adecuado y disponible para él. Esto quiere decir, que la planta cultivada únicamente será atacada por un patógeno (insecto, ácaro, nemátodo, hongos o bacterias), cuando tiene en su savia exactamente el alimento que ellos requieren. Este alimento está constituido principalmente por aminoácidos que son sustancias simples y solubles. Para que la planta tenga una cantidad mayor de aminoácidos, basta tratarla de manera equivocada. Por lo tanto, un vegetal saludable, difícilmente será atacado por plagas y enfermedades.
Es entonces, de gran importancia para la agricultura, por la nueva visión que representa en cuanto a la rentabilidad de nuestros cultivos, su salud y también la del agricultor, de su familia y del consumidor.
Equilibrio biológico
Es el control realizado por predadores y parásitos en el crecimiento de la población de insectos, ácaros, nemátodos, hongos, bacterias y virus. Por ejemplo, la plaga del pulgón se controla mediante la Vaquita de San Antonio, actuando como predador.
Es importante este equilibrio para mantener las poblaciones de insectos y enfermedades en un nivel que no cause daño económico.
De esta manera, podemos cambiar el nombre de plagas y enfermedades, por indicadores de mal manejo. Los insectos, ácaros, nemátodos, hongos, bacterias y virus son la consecuencia y no la causa del problema.
Metabolismo de las plantas
Entre los procesos que intervienen en el metabolismo de la planta, es decir, en su funcionamiento, se encuentran la proteosíntesis que implica la formación de proteínas, y la proteolisis que refiere a su descomposición.
Hay que tener en cuenta entonces, que la savia transporta proteínas y aminoácidos, azúcares y nitratos para los puntos de crecimiento de la planta. Por eso, el uso de agrotóxicos y el abonamiento desequilibrado y la falta de buenas condiciones para la planta, malogran este mecanismo.
Cuando eso sucede, la savia queda cargada de aminoácidos libres, azúcares y nitratos; que son los alimentos preferidos de hongos, bacterias, ácaros, nemátodos e insectos.
Entonces, cuanto más intensa es la proteosíntesis, menor será la sobra de aminoácidos libres, azúcares y minerales solubles. Además, la formación eficiente de proteínas aumenta el nivel de respiración y fotosíntesis de la planta.
Agroquímicos en las plantas
Todos los agro tóxicos son capaces de entrar en la planta, sea por las hojas, raíces, frutos, semillas, ramas o troncos. Éstos pueden disminuir la respiración, transpiración y fotosíntesis de la planta, reduciendo la proteosíntesis y perjudicando la resistencia de las plantas.
Los agro tóxicos y abonos químicos solubles (ácidos y alcalinos) destruyen los microorganismos útiles del suelo, perjudicando todos los procesos de absorción de nutrientes como fósforo, calcio, potasio, nitrógeno y otros. También acaban con la fijación del nitrógeno por las bacterias de las raíces de las leguminosas y con la liberación de fósforo y muchos otros minerales hechos por las micorrizas, que son hongos asociados a las raíces de las plantas.
Además, estos productos destruyen lombrices, cucarrones y otros pequeños organismos altamente benéficos para la agricultura.
Los agro tóxicos aumentan el poder de acción y reproducción de insectos que sobreviven a una pulverización, además de aumentar la resistencia genética de esos insectos contra el veneno, eliminando también los llamados enemigos naturales.
Los abonos solubles tienen productos tóxicos en su fórmula y tienen concentraciones exageradas que causan problemas en el crecimiento de la planta, alteran su metabolismo y disminuyen la proteo síntesis.
Materia orgánica
Varios científicos, en diversas partes del mundo, comprobaron que las plantas tratadas con materia orgánica son muy poco atacadas por insectos y enfermedades, ya que aumenta su resistencia.
La materia orgánica favorece a la resistencia de las plantas por varias razones:
Aumenta la capacidad del suelo para almacenar agua, como así también la población de organismos útiles de la tierra y las raíces como lombrices, hongos benéficos y bacterias.
Además, aumenta la capacidad de las raíces para absorber minerales, y es fundamental para la formación de grumos en la tierra que beneficia a la penetración de las raíces y la oxigenación del suelo.
En su constitución, posee los macro y micronutrientes en cantidades bien equilibradas que las plantas absorben conforme a sus necesidades en cantidad y calidad, aumentando el nivel de proteosíntesis y activando las enzimas que regulan su metabolismo. Posee incluso, sustancias de crecimiento que aumentan la
respiración y la fotosíntesis en las plantas (fitohormonas).
Agricultura regenerativa o ecológica
Se propone practicar la agricultura ecológica o regenerativa, que implica diferentes experiencias:
- Abonos verdes: el cultivo de plantas que enriquecen el suelo como gramíneas, leguminosas, hierbas nativas, arbustos o árboles.
- Abonos minerales: calcio, fósforo, potasio y magnesio con productos de solubilidad lenta como polvo de rocas y restos de mineralización.
- Abonos orgánicos: estiércol fermentado, compost, cobertura muerta, ricos en microorganismos
útiles, macro y micronutrientes, antibióticos naturales y sustancias de crecimiento. - No usar abonos químicos que matan a los organismos útiles del suelo por su acidez y salinidad y desequilibran la fisiología de las plantas.
- No usar agro tóxicos que contaminan los alimentos con residuos, intoxican y matan animales y
personas; y dejan a las plantas menos resistentes al ataque de insectos, ácaros,
nemátodos, hongos, bacterias y virus. - Usar defensas naturales: productos que estimulan un buen funcionamiento de la planta. Por ejemplo: estiércol líquido fermentado enriquecido con macro y micronutrientes o hierbas nativas, cenizas, suero de leche diluido, azufre, caldo bordalés, caldo sulfocálcico, etc.
- Asociación y rotación de cultivos: usar plantas de diferentes familias con diferentes necesidades de nutrientes y diferentes tipos de raíces que se complementan, como por ejemplo: Gramíneas (maíz) con Leguminosas (soja).
- Reciclaje de residuos: utilización de insumos producidos en la propiedad o próximo a ella. Por ejemplo, el uso de residuos de ingenios, aserraderos, camales, o fábricas de ladrillos.
- Observar a la naturaleza.
Lo importante es mantener un paisaje diversificado y equilibrado donde cada árbol, frutal, cultivo, huerta, sean como órganos de un cuerpo: todos dependen entre sí y la salud de uno es la salud de todo el conjunto, incluyendo al hombre.
GUSTAVO C. ANDRE
CONSULTING & TRAINING
PEST CONTROL
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