Maestra rural recorre más de 150 km para llevar las tareas a sus alumnos
¿Cómo es la nueva modalidad de educar en el ámbito rural?, ¿Cómo se las ingenian los maestros para hacerles llegar las tareas a sus alumnos?. En esta continuidad de testimonios de maestras, maestros, directoras y directores de escuelas rurales que El Agrario recoge y en los que se reflejan las adversidades a las que se
¿Cómo es la nueva modalidad de educar en el ámbito rural?, ¿Cómo se las ingenian los maestros para hacerles llegar las tareas a sus alumnos?.
En esta continuidad de testimonios de maestras, maestros, directoras y directores de escuelas rurales que El Agrario recoge y en los que se reflejan las adversidades a las que se enfrentan de manera corriente los docentes de dichas escuelas en Argentina, hoy se suman los efectos de la pandemia COVID-19.
La protagonista de esta historia es Vilma Ibañez, directora de la Escuela Albergue 216, del Paraje Quintuco, del distrito Loncopue, una localidad muy afectada por la pandemia con 34 contagiados, en una población de 6000 habitantes.
Según datos del Comité de Crisis de la provincia de Neuquén, a la fecha no se han registrado nuevos casos positivos de coronavirus pero la provincia continúa con 114 casos confirmados de COVID-19 de los cuales 62 fueron dados de alta y otros 42 continúan cursando la enfermedad.
Mapa y recorrido de la directora de la Escuela Albergue 216, Vilma Ibañez por el Paraje Quintuco, del distrito Loncopué. Foto: Vilma Ibañez.
En este marco Vilma Ibañez recorre 150 km para hacerles llegar las tareas a sus alumnos. “Vivo en la localidad de Zapala, a más de 120 km del Albergue. Cuando llego a la escuela, lugar donde me dejan los cuadernillos, armo las tareas y luego voy puesto por puesto a entregarles a los chicos, a veces en vehículo, otras a caballo y otras caminando”, nos contó a este medio.
Explicó que la mayoría de los docentes son de Loncopué y actualmente se encuentran aislados. Dentro de las posibilidades que ofrece la conectividad de la zona, se conectan por zoom y acuerdan las actividades para los alumnos,”me envían las tareas, las reviso e imprimo en la escuela. Prefiero entregarlas yo con todas las normas de seguridad e higiene. Para la mayoría soy el único contacto con la ciudad”, subrayó la directora.
En relación a la falta de conectividad Vilma explicó que “la comunicación con las familias es limitada, no tienen luz eléctrica, por lo tanto es imposible conectarse a Internet. Algunas familias cuentan con paneles solares, los cuales según la carga de batería, pueden escuchar radio nacional, otros no han podido comprar pilas con el aislamiento. Han subsistido con lo que tenían”.
Por último la directora enfatizó: “La escuela es el único lugar referente de la comunidad, por lo cual es muy importante el contacto con las familias para acompañarlas en este momento tan difícil, brindo un pequeño grano de arena de los que trabajamos en educación en este paraje.”
Vía: Elagrario
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