Se identifican variedades mejoradas de trigo resistente al calor
El estrés por calor, una tendencia creciente debido al cambio climático, afecta su rendimiento, un hecho que requiere soluciones urgentes teniendo en cuenta que, según algunas estimaciones, la población mundial alcanzará los 9 mil millones para el año 2050. En busca de soluciones que garanticen la sostenibilidad de este grano, un estudio internacional, en el
El estrés por calor, una tendencia creciente debido al cambio climático, afecta su rendimiento, un hecho que requiere soluciones urgentes teniendo en cuenta que, según algunas estimaciones, la población mundial alcanzará los 9 mil millones para el año 2050.
En busca de soluciones que garanticen la sostenibilidad de este grano, un estudio internacional, en el que participó la Universidad de Córdoba (UCO), analizó 54 tipos de trigo fabricados por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (abreviado a CIMMYT en español), una investigación internacional organización ubicada en México. Esta organización lleva más de 60 años desarrollando genotipos genéticamente mejorados de trigo y maíz.
Esta investigación tuvo como objetivo establecer cuál de los 54 tipos de trigo bajo análisis respondía mejor a las altas temperaturas. Específicamente, según Carlos Guzmán, investigador principal del estudio en UCO, el estudio reveló que 10 de estos genotipos toleran mejor el estrés causado por el calor. «La mayoría de ellos son tipos que han sido producidos recientemente por el programa de mejora, demostrando la efectividad de la mejora genética cuando se trata este problema si se realiza la inversión necesaria», señala el autor del estudio.
Las variedades se cultivaron en la estación de investigación experimental CENEB (Sonora, México), cuna de la Revolución Verde, donde prevalece un clima desértico. Los genotipos de grano se plantaron en febrero, tres meses después de lo normal, para que su floración y llenado de grano coincidieran con los meses más calurosos. Según los resultados, los genotipos que respondieron mejor a las altas temperaturas fueron capaces de producir 2,4 toneladas de trigo por hectárea, «una cantidad muy razonable en este tipo de ambiente y esto podría ayudar a mantener una tasa aceptable de productividad en estas condiciones». Carlos Guzmán.
Esta investigación no solo se centró en la cantidad de trigo que las variedades podrían producir, sino también en la calidad del grano, un factor que depende en gran medida de la cantidad y calidad de la proteína y es un elemento clave cuando se comercializa el grano que se utilizará en la elaboración. productos como pan y pasta.
Según los resultados del estudio, «la calidad del grano no ha disminuido debido al estrés en ninguno de los diez genotipos que resisten mejor el calor», lo que hace que estas variedades sean candidatas para ser utilizadas con frecuencia en programas de mejora o para ser lanzadas como variedades en regiones y países donde el estrés por calor es común. Todo esto se hace con el objetivo de generar trigo resistente al calor que pueda garantizar la sostenibilidad de un alimento básico que necesita seguir alimentando al mundo.
Vía: mundoagropecuario
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