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El médico veterinario y asesor ganadero Roberto Orrego -titular de Orrevet Servicios Veterinarios- comparte su experiencia.

Solana Sommantico
solana@motivar.com.ar

Muchos profesionales de la sanidad animal, cada tanto se encuentran atendiendo casos que no se manifiestan con frecuencia. A lo largo de todas las ediciones de MOTIVAR desde hace más de una década, mostramos las principales enfermedades que se dan en bovinos de carne, leche, ovinos, caprinos, porcinos, equinos, aves y pequeños animales.
Desde cuáles son hasta cómo tratarlas, cómo manejarlas y las medidas para prevenir. En esta nueva sección, queremos acercarles algo distinto.
Casos inéditos, raros, poco vistos, que seguro muchos veterinarios se han encontrado alguna vez a lo largo de su trayectoria con algún escenario similar.
En esta oportunidad, dialogamos con el MV Roberto Orrego (Ver recuadro) quien nos comentó acerca de este caso clínico: quistes de glándulas de Bartolino.

Presentando el caso

Las glándulas de Bartholin o glándulas vestibulares mayores son dos glándulas secretoras diminutas situadas a cada lado de la apertura de la vagina. Normalmente no son palpables y con frecuencia no son visibles.
“Secretan una pequeña cantidad de líquido durante el estro que ayuda a lubricar los labios vaginales durante la función sexual y mantener la humedad de la superficie vestibular de la mucosa vaginal”, explicó Orrego.
Y agregó: “Cuando se tapan, se producen estas concentraciones de moco vaginal, que muchas veces son quistes benignos, pero pueden llegar a infectarse provocando abscesos. Estos son los casos más complicados”.
Cuando se le consultó al profesional sobre la posible causa, explicó que suelen ser indeterminadas. Se asume que podría ser por una infección, una laceración, un parto distócico que genere algún taponamiento, o algo similar.
Muchas veces lo diagnostican como un prolapso vaginal, pero no es el caso.
“Esta experiencia la viví en un campo en Chillán -Chile- en una IATF y lo revisamos después del retiro de los implantes, por lo que asumo que el mismo implante de progesterona, los famosos “dib” generaron una vaginitis -una irritación de la mucosa vaginal- y esto pudo haber originado que se taparan los canalículos por donde debería salir el moco vaginal y por ende, género el quiste” detalló.
Cabe aclarar que estos quistes generalmente suelen aparecer en vacas adultas, “no está descrito en animales jóvenes, pero en terneras y vaquillonas pueden encontrarse algunos casos”.
En cuanto a los síntomas, Orrego sostuvo que en casos leves no se suelen presentar síntomas.
Muchas veces las vacas tienen los quistes y pasan desapercibidos. “Solo se ve en el examen físico -que lo tiene que hacer el veterinario- al abrir los labios vulvares y revisar directamente la vagina.
“En casos muy extremos, cuando ya son más grandes o están contaminados, se presenta un dolor muy grande. El animal camina y se nota, nos damos cuenta de la presencia de dolor”, relató el profesional.
Y agregó: “Se presenta una asimetría de los labios vulvares, hay uno que está más arriba del otro, dando un indicio de que algo no está completamente bien. Habría que hacer un examen físico de la vagina”.

Tratamiento

La bibliografía indica que el quiste muestra una remisión luego de la inyección de 10 ml de Yodo de Lugol al 2% en la cavidad después de la evacuación del contenido, y que a veces basta solo con la extracción del líquido.
“Se puede drenar y colocar antiinflamatorios. Si el líquido no fuera el típico sino un absceso, habría que colocar antibióticos también, drenando levemente el quiste. En algunos casos, el quiste naturalmente se reabsorbe y no hay que hacer nada”, resumió Orrego.

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