Desde hace varias semanas, la quema de pastizales afecta a diferentes localidades santafesinas y entrerrianas. Ya a mediados de julio se había registrado la misma cantidad de incendios ocurridos durante todo el mes anterior.  Las llamas volvieron a aparecer en esta misma zona, por lo que el Gobierno Nacional destinó apoyo económico y logístico que se

Desde hace varias semanas, la quema de pastizales afecta a diferentes localidades santafesinas y entrerrianas. Ya a mediados de julio se había registrado la misma cantidad de incendios ocurridos durante todo el mes anterior. 

Las llamas volvieron a aparecer en esta misma zona, por lo que el Gobierno Nacional destinó apoyo económico y logístico que se sumó al combate terrestre de los numerosos brigadistas forestales de Santa Fe y Entre Ríos, quienes junto a bomberos voluntarios trabajaron y trabajan para sofocar los focos de fuego.

Pero las imágenes satelitales, que muestran justamente esos focos, también confirman las sospechas de los expertos: la impresionante sequía que está viviendo el río Paraná desde marzo pasado se convirtió que un nuevo elemento que favorece el riesgo de incendios en el pre-delta y en la zona de humedales. 

El extremadamente bajo nivel del cauce, que no logró aliviar la apertura temporaria de la represa de Itaipú y dejó a la vista la malla del Túnel Subfluvial, marcan una sequía inaudita para la zona.
Desde Weekend seguimos día a día la realidad que vive el río Paraná a raíz de esta histórica bajante, y comprobamos que mantiene una caída constante de 50 cm semanales. En la siguiente secuencia de imágenes, de julio 2019 y julio 2020, se puede ver cómo el agua ha dejado de cubrir las áreas habitualmente anegadas que hoy soy presa de las llamas. 

Vía: weekend.perfil