Que 25 kilos no es nada: Pensando en el cuarteo de la media res, elevan a 32 kilos las piezas de carne que pueden cargar los trabajadores
El gobierno anunció días atrás, a la par de nuevas intervenciones sobre le mercado de la carne, una medida largamente reclamada por los grandes frigoríficos exportadores: el trozado de la media res sería obligatorio desde el 1 de enero de 2022. A tono con esta exigencia, la Superintendencia de Riesgos del Trabajo emitió este lunes
El gobierno anunció días atrás, a la par de nuevas intervenciones sobre le mercado de la carne, una medida largamente reclamada por los grandes frigoríficos exportadores: el trozado de la media res sería obligatorio desde el 1 de enero de 2022.
A tono con esta exigencia, la Superintendencia de Riesgos del Trabajo emitió este lunes la Resolución 22/2021. Corrige una norma previa, que había impuesto un peso máximo de 25 kilos a las piezas de carne que podía cargar un trabajador durante el proceso de faena o distribución de la carne vacuna. Esto implicaba forzosamente que no iba a poder continuar por mucho tiempo más la distribución de carne más habitual en el mercado interno, que es bajar las medias reses al hombre hacia los punto de venta minorista. Dependiendo de la edad del animal faenado, una media res puede pesar entre 70 kilos si fuera un ternero muy liviano, y unos 120/130 kilos, en el caso de un novillo pesado.
“A través de la Resolución 13 de fecha 29 de enero de 2020, este Organismo dispuso que toda manipulación, transporte, distribución, carga y/o descarga de productos cárnicos, cuyo peso sea superior a los 25 kilogramos, se deberá realizar con la asistencia de medios mecánicos adecuados”, explica la nueva resolución que, extrañamente, ahora elevó ese peso máximo a cargar a mano a 32 kilos, siete kilos más que antes.
¿Cuál es la explicación? Hubo en el medio un informe de la Dirección de Fiscalización Comercial Agropecuaria del Ministerio de Agricultura que anticipó “el procedimiento que se aplicará al troceo de medias reses vacunas, para facilitar la comercialización de los productos resultantes de carne con hueso”. En ese informe se estableció que el cuarteado de la media res (en el caso de los animales más grandes) “generará trozos de hasta 32 kilos” aproximadamente.
De este modo, las autoridades laborales se pusieron en línea con el proyecto de modernización comercial en el sector de ganados y carnes anunciado por el Gabinete Económico el jueves pasado, junto con la creación de un registro de exportadores de carne y a la par de una nueva negociación con el Consorcio ABC, la entidad que agrupa a los grandes frigoríficos exportadores, para vender algunos cortes más baratos en el mercado local.
El Consorcio ABC ha sido históricamente el sector de la industria frigoríficos que más ha impulsado la prohibición del comercio de carne en medias reses. En su caso, como las plantas exportadoras realizan la despostada (la fragmentación en cortes), esto les serviría para canalizar ciertas partes del vacuno que no se pueden exportar hacia el mercado doméstico.
Pero los frigoríficos exportadores representan solo 30% de la faena de vacunos. Las mayores resistencias a esta modificación de las reglas comerciales suele surgir de los frigoríficos consumeros y de los matarifes, más enfocados en la provisión de carne a los argentinos. Son ellos los que sueles descargar las medias reses directamente en las carnicerías de barrio, donde se siguen vendiendo cerca del 70% de los volúmenes totales. Argumentan que la prohibición de la media res les supondrá mayores costos logísticos y que además demandará inversiones en las plantas de faena donde deberá efectuarse el troceado. El punto más débil es la cadena de frío.
La resolución de la Superintendencia de Trabajo, que ya estaba en vigencia con los 25 kilos previos pero que jamás llegó a aplicarse, apuntala el cambio, al argumentar que “el fraccionamiento de la media res contribuirá de forma significativa a la disminución de pesos a transportar en forma manual, lo que traerá aparejado mejoras sustantivas en las condiciones de trabajo y en la prevención de trastornos musculoesqueléticos”.
Al parecer, hombrear 32 kilos no sería tan grave. Según el Senasa, la media res promedio pesa unos 110 kilos (en el caso al menos de los novillos que suelen ser destinados al mercado de exportación) y por eso la opción de elevar el peso de los trozos es lo más recomendable.
“La presente resolución entrará en vigencia el primer día hábil posterior a su publicación en el Boletín Oficial”, dice la Superintendencia, desconociendo que casi nadie hasta aquí había aplicado la anterior exigencia de los 25 kilos, pues las medias reses se siguen descargando normalmente en casi todos los barrios. Tampoco nadie había controlado demasiado.
En todo caso, ahora parece estar todo encaminado para que la nueva exigencia se ponga a rodar a partir del año próximo, como anunció el Gabinete Económico la semana pasada.
La entrada Que 25 kilos no es nada: Pensando en el cuarteo de la media res, elevan a 32 kilos las piezas de carne que pueden cargar los trabajadores se publicó primero en Bichos de Campo.
Seguir leyendo
