Una ‘Vaca Muerta’ del agro: “¿Por qué no conseguir U$S 15.000 millones para producir nitrógeno?”
La frase fue de Gabriel Delgado, actual director en Brasil del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Lo dijo en el marco de la presentación del Seminario “Oportunidades para el Desarrollo Federal”.
La mañana de martes en el amplio salón de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, donde se realizó el Seminario “Oportunidades para el Desarrollo Federal” que convocó el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), en la que el secretario de Agricultura cruzó a los sectores más vehementes de la política, también tuvo como escenario la planificación sobre el rol de la región en la producción de insumos para el agro.
Dos de los oradores que participaron del set “Bioeconomía y Conectividad para el Desarrollo Federal” fueron el analista de la UBA Roberto Bisang y Gabriel Delgado, actual director en Brasil del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
Bisang tomó primero la palabra y preguntó: “¿Qué sitio le cabe a la Argentina para repensar el nuevo modelo de desarrollo completo? El aceite de soja no es solo aceite de soja. Puede ser Rosario un complejo oleofílico ideal, como lo fue en los 60’ o 70’ cuando la petroquímica era el modelo”, expuso.
“Pero ahora tenemos un exceso de aceite de soja”, sostuvo y agregó: “Tenemos severos conflictos, pero si industrializamos eso como materia prima se acabo el conflicto”.
Bisang, analista económico de la Universidad de Buenos Aires especializado en temas agropecuarios, y uno de los principales hacedores del último Censo Agropecuario, expuso que “lo que está apareciendo son complejos bioenergéticos completos”.
¿A qué se refiere? Puntualizó en la denominada “química verde”.
“Si uno rasca un poquito en la Argentina, es la segunda fase de la industrialización, la transformación de materia química biológica como monómeros y polímeros agrupados para una nueva industria. Eso es lo que están haciendo ahora Europa y Estados Unidos”, comparó.
Según expresó, los procesos en ambos países “se están acelerando porque la crisis internacional de movimientos energéticos va a reforzar esta dirección”.
“Esa es la gran oportunidad para salir. La pregunta es qué va a hacer Argentina y qué tiene para ese modelo”, expuso.
Del mismo modo ponderó la importancia de la conectividad en la producción agropecuaria. Y señaló las actuales concentraciones de más de 30 cadenas en algunas zonas puntuales del país.
“Con la sustitución de importaciones la gente se fue a su casa y se quedó en el Conurbano, sin demasiado trabajo y en algunos Conurbanos con narcotráfico. Eso es un modelo explosivo”, definió.
En ese marco rescató la importancia de la Hidrovía. “Es esencial para la conectividad, junto con los tres pasos fronterizos para salir al Pacífico. Son cruciales en el nuevo orden internacional”, cerró.
FERTILIZANTES: LA “NUEVA” VACA MUERTA
Luego de la exposición de Bisang tomó la palabra Delgado. En una larga alocución puntualizó en un pasaje de su discurso sobre la importancia de la producción de fertilizantes.
“Cuando se desató la guerra entre Rusia y Ucrania, Brasil no pudo traer potasio por un largo período, porque provenía de Bielorrusia, Rusia y Canadá”, recordó.
“De las tres principales economías de producción agropecuaria en el mundo, China, Estados unidos y el cono sur de América, las primeras dos tienen autoabastecimiento de los insumos críticos para producir. Pero nosotros no. Somos la única que requiere de insumos de otras regiones para poder producir, que hizo que en Brasil se haga un programa nacional de fertilizantes, durante el año pasado, cuyo objetivo es tratar de autoabastecerse de los principales insumos críticos para la producción de alimentos”, indicó.
“Esto sería interesante replicarlo en Argentina”.
Por eso comparó las inversiones que se realizaron en Vaca Muerta en relación a las que se deberían hacer para que Argentina pueda producir su propio nitrógeno.
“Podemos avanzar en la autosuficiencia regional. Argentina podría proveer el 20% de los 5 mil millones que consume Brasil”, aseguró.
Y por eso planteó su postulado: “Para Vaca Muerta, con decretos especiales se consiguieron u$s 35.000 palos. ¿Por qué no pensar que esto también forma parte de la bioeconomía regional y de un proyecto real de integración con los principales países productores?”.
“Para producir fertilizantes no se necesitarían más de u$s 15.000 millones”, cerró.