Mariano Cirio, experto de Lartirigoyen, recomendó a los productores anticipar la compra de insumos y hacer ?barbechos flexibles? para que 2024 los agarré con mucha producción
El mercado de los insumos agrícolas sufre como muchos otros los cambios que se dan a nivel mundial y las distorsiones que se generan en el plano local, como consecuencia del faltante de dólares y las múltiples intervenciones oficiales que no hacen más que agregar incertidumbre. En ese contexto, el productor agrícola debe comenzar con
El mercado de los insumos agrícolas sufre como muchos otros los cambios que se dan a nivel mundial y las distorsiones que se generan en el plano local, como consecuencia del faltante de dólares y las múltiples intervenciones oficiales que no hacen más que agregar incertidumbre.
En ese contexto, el productor agrícola debe comenzar con la siembra de granos gruesos y se ve obligado a tomar decisiones importantes. Pesa mucho lo que cada uno cree que vaya a suceder con la política y la economía. Hay muchas monedas en el aire justo en este momento.
Mariano Cirio, encargado de la comercialización de insumo de la empresa Lartirigoyen, que tiene una gran distribución territorial, tiene una mirada optimista y sostiene que “gane quien gane, el mercado está esperando que se salde la brecha cambiaria y quizás haya modificaciones en las retenciones”.
Si esto sucede, finalmente el ingreso de los agricultores mejorará. Y además se daría en un contexto climático que ha mejorado, pues ya llovió algo y desde septiembre se espera un incremento en el régimen de precipitaciones. “Por eso el 2024 nos tiene que agarrar con muchos kilos producidos”, indicó.
Aquí su consejo: Compre ahora sus insumos porque porque están subiendo de precio y tendrían un costo relativo bajo si luego mejoran los precios al productor con el cambio de políticas en diciembre.
Escuchá la entrevista a Mariano Cirio:
Para tener mucha producción en 2024 se debe contar con un clima a favor y realizar un uso eficiente de los insumos (en especial fertilizantes, pero también semillas y agroquímicos), cuyos valores están registrando tendencia alcista.
Teniendo en cuenta esto, Cirio dijo que el consejo en líneas generales es que el productor se asegure la provisión y “que esté en comunicación constante con su proveedor para analizar qué oportunidades se van dando, porque se espera un rebote mayor de los precios, el mercado apuesta a eso y se va a ver de forma más fuerte con el correr de los últimos meses del año, cuando pasen las elecciones y se esclarezca el panorama político”.
El primer consejo de este especialista, entonces, es “comprar insumos porque están subiendo y si bien seguirían en esa tendencia tendrían a futuro un valor relativo bajo respecto de los ingreso que tendría el productor si se dan los cambios esperados” en las políticas cambiarias y de retenciones.
Pero además consideró que es clave hacer un barbecho químico flexible. “Lo que uno sugiere es hacer ´barbechos abiertos´, en los que se aplican productos que den la posibilidad de cambiar la rotación para pasar de maíz a soja o al revés, o quedar abierto para ir a girasol. Cuánto más flexibilidad, mejor en años como este”, indicó.
En cuanto a los precios, dijo que el rebote se está dando y que hay insumos que pegaron un salto muy importante, mientras que en otros la suba en menor, por ahora.
En el caso de la úrea, que llegó hace poco a precios mínimos históricos de 400 dólares por tonelada, su cotización actual es de casi el doble ya que se negocia a 700/750 dólares por tonelada.
En el mercado mundial la suba fue menor, de 50 a 60 dólares, dijo el analista, y se debió a dificultades en la producción china y una mayor demanda de India, pero acá el aumento fue mayor por todos los problemas internos, entre los que se cuenta sobre todo la dificultad para importar, al nuevo impuesto del 7,5% de los productos extranjeros, y el factor incertidumbre en la provisión.
El impuesto PAIS además se cobra cuando se nacionaliza la mercadería, con lo cual muchas empresas lo deberán pagar por negocios realizados antes y con precio cerrado. Ese costo se está cargando también en los nuevos negocios, al menos en parte.
“También la atrazina, que se usa mucho en maíz, está por las nubes, en 12 dólares de promedio, lo que duplica el valor histórico”, agregó Cirio, quien destacó: “Veo a los productores apostando a fondo por la expectativa de cambios políticos y porque nadie quiere quedarse con pesos en la mano y eso genera más presión de demanda”.
El incremento de la demanda se contrasta con ofertas restringidas ya que muchos proveedores, en este contexto de tanta incertidumbre, limitan o cuotifican las ventas. “Si uno quiere comprar o pagar una factura con vencimiento largo no te toman el pago, si compraste a cosecha tenés que pagar a cosecha. De hecho, hay ventas que se hacen sólo de forma financiada porque nadie quiere agarrar pesos hoy y todo eso se traslada al precio”.
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