Con un Niño que viene lento, la incertidumbre política y económica favorece los encierres y la poca salida de los feedlots
Los datos oficiales y los que maneja la Cámara de Feedlot dan cuenta de que la sequía y la incertidumbre económica y política pesan fuerte en el negocio ganadero. El Niño asoma de a poco y en las zonas en las que hubo precipitaciones el rebrote del pasto es lento. Recién se espera que haya
Los datos oficiales y los que maneja la Cámara de Feedlot dan cuenta de que la sequía y la incertidumbre económica y política pesan fuerte en el negocio ganadero.
El Niño asoma de a poco y en las zonas en las que hubo precipitaciones el rebrote del pasto es lento. Recién se espera que haya más forraje a partir de octubre. Con temperaturas más altas y días con más sol, la situación será otra.
La cuestión es que ahora, a los criadores que pudieron guardar terneros o tuvieron pariciones en otoño no les queda más opción que vender su hacienda. Y el destino obligado sigue siendo mayoritariamente el engorde a corral, porque sigue faltando pasto.
El Senasa informa que el stock en los feedlots es de 1,9 millones de vacunos, muy cerca del máximo del año y del histórico que superó por poco los 2 millones. En 2023 los engordes intensivos recibieron hasta el momento 4 millones de cabezas, que equivalen al 40% del total faenado entre enero y agosto.
Según los datos de la Cámara de Feedlot, la reposición sigue en niveles altos para la época. El índice es de 0,91, lo que significa que prácticamente por cada animal que venden a la faena entra otro, lo que da cuenta de que el destino sigue siendo el engorde a corral.
Esto hizo que el stock de ganado en los corrales siga en niveles altos.
“Los ingresos se sostuvieron y por eso el stock se cayó solo 1% según Senasa, y según nuestra medición 1,5%. Con diferencias en el nivel de ocupación según el tamaño de la empresa, las más chicas tienen el 46% de sus corrales con ganado y las más grandes el 71%”, dijo Fernando Storni de la Cámara de Feedlot.
Hay otra cuestión que explica el alto stock en los corrales y tiene que ver con la situación económica y la incertidumbre política.
El retroceso en los precios del ganado, que perdió el 30% de la mejora que se dio en el primer tramo de agosto porque el consumo no convalidó toda la suba, hizo que muchos engordadores apelen a dietas que les permitan estirar los procesos de terminación, para no vender a precios que se consideran bajos, en función de lo que se espera que suceda con la economía.
Se vienen las elecciones y el mismo ministro de Economía, Sergio Massa, adelantó que el dólar a 350 pesos se mantendrá hasta las presidenciales- Esto supone que luego se devaluaría otra vez el peso.
Esas probables modificaciones cambiaras, y las esperadas definiciones de las políticas del nuevo gobierno, traerían aparejada nuevas relaciones de precios relativos.
En este contexto los ganaderos prefieren retener, el mercado de terneros para engorde es chico. Solo se oferta lo que no se puede retener por la seca. Tampoco hay muchos negocios por vientres.
Los feedloteros esperan por otra parte que a partir de octubre las lluvias, las temperaturas más altas y los días con más sol ayuden al rebrote de pasturas que facilitará la retención de los criadores, la recompra de recriadores, y que incluso algunos saquen ganado de los corrales para estirar más el proceso de terminación del ganado y no quedarse con pesos en la mano.
En este contexto, en lo que queda del año y con poca hacienda producida a pasto, lo que quedará para el mercado interno será la hacienda que ofrezcan los feedlots, que es mucha pero al mismo tiempo es lo único que hay.
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