El rinde promedio en la región pasó de 27 a 30 quintales por hectárea. Las lluvias de fines de octubre fueron clave. Aun quedan 400.000 hectáreas sin trillar.
En Brasil, que no tiene retenciones, el empleo directo e indirecto asociado al campo captura el 26,5% del total de los puestos de trabajo; pero en la Argentina se estima que no supera el 16%.