La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca publicó en el Boletín Oficial dos resoluciones que marcan el camino por el que quiere transitar el nuevo Gobierno, enfocado en la bioeconomía.

La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía informó este viernes que se autorizó la comercialización de cuatro levaduras genéticamente modificadas (GM), que permiten mejorar la producción de bioetanol a partir de la fermentación de granos.

Es una suerte de primer paso que da la nueva administración, encabezada por el presidente Javier Milei y con Fernando Vilella a cargo de la dependencia agropecuaria, en el camino para apostar a la bioeconomía como la catapulta para impulsar al campo y la agroindustria argentinos, y lograr la meta de duplicar las exportaciones.

A través de las Resoluciones 3/2023 y 6/2024 publicadas en el Boletín Oficial durante los últimos días, se aprobó concretamente la comercialización de la levadura Saccharomyce cerevisiae cepas GICC03486 (GPY10009), GICC03506 (GPY10023), GICC03578 (GPY10168) y GICC03588 (GPY00603), con capacidad mejorada para la producción de bioetanol a partir de la fermentación de granos, solicitadas por la firma Danisco Argentina SA.

Se trata de la subsidiaria a nivel local del gigante danés Danisco, uno de los líderes mundiales en la producción de ingredientes para alimentos y otros productos de aplicación para el agro, y que desde hace años forma parte de otro gigante de la agroindustria: Dupont.

LA ERA DE LA BIOECONOMÍA

“La iniciativa tiene el potencial de transformar nuestro futuro de manera significativa, ubicándonos en una nueva etapa centrada en la bioeconomía, donde la biotecnología y los bioinsumos se combinan para impulsar la obtención de bioenergía, una fuente de energía respetuosa con el medio ambiente”, subrayó Vilella respecto de esta novedad.

Por su parte, el subsecretario de Bioeconomía e Innovación, Pablo Nardone afirmó: “Hoy, con agrado, anunciamos la aprobación comercial de las primeras levaduras genéticamente mejoradas para la producción optimizada de bioetanol, marcando así un nuevo capítulo en la historia de Argentina, donde la innovación y la sustentabilidad son protagonistas”.

Según Nardone, “el uso de estos microorganismos más eficientes, permitirá potenciar el agregado de valor en origen, mejorando el rendimiento de la producción de bioetanol, reduciendo costos al transportar productos de mayor valor que los granos que lo originaron, reduciendo también emisiones de carbono y el deterioro de la infraestructura de transporte”.

Asimismo, destacó “el papel clave que han venido desempeñando el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), la Comisión Nacional de Biotecnología Agropecuaria (Conabia), y la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios en calidad de asesores”.

“Estas instituciones tienen una función central al llevar a cabo una supervisión constante y efectiva de estos proyectos”, recordó.