Cuando todavía no era obligatorio retirar los bidones de agroquímicos, Alejandra García Dávila comenzó a fabricar postes con el plástico reciclado que vuelven al campo
En el Parque Industrial de la ciudad de Perico, en la provincia de Jujuy, existe un galpón bastante nuevo que puede distinguirse fácilmente del resto de las instalaciones porque lo resguarda una singular cerca hecha con postes de plástico reciclado. Este es el taller que está montando Terramaq, una empresa fundada por Alejandra García Dávila
En el Parque Industrial de la ciudad de Perico, en la provincia de Jujuy, existe un galpón bastante nuevo que puede distinguirse fácilmente del resto de las instalaciones porque lo resguarda una singular cerca hecha con postes de plástico reciclado. Este es el taller que está montando Terramaq, una empresa fundada por Alejandra García Dávila en mayo de 2010, mucho antes que saliera la Ley que obliga a los fabricantes de agroquímicos a retirar los envases utilizados del campo y meterlos en un circuito de reciclaje, cuya sanción se produjo en 2017.
En esas instalaciones de Perico se devuelve a la vida útil los bidones de fitosanitarios y otros descartes de la industria agropecuaria del Noroeste, pero transformados en ecopostes, varillas o bolsas de residuos. Pero allí también vimos unos gruesos cables utilizados para conectar varias poblaciones jujeñas a la red, que fueron fabricados en instalaciones de otra empresa colega de la ciudad de Rosario, porque Terramaq no cuenta todavía con la capacidad productiva para piezas de ese porte. Eran los primeros caños de plástico reciclado que se emplean en una obra pública, con la cual el gobierno de Jujuy iba a llevar conectividad por fibra óptica a la zona de Susques, sobre el paso de Jama, cerca de la frontera con Chile.
Alejandra está detrás de ese proyecto y de muchos más, pues cuenta con experiencia suficiente en el reciclado de plásticos que recolecta del campo. Allá lejos y hace tiempo, cuando surgió la idea de este proyecto, no pocos le aseguraron que se aventuraba “a una locura”. Sin embargo, su pasión por el cuidado del medio ambiente tiró más y fue pionera en Salta y Jujuy en esto de reciclar bidones de agroquímicos que antes quedaban abandonados, enterrados o se quemaban en los campos.
“Nos llevó dos años poder conseguir que nos habilitarán. Acá en Jujuy me habían dicho que era una locura, que era prohibido llevar adelante el proyecto. Entonces en la provincia de Salta lanzaron una convocatoria para toda la gente que tuviera alguna idea de poder reciclar este tipo de producto. Y bueno, me presenté en Salta, era un salón lleno de gente con ideas. De toda esa gente quedaron cinco proyectos y después quedé yo sola”, contó la emprendedora a Bichos de Campo.
Mirá la entrevista completa:
Aunque Alejandra tiene título de profesora de geografía, siempre le inquietó ver tanto plástico pululando por los campos. Por eso -junto a su hermano- se las ingeniaron para tratar disminuir tanta contaminación. Como dijimos, unos 13 años atrás no existía la ley 27.279 de gestión de envases vacíos de fitosanitarios y mucho menos una fundación como CampoLimpio, que controlara la trazabilidad de los bidones y el circuito de reciclaje.
“Nadie pensaba en hacer esto acá (reciclar bidones de plástico). Si bien usábamos extrusora o máquinas preparadas para el plástico, mi hermano empezó a modificarlas para poder sacar los postes y las trabillas”, dijo García Dávila.
-¿Y como fueron esos inicios sin que existiera una ley de reciclaje ?
-Recién en el 2018 se promulgó la primera ley nacional respecto del tratamiento de los envases de fitosanitarios. Imagínate todo el tiempo que pasó que no había normativas. Yo al principio recorría todos los campos, uno por uno, hablando con los productores, pidiéndoles que me dieran los bidones. Algunos me decían te lo vendo, otros hacé lo que quieras o llévate esta basura, o si vos me limpias el campo, vení con la gente. Así que era un poco la la empresa de servicio de limpieza de los campos, porque no le daban mucha importancia en ese momento y no lo tomaban como un recurso. Después ya apareció la Fundación CampoLimpio y la ley los obliga a dar una disposición adecuada de los bidones. Ahora se trabaja más ordenado.
-¿Y qué hacen con esos bidones ?
–Hacemos postes y trabillas. Después en el tiempo, empezamos a pensar en que otras cosas se podían hacer y en una alianza estratégica y con la gente de Estrada (la empresa rosarina) arrancamos con los politubos, que se utilizan para la conectividad o para electricidad. Terramaq es una empresa 100% sustentable. Entonces la idea es no solo fabricar estos producto, sino evitar la deforestación. Reemplazando la madera común por madera plástica, sentimos que colaboramos mucho.
-Los postes plásticos reemplazan al viejo poste de tranquera, a la puntera de unparral ¿Qué otros usos se le pueden dar a las piezas que fabrican?
–Los están empezando a utilizar en arquitectura para reemplazar las maderas, para hacer exteriores, en vez de usar rejas se utilizan los postes o las varillas como diseño. En el caso de los politubos reciclados, el gobierno de la provincia de Jujuy, con esa mirada sustentable, con Jujuy Verde y demás, hace la primera obra de conectividad con tubos reciclados.
Alejandra se muestra orgullosa de ese logro. Y dijo. “Es la primera vez que nos dan la oportunidad de demostrar que realmente el plástico se puede utilizar en cosas que vuelven en un uso y que no están en contacto con lo alimenticio, que no están en contacto con el ser humano de manipuleo permanente. Porque este tipo de plástico requiere una trazabilidad y un uso condicionado, controlado.”
-Llegó la hora de tu revancha… La primera idea la tuviste vos siendo jujeña y tuviste que ir a materializarla a Salta. Ahora el gobierno local te pide el plástico reciclado…
–Si, la verdad que si. A mi me encanta ver que todo esto haya avanzado tanto, porque hace 13 años atrás era una locura, era prohibido, era impensado hacer una cosa así. Cuando uno mira para atrás ve que se avanzó mucho. Tener una ley, tener resoluciones en que se vayan involucrando otros actores y que no sea tan difícil, porque a mi la verdad me costó bastante convencer a la gente que esto era posible. Estuvimos tres años como proyecto piloto donde nos controlaban permanentemente el agua, el suelo, el proceso, el chip que quedaba, ver cuánto quedaba de contaminación. Y bueno, después de tres años de ese proceso nos habilitaron para hacer este tipo de trabajo.
-¿Y si algún productor quiere intentar con postes plásticos, en vez de hacer un alambrado de madera o de metal lo puede hacer con estos postes?
–Totalmente, se pueden hacer y es más económico. Pero cuesta convencer a la gente de que realmente se puede reemplazar, que es bueno y para toda la vida. El primer poste fabricado en el año 2012 está plantado en Las Lajitas y está exactamente igual. Nada lo deteriora, ni el sol, ni la lluvia, no necesita mantenimiento, ni le entra la plaga, ni nada. Así que la verdad que eso es muy bueno.
-Pese a los avances, debe faltar muchísimo. ¿Qué es lo que falta?
–Si, totalmente. Hay que empezar a trabajar en redes y ganar en exigencia, porque cuando a uno le exigen en algo, uno cumple, pero cuando es decisión de cada uno hacerlo, no se le da mucha importancia. Terramaq tiene un compromiso con el planeta. Entonces no cuesta nada separar los residuos secos y reciclables y que se los pueda utilizar. Evitar quemar, evitar enterrar, hay mucho por hacer. Estamos trabajando en las escuelas y para nosotros el residuo reciclado es un recurso, que la gente sepa que es recurso, que eso tiene un valor, que tiene precio y que nosotros lo compramos.
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