En una campaña que se descuenta tendrá un fuerte déficit hídrico, una clave es ajustar al detalle las decisiones agronómicas y “dejar de definir al lote como la unidad en la que tomamos decisiones”.

Pasó el Congreso 2022 de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) y, si bien los ejes estuvieron apuntados a cuestiones estratégicas a abordar por las empresas para ser más atractivas y sustentables en el futuro, hay una preocupación transversal a todas las cadenas agropecuarias que no pudo soslayarse: la sequía y la llegada de la tercera Niña consecutiva.

Las empresas están trabajando en aportar soluciones que mitiguen el impacto de la falta de precipitaciones: principalmente, tecnologías de tipo digital que permitan a los productores ser más eficientes en el uso de insumos, evitando también incurrir en altas inversiones en un escenario de encarecimiento de los herbicidas y los fertilizantes.

“Es un año en que la tecnología puede hacer que demos un salto o no, a la luz de las dificultades que tendrán que enfrentar los productores. Nuestra propuesta digital es un puente para que puedan seguir creciendo”, comentó Nicolás Brandstadter, Gerente de Marketing de Nidera Semillas.

SISTEMA DE MANEJO VARIABLE

En concreto, la propuesta de la semillera es lo que denomina un “Sistema de Manejo Variable”, a través de su Red.IN: una herramienta digital que permite entender la variabilidad de ambientes que tiene cada lote y ajustar una práctica de manejo en forma precisa, como por ejemplo, la densidad ideal de siembra de maíz.

“Lo que tenemos que hacer es dejar de definir al lote como la unidad en la que tomamos decisiones o para la que hacemos recomendaciones de densidad de semillas o fertilización; y empezar a identificar los distintos ambientes y a partir de cada uno, hacer una prescripción que se ajuste a su potencial”, agregó Brandstadter.

E insistió en que este manejo es integral, “va de la siembra a la cosecha” y es “la mejor manera de saltear estos problemas” climáticos.

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