Frigoríficos: “Con estos tipos de cambio de corta duración es difícil proyectar negocios”
Daniel Urcía, directivo del ICPVA y de FIFRA, señaló que si bien los tipos de cambios mejoran la competitividad del negocio cárnico, es de manera momentánea y genera incertidumbres para cerrar negocios a futuro.
El nuevo escenario político y económico que se presentó en Argentina a partir del triunfo en el balotaje del candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, representa una oportunidad para que la ganadería recomponga sus cifras productivas y de generación de divisas.
A nivel productivo, la recomposición de los precios en todas las categorías luego de una seca que complicó la producción, será un impulso para la mejora del stock bovino, diezmado por la falta de disponibilidad forrajera y precios de la hacienda que estuvieron pisados durante buena parte de 2023.
En tanto, los frigoríficos exportadores sufren la retracción en los precios de la carne despachada a China. Y si bien el nuevo dólar exportador presentado por el Gobierno hasta el 10 de diciembre mejora el tipo de cambio, la cadena de valor apunta a que el comercio exterior tenga reglas de juego más previsibles.
Ganados y carnes: por qué la llegada de Milei a la presidencia puede plantear un escenario favorable
En diálogo con Infocampo, el vicepresidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), analizó como cerrará el año para el negocio ganadero y las perspectivas que genera la llegada de un nuevo color político al frente de la Casa Rosada.
-La semana comenzó con un nuevo presidente electo y un tipo de cambio más favorable para la exportación. ¿Cómo ve la industria frigorífica exportadora este escenario?
-Antes teníamos un dólar 70%/30% y ahora esta nueva versión, pero el problema de fondo que viene sosteniendo el sector privado es que no se puede trabajar con estos tipos de cambio. Con el formato anterior, el viernes pasado (en referencia al 17 de noviembre) no sabíamos que dólar había hoy martes (21 de noviembre). Esto genera incertidumbre y dificulta la realización de negocios.
-¿Cuál sería el rumbo más favorable para la industria?
-Una solución es plantear un sistema económico con mayor previsibilidad en el tiempo. Por ahora, el nuevo dólar puede servir, ayuda y de hecho indudablemente mejora la competitividad. Pero me parece que se requiere un plan económico y trabajar con certezas y la mayor previsibilidad posible; la actividad exportadora demanda mucho tiempo, para poner una carne que llegue a China tenés que hablar de 60 a 90 días. Y estamos trabajando semana tras semana o a quince días vista, y eso complica los números de las empresas.
-¿Qué balance haces de las exportaciones de carne con el dólar 70/30?
-Con estos tipos de cambio de corta duración es difícil poder programar o proyectar, porque muchas veces mejoran las operaciones actuales, no la programación de operaciones comerciales. Te pongo el ejemplo de la semana pasada: ¿con qué dólar se podía hacer una operación para esta semana? Si lo hacías con el dólar 70-30, podías quedar fuera de foco, porque si te quedabas con el dólar oficial menos retenciones, caía de $500 a $320-330. Eso hace hace que todos los actores tengan que ser sumamente cautos.
-¿Que van a plantear como cadena de valor? Javier Milei señaló que los derechos de exportación se irán quitando de manera gradual.
– La cadena en su conjunto ya se explayó y fue clara, no quiere intervención en la exportaciones, no quiere tipo de cambio diferentes, no quiere cortes prohibidos ni cortes populares. Si queremos libertad para ejercer el comercio.
-¿Qué balance hacen de 2023, teniendo en cuenta factores como los diferentes tipos de cambio que hubo en el año y la caída en los precios a China?
-El año va a cerrar muy bien porque en cuanto a números, con una de las faenas más importantes, más de 14 millones de cabezas y un buen volumen de exportación. En cuanto a la foto de los números, van a ser muy buenos, pero con resultados económicos muy malos. Creo que quedamos condicionados a un año que necesita recomponer el stock y no solamente retención de vientres, sino también recomponer recría que la sequía obligó prácticamente a hacer una terminación de destete. Ahora, con los precios que se están viendo en las distintas categorías se podrá incentivar un poco la retención, después de un escenario de alta participación de hembras en la faena por la sequía.
-En 2024, ¿puede haber alguna mayor participación de la exportación sobre el consumo interno?
-Habrá que ver como se presenta el mercado, en la actualidad estamos en una relación de 70% de mercado interno y el 30% de exportación. En la Mesa de las Carnes planteamos un escenario a diez años en donde esta relación puede pasar a 60-40, sin dejar de sostener el consumo interno. Lo que sí me parece que significativo es que la oferta de carnes totales que tenemos en Argentina es absolutamente suficiente y te garantiza que el mercado nunca estará desabastecido.
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