Mientras la chicharrita del maíz hace estragos, la soja tampoco trae buenas noticias
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires volvió a reducir su estimación de cosecha de maíz, pero también lo hizo con la soja, en este caso por la falta de lluvias y la ola de calor de fines de enero y principios de febrero.
Por segunda semana consecutiva y tercera vez en apenas un mes, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires redujo su estimación de cosecha de maíz.
¿El motivo? La expansión de la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), la plaga vectora de enfermedades que afectan al cereal y que está causando un verdadero estrago en la producción nacional.
Qué es la chicharrita del maíz y por qué es la plaga que tiene en jaque al campo argentino
Este jueves, en su Panorama Agrícola Semanal (PAS), la entidad porteña achicó en otras 2,5 millones de toneladas su cálculo maicero: de las 52 millones de toneladas de la semana pasada, a 49,5 millones.
Pero cabe recordar que ya el jueves previo había recortado 2 millones de toneladas;, y antes de eso, otras 2,5 millones. Es decir, que del pronóstico inicial de 56,5 millones de toneladas, se pasó a perforar las 50 millones y con un final aún incierto, porque aún pueden seguir perdiéndose hectáreas y rindes.
LA CHICHARRITA DEL MAÍZ, UN DRAMA PARA EL CAMPO
Estos datos se conocen además luego de que también la Bolsa de Comercio de Rosario achicara drásticamente su proyección de cosecha, de 57 millones de toneladas a 50,5 millones.
De acuerdo con la entidad rosarina, son unas 225.000 hectáreas las que ya se perdieron, y es el mayor daño registrado hacia la producción por un factor no climático.
Chicharrita del maíz: ya se perdieron 225.000 hectáreas y se sigue derrumbando la cosecha
En este marco, la Bolsa de Buenos Aires indicó que “continúa en análisis la distribución del área afectada por el complejo de virus y bacterias asociados a la chicharrita, que ha determinado una nueva baja en las proyecciones de producción”.
También afirmó que hay unas 150.000 hectáreas sembradas con fecha tardía que, luego del ataque de la plaga, en lugar de ser cosechada será destinada a forraje, solo en el centro-norte de Santa Fe y en el norte de Córdoba.
El dilema de los productores ante la expansión de la Chicharrita del maíz: ¿cosecharlo o picarlo?
Mientras tanto, “los reportes tanto del NEA y NOA continúan a la baja tanto por el efecto de la enfermedad como por el estrés termo-hídrico”, agregó en el PAS.
El dato alarmante es que el rendimiento promedio esperado para esas zonas disminuyó un 30% en apenas tres semanas.
La única buena noticia en este contexto es que la recolección de los planteos tempranos de maíz, que por su ciclo pudieron esquivar a la chicharrita, siguen mostrando excelentes resultados en la región núcleo, con rindes que promedian 88,4 quintales por hectárea.
LA SOJA, TAMBIÉN CON PÉRDIDAS
Por el lado de la soja, si bien la plaga no causa ningún problema en este cultivo, la cosecha comenzó a tomar impulso y los datos no son lo alentadores que se esperaba en este contexto, esperando que la oleaginosa aliviara el drama que se vive con el maíz. .
En toda la zona núcleo, los rendimientos medios para los planteos de primera se sostienen en torno a 40 quintales por hectárea, mientras que los esperados para los de segunda podrían superar al promedio.
Continúa la disminución en la condición entre Normal y Excelente de los planteos tardíos (3 p.p. vs. Informe anterior) debido a las enfermedades presentes. Nuestra nueva proyección de producción es de 49,5 MTn. #maíz 🌽#ecc
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No obstante, la Bolsa advirtió que “estos resultados no logran compensar la tendencia a la baja de los rindes esperados sobre el NEA, Centro-Norte de Córdoba y Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires”, como consecuencia del “impacto que tuvo, en mayor o menor medida, la falta de precipitaciones y las altas temperaturas durante parte de la etapa crítica del cultivo, disminuyendo el potencial de rinde”.
Así fue que la entidad porteña recortó también su proyección para la soja, de las 52 millones de toneladas que preveía hasta ahora, a 51 millones; es decir, 1,5 millones de toneladas menos.
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