Hormigas: cómo es el método de control biológico para alejarlas de la huerta
Cuáles son las estrategias para frenar a estos insectos y en qué momento aplicarlas, por un especialista del INTA AMBA.
Muchas veces se toma a las hormigas como un ejemplo de trabajo incesante, sin embargo, cuando aparecen en los jardines y, peor aún, en la huerta, se busca eliminarlas lo más rápido posible para preservar el bienestar de los cultivos.
Al respecto, Francisco Pescio, un especialista del INTA AMBA, aportó una serie de métodos de control biológico a aplicar para mantenerlas al margen de la huerta del hogar.
“Las hormigas negras son seguramente una de las visitas más frecuentes y menos queridas de nuestra huerta, dentro de las especies más conocidas están la roja (que pica), carpintera y la denominada ´hormiga argentina´, que son aquellas pequeñas que suelen abundar en las cocinas. Si bien cumplen un rol necesario en la naturaleza, generalmente suelen traer inconvenientes en los cultivos. Es así que se debe aprender a regular su población, ya que una colonia puede estar formada por millones de ejemplares”, aseguró el técnico.
Particularmente, el científico del INTA remarca específicamente que a principios de primavera y finales del verano son los dos momentos donde ocasionan mayores daños. La razón principal, continuó, es para aumentar sus reservas alimentarias para luego enfrentar el semestre frío del año.
A su vez, el investigador agregó que estos insectos suelen tener mayor actividad durante los crepúsculos.
“Existe una gran variedad de hormigas en la huerta y no todas afectan de la misma manera. Las típicas hormigas coloradas, con su clásico hormiguero elevado, que salvo por las molestas picaduras, que se alimentan de vegetales; y otro tipo de hormigas coloradas, que no pican pero pueden llegar a traer otros problemas ya que protegen a quienes atacan a las plantas en forma directa. Esto lo vemos en su relación pastora con los pulgones”, afirmó Pescio.
su alimentación
Según Pescio, las hormigas negras son defoliadoras, es decir, cortan las partes verdes de las plantas. Una vez que obtienen ese material, dentro del hormiguero sirve de sustrato para la aparición de hongos de los cuales se alimentan realmente.
La estrategia que en general utilizan es atacar una serie de plantas por vez según su preferencia para luego pasar a otras, continuó.
“Las hormigas son muy selectivas en cuanto a los vegetales a cortar. Por lo general seleccionan plantas que tengan buena calidad alimentaria y no posean sustancias desagradables o tóxicas. En la huerta, las legumbres como habas o arvejas son las primeras en ser consumidas. El perejil suele ser atacado habitualmente; y en las plantas ornamentales, los rosales y jazmines pueden rápidamente ser consumidos”, advirtió el especialista.
En cuanto a los daños, el del INTA explicó que la gravedad es mayor en plantas más pequeñas tanto como en las que fueron atacadas con anterioridad. Por otro lado, en el caso de los cultivos de mayor tamaño, el investigador sostiene que podrán sobrevivir aunque su crecimiento será fuertemente reducido.
Al mismo tiempo, estos insectos se ven atraídos por la falta de riego, según Pescio, y añadió que “se sospecha que esto se debe a que pueden detectar que hay mayor cantidad de nutrientes en la savia”.
las estrategias de control biológico
Una técnica de control biológico que recomienda el especialista es utilizar cebos atrayentes. En primer lugar, permiten desviar la atención del atacante hacia el cebo y evita así que el blanco sea la planta. Este implemento también puede afectar la alimentación de las hormigas, como por ejemplo el arroz, y a la vez permite que las hormigas transporten sustancias toxicas al nido, para que luego ataquen a la honguera (como ocurre con el sulfato de cobre).
“El manejo o control biológico requiere que se realice en forma integrada y no solo aplicando una receta”, aseguró el técnico, y agregó que es necesario “encontrar el equilibrio dentro de la huerta buscando que no ataquen a las hortalizas, en principio mediante la combinación de especies o presencia de aromáticas”.
Con respecto a los repelentes naturales, el del INTA destacó a la menta, ajo y cebolla, ajenjo, lavanda, ruda y el sésamo.
Para detectar la presencia de hormigas, es prudente utilizar trampas en aquellas especies muy preferidas por ellas como las habas y la arveja. Ni bien se visualice un ataque sobre el blanco, el especialista señala que es el momento de preparar el control biológico. Los llamadores más utilizados son: cáscaras de cítricos, miel, granos de arroz partido.
En este sentido, Pescio separó entre los extractos macerados y el purín: “Los que preparamos en casa son en realidad extractos vegetales.En el Purín fermentado, las partes de las plantas se colocan en recipientes con agua: se cubre el recipiente y se revuelve todos los días hasta que ocurre un cambio de color en una o dos semanas. Hay que tener en cuenta que emana un fuerte olor. Se diluye en agua y se puede aplicar”.
En tanto, explicó Pescio, la infusión consiste en colocar las plantas en agua hervida. Esto implica dejarla reposar durante 24 horas, a diferencia de la maceración en la que se colocan los vegetales en agua durante no más de tres días.
Un aspecto de vital importancia, según el del INTA, es que no deben fermentar. En todos los casos se filtra el resultante y por lo general también se diluye para luego aplicarlo.
Otra técnica recomendada por el especialista, es utilizar a los hongos verdes y azules que atacan a las frutas cítricas que pertenecen a las especies Penicilium sp. y consiste en tomar varias de esas frutas y realizar un macerado. Para eso, se debe filtrar este líquido y se riega sobre la entrada del hormiguero: “El objetivo es ‘regar’ esporas de estos hongos sobre el hormiguero, las cuales germinaran en la honguera y eliminaran al hongo que utilizan las hormigas como alimento; provocando así su alejamiento de la zona”, concluyó Pescio.
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