En el marco del Congreso Maizar 2024, las semilleras también apostaron su apuesta por el sorgo. Desde Advanta enumeraron las ventajas de un cultivo que se puede complementar perfectamente con el girasol y el maíz.

En las últimas diez campañas, el cultivo de sorgo se mantuvo –con altibajos- con una superficie sembrada cercana al millón de hectáreas. De acuerdo a datos oficiales, el área implantada en ese período osciló entre techos de 997.000 y 550.000 hectáreas.

Si bien la cadena de valor del cultivo trabaja para incrementar estos números, la irrupción de la chicharrita y las dudas que genera al momento de pensar en la campaña 2024/25 aceleran los tiempos y posicionan al sorgo como una alternativa de peso en los planteos productivos.

En el mundo vinculado a este cereal, han puesto un número a esta ambición: la meta es duplicar el área de este cultivo y llegar a las dos millones de hectáreas, a partir de una evaluación detallada de sus demandas globales, tanto en consumo humano como animal.

¿Se viene el año del sorgo?: en la ruleta agrícola, el “rojo” suma cada vez más fichas

Más allá del peso que pueda tener en la actualidad la plaga de chicharrita, se trata de un cultivo que se posiciona favorablemente por virtudes propias.

En primer lugar, acredita un uso muy eficiente del agua, una prestación por demás valiosa en una época de volatilidad climática y además se adapta con facilidad a ambientes difíciles.

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— MAIZAR (@maizararg) May 16, 2023

EL SORGO, ANTE UNA GRAN OPORTUNIDAD 

Paula Castaño, Gerente de Marketing de Cono Sur en Advanta, reconoció que existe una alta demanda por la semilla de sorgo y junto a Infocampo analizó las virtudes y potencialides de este cereal y sus chances para dar el gran salto productivo.

-¿Como están viendo las oportunidades para el cultivo de sorgo?
-El sorgo este año siendo altamente demandado, lo que no es menor. Es un cultivo con mucha tecnología y quizás el productor desconocía que evolucionó en tecnología. Desde Advanta, este año nos preparamos para no ir exclusivamente en reemplazo, sino como complemento del maíz. Entendemos que hay estimaciones que hablan que la superficie de maíz bajará entre un 15% y 20% dependiendo la zona, seguramente en el norte más que en el sur. Estamos trabajando en cubrir toda esa demanda, tomar producción incluso contraestación y asegurar que el productor tenga una buena experiencia en cuanto al manejo agronómico, que quizás se desconoce. Entendemos que es un año para trabajar con el productor, en recomendaciones de siembra y cosecha. Estamos muy contentos porque es un cultivo que independientemente de la coyuntura del maíz presenta techos de rendimentos en muchas zonas de 12.000 a 14.000 kilos por hectárea. Los productores empieza a ponerlo en otro lugar, como una alternativa y un complemento.

-¿Qué le falta al sorgo para dar el salto definitivo?
-Nosotros venimos trabajando junto a otros jugadores de la cadena, como consultores y la industria en general en cómo pensar en las dos millones de hectáreas de sorgo. Hay múltiples variables que deben congeniar para que suceda. Una es trabajar en la calidad de cosecha, hoy China nuestro principal importador y ellos también importan de Australia y Estados Unidos con calidades excepcionales. Entonces, tenemos que sostener el mercado global. Tenemos la oportunidad de trabajar en el consumo interno de sorgo.  Por ejemplo,  Brasil con el bajo tanino hace un consumo aviar muy grande, por fuera del ganadero. También deben haber determinadas variables de apertura comercial de protocolos comerciales, que le den al productor la facilidad de colocar ese grano. Y hay que trabajar en innovación y genética.

-Si en el corto plazo se diera esta expansión, ¿la industria semillera está preparada para abastecer esta demanda?
-Creemos que sí, obviamente es un año también para la captura del valor de las tecnologías. Es un año en donde Advanta está reforzando la producción a nivel global y buscando cómo satisfacer a la demanda en toda la proporción que podamos. La campaña no está cerrada, tenemos un muy buen nivel de avance  pero estamos buscando de nuevo acompañar a ese productor para que no sea una venta estacional y que pueda quedar fidelizada ,para que se expandir este año la superficie de sorgo y sostener el largo plazoplazo.

-¿Cuál sería el factor que podría traccionar este incremento en la superficie sembrada?
-El productor agrícola ve en el sorgo un cultivo que rinde y que tolera adversidades. Desde el punto de vista de la sustentabilidad, tiene más generación de raíces y tolerancia a estrés hídrico: es un cultivo que “se la banca”. Quizás algunos productores tienen en su imaginario la rusticidad del sorgo y hoy es un cultivo con tecnología y a través de la genética viene demostrando que sube los pisos de rinde y eso también es un driver de compra para el productor agrícola. Incluso para rotar los planteos agrícolas y complementar con maíz y girasol.

-¿Como viene en relación a sus costos de producción?
-En comparación con maíz tiene menos riesgo, tiene menos costos, pero no significa que no sea un cultivo que requiera tecnología, nutrición y un paquete de acompañamiento. Ha demostrado que puede darle negocios al productor y obviamente el año pasado tuvimos en algunos momentos excepcionalidad de precio, que hacía que el sorgo estuviera más competitivo que el maíz. Creemos que el productor tiene que tomar esa decisión a largo plazo y no solo mirando el hoy.

-Tenés un minuto para convencer a un productor que se pase al sorgo. ¿Que le decís?
-Creemos en el complemento, y la ola del crecimiento también es el maíz. El productor tiene que hacer un uso eficiente de la tecnología,  conocer muy bien su campo y elegir lo que mejor se adapte a  su realidad. Desde el lado de Atlanta lo que puede encontrar es la posibilidad de complementar los cultivos, no es ni uno ni otro: creemos en un crecimiento sostenido a largo plazo