Jorge Pachetta desarrolló un equipo que permite mezclar caldos para aplicaciones de fitosanitarios, pero afirma que no hay apoyo para los emprendedores que recién se inician. “Mi intención es dar trabajo, pero en la Argentina no es fácil comenzar”, señaló.

En la Argentina no es fácil ser emprendedor. Es que resulta un país donde se volvió trabajoso impulsar negocios y hacerse conocido rápidamente. Entre altas cargas burocráticas, excesivos impuestos, inflación y trabas en el comercio exterior, el 80% de las empresas no logra superar los cinco años de vida. 

Sin embargo, existen personas que enfrentan desafíos y le pone la frente al escenario de incertidumbre que siempre gobierna al país desde hace décadas.

Un caso paradigmático es Jorge Pachetta, un emprendedor de Gálvez, Santa Fe, quien hace seis meses culminó el desarrollo de un sistema de carga y pre-mezclado de fitosanitarios en el campo y quiere trascender con su invento.

“No es nada sencillo que el Estado te acompañe en un proyecto como este. Las grandes empresas siempre tienen mayor reconocimiento que un emprendedor talentoso que recién se inicia”, cuenta el entrevistado a Infocampo.

SU PROYECTO EN VIDRIERA

Pachetta tuvo la oportunidad en la última edición de Agroactiva, de mostrarle al campo una novedad única en su tipo, que diseñó gracias a sus conocimientos adquiridos, puesto que es ingeniero industrial y conoce los desafíos que tiene el agro en este tiempo.

“Vengo de un sector que poco tienen que ver con el agro. Soy empleado de una empresa que fabrica transformadores eléctricos, aunque mi padre es productor agropecuario y es ahí dónde me di cuenta del problema que genera no mezclar bien los productos químicos”, insistió.

El emprendedor, oportunamente viajó a Estados Unidos y Brasil, donde observó equipos similares, lo que le desató la curiosidad inventora para perfeccionar el segmento en la Argentina, debido a que las mezclas del caldo siempre es un problema en la pulverización.

“Con este equipo innovador buscamos mejorar la homogeneidad del caldo en las aplicaciones de productos químicos y reducir al máximo la pérdida de tiempo en el trabajo de pulverización”, destacó.

El artefacto, cuenta con dos tanques que pueden instalarse de acuerdo a la necesidad de aplicador. “Con el prototipo que llevé a Agroactiva se puede mezclar dos caldos de 750 litros. Pero está la opción para hacer uno de 1500 litros”, destacó el ingeniero industrial, orgulloso de su invento.

MUCHA RECEPCIÓN

A pesar de su corto tiempo de desarrollo, la mezcladora recibe elogios del sector agropecuario, y los usuarios de aplicaciones terrestres, aéreas y hasta de drones fumigadores, lo consultan para conocer más sobre su creación.

“Mi objetivo es satisfacer una necesidad que observé que no estaba cubierta en el sector. Es algo nuevo, que permite optimizar el trabajo del aplicador, incorporando productos químicos diferentes en la misma pulverización”, destacó el entrevistado.

Como nuevo “empresario”, sueña con darle trabajo a la gente y ser parte de la transformación que impulse a la industria a resolver los problemas económicos del país.

“Lamentablemente tenemos que comenzar en soledad el proceso de emprender. Si no sos conocido ningún Gobierno provincial y nacional te ayuda. Es algo que debemos cambiar en este país que tiene tantos talentos invisibilizados”, indicó.

En Agroactiva, el emprendedor cuenta que tuvo muchas visitas, en un sector, donde acudió con una humilde carpa, pocos folletos y una tarjeta personal. “Creo que este desarrollo va a tener una muy buena repercusión en el sector agropecuario local, estoy entusiasmado y con ganas de darle trabajo a la gente”, concluyó.