Mapeos térmicos, una defensa efectiva contra las heladas en viñedos
Predecir la dinámica de las heladas en los campos vitivinícolas permite detectar las zonas más y menos frías, definir estrategias de defensa efectiva y contar con las mejores condiciones para producir.
La innovación en el agro no deja de sorprender. Por ese motivo, los mapeos térmicos cumplen la función de relevar millones de datos que permiten emerger patrones para entender el camino que recorren las heladas dentro de una finca.
A diferencia de lo que se suele suponer, el enfriamiento del aire no es homogéneo, por el contrario, depende de diversos factores como la topografía, la vegetación, el suelo, el riego, entre otras cuestiones que se deben analizar.
Es que el aire es invisible a los ojos, es como un fantasma. La forma de revelarlo es a través de los mapeos térmicos. Estos, son una representación a colores de la dinámica de las heladas, que se consigue de manera digital gracias a la colocación de decenas de sensores a lo largo y ancho de predio a diagnosticar.
“Los mapeos son una oportunidad para optimizar la producción, ya que permiten tomar decisiones estratégicas: qué variedad o especie plantar, qué sistema de defensa es el adecuado, qué áreas de la propiedad cultivar y cuáles destinar a estructuras, además de la conveniencia de comprar o no una finca”, expresó Francisco Gonzalez Antivilo, gerente y socio fundador de IndeGAP, empresa que promueve con estas tecnologías, información crucial para potenciar la productividad y la rentabilidad.
TECNOLOGÍA DE PRECISÓN CONTRA LAS HELADAS
Los mapeos térmicos son posibles gracias al desarrollo del concepto de la agricultura de precisión y las nuevas tecnologías de sensado (equipos datalogger).
Un tercer elemento se suma para potenciar la innovación: el know-how científico, es decir, el diseño de muestreo y el análisis de big data que permite caracterizar el microclima de cada finca y su relación con la fenología del cultivo.
La combinación de estos tres elementos es el gran aporte que realiza IndeGAP y que pone al servicio del sector agrícola.
“Nuestro trabajo radica en colocar en el predio una red de sensores de alta densidad, mucho más alta de lo que cualquier productor podría hacer. Son unos 40 ó 50 sensores, dependiendo del tamaño del lugar, los que dejamos instalados varios meses con la finalidad de evaluar entre 20 y 30 heladas, o la mayoría de heladas que se puedan”, explicó Gonzalez Antivilo.
Una vez obtenida la información deseada, logrando reconocer el patrón de heladas de los lotes, los sensores se retiran y comienza una etapa de asesoramiento, donde la empresa les brinda a los propietarios de la finca, todo su conocimiento.
“La herramienta que entrega un mapeo térmico son las diferencias entre las zonas más y menos frías. Hay fincas donde esas diferencias son de sólo 1 °C ó 2 °C , donde se puede aplicar una estrategia de manejo general; mientras que otras fincas registran deltas térmicos de entre 5 °C y 7 °C, donde las estrategias tienen que ser sectorizadas”, sostuvo el entrevistado a infocampo.
El especialista comentó que una representación acabada y de calidad no se construye con un solo sensor y en una helada, sino con decenas de sensores registrando decenas de heladas, de manera de poder modelizar y predecir esa dinámica con robustez estadística.
“Son millones de datos que permiten emerger patrones para entender el camino que recorren las heladas dentro de la finca. Así, se pueden caracterizar diferentes zonas según grado de riesgo y tasa de descenso de temperatura”, compartió.
DATOS INDISPENSABLES
Gonzalez Antivilo, es ingeniero agrónomo, asesor vitícola y científico, con casi 20 años de trayectoria en el medio.
A lo largo de su trayectoria en el profesionalismo y la capacitación en emprendimientos de vid, logró suponer que predecir la dinámica de las heladas en los campos permite detectar las zonas más y menos frías y definir estrategias de defensa efectivas.
“Hace dos años y medio que nos convertimos en empresa, y en ese tiempo logramos aplicar esta tecnología en unas 10 mil hectáreas de diversas fincas de Cuyo. Son unos 40 clientes a los que seguimos asesorando para que potencien su actividad”, señaló el investigador.
Las llamadas defensas activas, recurso utilizado para prevenir este problema, pueden resultar más caras que el cultivo mismo y no siempre resultan efectivas. En IndeGAP desarrollan este método innovador con el fin de modelar y predecir la dinámica de las heladas dentro de las propiedades agrícolas.
“Los mapeos de patrones de heladas –insistió- emergen como una herramienta innovadora que brinda información invaluable para combatir esta amenaza”. Se trata de una opción fundamental que resulta muy apropiada para tomar decisiones estratégicas en la finca.
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“Con el diagnóstico hecho, las decisiones son concretas. Nos reunimos, hacemos un coloquio de ideas, donde participamos como empresa junto al asesor del campo y el propietario, quien lo conoce más que nadie, y juntos evaluamos los pasos a seguir para que el futuro de la producción sea exitoso en su campo”, concluyó el especialista, quien dejó para los interesados un correo de contacto: comercial@indegap.com
