Caso Fecovita: el impacto económico que tendrá el juicio por balances falsos

La guerra entre la Federación y su ex socia Iberte llegará al estrado mendocino en una de las causas que apunta contra directivos y exdirectivos de la cooperativa. Cuáles serán las consecuencias para una pieza clave de la vitivinicultura local.
En los últimos días, el enfrentamiento entre la Federación de Cooperativas Vitivinícolas (Fecovita) y su ex socia Iberte dio un paso más desde el punto de vista judicial: una de las causas que los tiene como protagonistas fue elevada a juicio oral.
La Justicia de Mendoza ahora será la encargada de resolver la acusación de falsificación de balances que recae sobre siete directivos, exdirectivos y síndicos de la cooperativa de vinos más grande de Argentina y una de las más importantes del mundo.
En el medio de las denuncias y causas cruzadas y los movimientos en el Ministerio Público Fiscal mendocino, uno de los grandes interrogantes que surge es sobre el impacto económico que tendrá el caso no solo para Fecovita, que nuclea a unos 5.000 productores en todo el país, sino para la vitivinicultura argentina en general, donde la Federación es uno de los jugadores con más peso en el mercado interno y en la exportación de graneles y mosto.
LOS CONFLICTOS DE FECOVITA
Cabe recordar que los enfrentamientos entre Fecovita e Iberte comenzaron en 2022 por diferencias en un contrato de consignación de vino y mosto en Europa en la sociedad exportadora Evisa, en la cual ambas empresas eran socias.
Esa primera denuncia realizada por la empresa española -creada por el empresario Juan José Retamero y con representación del ex presidente del INV Guillermo García- radicada en Bratislava contra la Federación derivó en un largo litigio judicial que ha pasado por distintos fueros y tribunales sin lograr resolución.
A partir de esa primera denuncia, Eduardo Sancho, Marcelo Federici, Rubén Panella, Jorge Irañeta, Eugenio Portera, Roberto Vázquez e Hilda Wilhelm de Vaieretti fueron acusados en una segunda causa de presuntamente falsear estados contables de los ejercicios de 2021 y 2022 que ocultarían un quebranto de unos 100 millones de dólares.
Sobre esta causa que se resolvería en los tribunales de Mendoza antes de que termine el año, fuentes cercanas al caso comentaron a Infocampo que la pena que arriesgan los acusados no compromete el patrimonio de Fecovita, pero si son hallados culpables podrían recibir dos años y medio de prisión.
Sacudón en la industria del vino: directivos de Fecovita irán a juicio por falsificación de balances
Pero más allá de que esto no tenga un impacto directo en las arcas de la Federación, por el mes de marzo de este año, el Consejo de Administración de Fecovita había reconocido que las consecuencias de esta gran disputa legal con Iberte ha traído algunos dolores de cabeza para el funcionamiento empresarial.
Por aquel entonces, reconocieron que la restricción de salir del país a los directivos, algo que después fue revocado, impidió la participación de viajes de negocios y en reuniones programadas con algunos de sus principales clientes en el exterior.
FECOVITA, EN NÚMEROS
Conforme a los datos proporcionados por la Federación, Fecovita tiene un peso del 30% en el mercado interno con marcas que forman parte de la idiosincrasia argentina y comercializan en cuatro bodegas:
- Toro, que cuenta con más de 120 años de historia y se jacta de ser el vino más elegido a nivel local y la segunda marca en el mundo.
- Canciller, otra marca de las centenarias.
- Bodega Estancia Mendoza, muy ligada a deportes como el fútbol, rugby y tenis.
- Los Helechos, apuntada a la alta gama y emplazada en Valle de Uco.
En total, son 19 marcas las que se elaboran bajo la producción de la Federación: a los nombres de las cuatro bodegas se suman etiquetas como Texto Súbito, Finca Magnolia, Dilema, La Colina de Oro, Resero, Simona Estate, Kadabra, Arizu, Dralion, Pirueta, Zumuva, Amenní, Cruz del Sur, Promesa y Nativo.
La producción de Fecovita se divide a grandes rasgos un 80% en el mercado interno y un 20% a la exportación. Además, tres de cada 10 vinos que se venden en el país son elaborados por alguna de sus bodegas.
Más allá de ser un gran jugador en los fraccionados, Fecovita es el mayor exportador de vinos a granel del país y el segundo en mosto. Justamente en este último segmento, este año la empresa se quedó con un cupo de exportación a Estados Unidos, el principal mercado de Argentina, por 6.368 toneladas de las 40.392 que se asignaron a 12 bodegas nacionales en el período del 1 de abril de 2025 al 31 de marzo de 2026.
Siguiendo con números que nos ayudan a dimensionar la importancia que tiene en el entramado del negocio vitivinícola argentino, la Federación nuclea unos 5.000 productores de todo el país agrupados en 29 cooperativas y 54 bodegas. Más allá de los empleados directos que tiene, cuenta a su vez con más de 1.000 colaboradores para llegar a producir 350 millones de litros de vino por año.
A nivel estructural, Fecovita es dueña de una de las plantas modelo en la región, la cual fue inaugurada en 2018 en el departamento de San Martín.
Aunque el vino no se fabrica, sino que se elabora, por sus dimensiones la planta se puede comparar con una fábrica, donde con capacidad para elaborar 43.000 botellas y 48.000 cajas de tetrabrik por día en pleno funcionamiento, por la cual desfilan decenas de camiones cargados de uva en plena temporada de cosecha. Además, cuentan con otra sede en Maipú, y otra en San Juan.
Se trata del grupo cooperativo vitivinícola más grande del mundo y cuenta con un modelo que es único en Argentina y con pocos casos similares que se podrían enumerar en el resto de las regiones productoras.
Se encuentra entre los 10 principales grupos en el sector del mundo, con acuerdos comerciales en más de 40 países, con cinco oficinas en el exterior y 1.200 clientes estratégicos.
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