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Análisis de la campaña agrícola 2018-2019 impacto económico y fiscal

Fuente: Sector Agropecuario 22/04/2019 09:57:05 hs

Introducción El objetivo de este estudio es medir el impacto económico y fiscal que tendría la cosecha correspondiente a la campaña 2018-2019, a partir de los cinco principales cultivos: Cebada Girasol Maíz Soja Trigo De esta forma, se estimará su aporte al PBI y la recaudación fiscal resultante. Con respecto a esto, es importante señalar

Introducción

El objetivo de este estudio es medir el impacto económico y fiscal que tendría la cosecha correspondiente a la campaña 2018-2019, a partir de los cinco principales cultivos:

  • Cebada
  • Girasol
  • Maíz
  • Soja
  • Trigo

De esta forma, se estimará su aporte al PBI y la recaudación fiscal resultante. Con respecto a esto, es importante señalar que el último septiembre marcó el regreso de los derechos de exportación, tanto para productos primarios ($4 por dólar exportado) como industriales ($3 por dólar exportado). En el caso de la soja y sus subproductos, se adelantó la baja planificada en la alícuota (unificándose en 18% para todo el complejo), pero se le añadió a esta tasa el pago del nuevo tributo de $4 y $3 por dólar exportado, en forma respectiva.

Resumen Ejecutivo

La presente campaña y con la cosecha de soja y maíz a la vista, se vislumbra una importante recuperación en la producción de estos cultivos tras la grave sequía que afectó a las principales zonas productivas del país en año pasado.

Bajo este contexto, se estima que la cosecha de los cultivos más representativas del país se incrementa en alrededor de 30 millones de toneladas con respecto a la anterior campaña 2017-2018.

Esto implica un mayor dinamismo en las zonas con fuerte presencia de la actividad agrícola, impulsando la demanda de servicios agrícolas, transporte y comercialización de insumos, con el consecuente aumento de la utilización de la mano de obra local.

De acuerdo a las estimaciones realizadas, se espera que el incremento de la producción de granos, represente alrededor del 1,2% del PBI del año 2018. Este porcentaje se explica principalmente por el aumento previsto en las cosechas de soja y maíz. Es válido mencionar que el trigo tiene un bajo impacto como consecuencia de una producción que, debido a factores climáticos, fue menor a la previamente proyectada, calculándose la diferencia en más de un millón de toneladas.

Esta mayor producción agrícola se traduce en una suba en el requerimiento de servicios de transporte: Movilizar toda esta cosecha adicional hasta las zonas portuarias o industriales implica la necesidad de utilizar el equivalente a un millón de camiones más que en la campaña anterior.

Sobre la base de una distancia media de 200 kilómetros, la facturación adicional del sector transporte alcanzaría los 28.000 millones de pesos.

Asociado a esto, el consumo de gasoil crecería en 80,4 millones de litros con respecto a la campaña anterior, que representa el 0,6% del total consumido en el 2018 y el 3,7% de las importaciones totales de este combustible.

El total del combustible requerido para esta producción adicional, incluyendo labranza, siembra, cosecha y transporte, alcanza los 200 millones de litros.

De acuerdo a los niveles de precio y tipo de cambio de marzo de 2019, los ingresos por derechos de exportación en el corriente año crecerían en aproximadamente 20.140 millones de pesos por las exportaciones adicionales generadas por el aumento en la producción. Esta cifra, equivalente a 480 millones de dólares, representa alrededor del 0,1% del PBI de 2018.

En este sentido, es preciso destacar que 7 de cada 10 pesos adicionales que se recaudan por las denominadas “retenciones” se explican por las exportaciones de soja. Le sigue en importancia el aporte que realiza el cultivo de maíz (casi 1 de cada 4 pesos tributados).

En tanto que, si se consideran los principales impuestos nacionales (Impuesto al Valor Agregado, Impuesto a las Ganancias, Impuesto a los Créditos y Débitos Bancarios e Impuesto a los Combustibles[1]) la recaudación se incrementaría en aproximadamente 40.000 millones de pesos, considerando los efectos directos e indirectos que se generan en la economía.

Por otra parte, es importante resaltar que los ingresos provinciales mostrarían un crecimiento de 5.100 millones de pesos, a través del Impuesto a los Ingresos Brutos[2].

Cabe esperar que el incremento en la producción de estos cultivos genere una mayor demanda de mano de obra. En consecuencia, se crearían 139 mil puestos de trabajo adicionales (o sus horas equivalentes) en los períodos de siembra y cosecha, considerando tanto los empleos que se producen en forma directa como indirecta.

Teniendo en cuenta esta suba en el empleo, el volumen de salarios pagados en la economía crecería en 8.800 millones de pesos, de acuerdo al nivel salarial vigente. En este sentido, es preciso destacar que el incremento adicional en los ingresos por Seguridad Social sería de 1.900 millones de pesos.

Asimismo, y asociado con el mayor consumo que implican estos nuevos puestos de trabajo, se recaudan 5.100 millones de pesos, considerando los tributos a nivel nacional, provincial y municipal.

En conclusión, si se consideran los tributos correspondientes a derechos de exportación e impuestos nacionales y provinciales, generados tanto en forma directa como indirecta, la recaudación total gracias a este incremento en la producción de los cinco cultivos analizados, alcanzaría los 72.100 millones de pesos.


[1] Incluye el denominado Impuesto al Dióxido de Carbono.

[2] Por tratarse de un tributo provincial, se realizan las estimaciones de acuerdo a las alícuotas vigentes en la provincia de Buenos Aires.

Análisis de la campaña agrícola 2018-2019 Impacto económico y fiscal de la Industria aceitera

Introducción

El objetivo de este estudio es medir el impacto económico y fiscal que tendría el incremento en la molienda de soja como efecto de la mayor cosecha en la actual campaña, y su destino de exportación.

De esta forma, se estimará su aporte al PBI y la recaudación fiscal resultante. Con respecto a esto, es importante señalar que el último septiembre marcó el regreso de los derechos de exportación, tanto para productos primarios (4 pesos por dólar exportado) como industriales ($3 por dólar exportado). En el caso de la soja y sus subproductos, se adelantó la baja planificada en la alícuota (unificándose en 18% para todo el complejo), pero se le añadió a esta tasa el pago del nuevo tributo de 4 pesos por dólar exportado.

Resumen Ejecutivo

La presente campaña y con la cosecha de soja a la vista, se vislumbra una importante recuperación en la producción de este cultivo tras la grave sequía que afectó a las principales zonas productivas del país en año pasado.

Bajo este contexto, se estima que la cosecha se incrementa en alrededor de 16 millones de toneladas con respecto a la anterior campaña 2017-2018, alcanzado una cifra cercana a los 54 millones de toneladas.

Esto implica un mayor dinamismo en las zonas con fuerte presencia de la actividad agrícola, impulsando la demanda de servicios agrícolas, transporte y comercialización de insumos, con el consecuente aumento de la utilización de la mano de obra local.

Se espera que durante el 2019 la molienda de soja debiera incrementarse en cinco millones con respecto al año anterior, alcanzando aproximadamente 42 millones de toneladas, valor similar al registrado en el 2017, con una producción de soja de casi 55 millones de toneladas.

De acuerdo a las estimaciones realizadas el incremento de la actividad industrial en este caso de molienda, representa alrededor del 0,114% del PBI del año 2018, si a esto se le adiciona, el impacto generado por la producción de soja necesaria para su procesamiento, el efecto sobre el PBI llega al 0,35%. Medido en generación de divisas representan el ingreso de 1.830 millones de dólares aproximadamente.

De acuerdo a los niveles de precio y tipo de cambio de marzo de 2019, los ingresos por derechos de exportación en el corriente año crecerían en aproximadamente 21.800 millones de pesos por las exportaciones adicionales generadas por el aumento en la molienda. Esta cifra, equivalente a 495 millones de dólares, representa alrededor del 0,09% del PBI de 2018.

Durante el año 2018, por efectos de la sequía, la industria necesitó importar poco más de 6,4 millones de toneladas de porotos de soja, superando ampliamente las aproximadamente 1,9 millones de toneladas del año 2017.

Por lo tanto con la expectativa de una campaña similar a la 2016-2017 del cultivo de soja y un nivel de molienda semejante al 2017, es probable la fuerte reducción en las compras al exterior de esta oleaginosa, con lo cual se generaría un ahorro de divisas de acuerdo a los precios FOB de marzo de 2018 equivalentes a 1.472 millones de dólares.

Del lado fiscal, excluyendo a los derechos de exportación, el incremento de la recaudación de impuestos nacionales estaría próximo a los 3.700 millones de pesos, sólo por efecto de la molienda, durante el 2019. Por la producción equivalente de soja al crecimiento de la molienda, la recaudación se incrementa en 5.900 millones de pesos, así el crecimiento de los ingresos fiscales en el presente año se elevarían en 9.600 millones de pesos, gracias a la mayor actividad del complejo a partir de la industrialización del poroto de soja.

La industria aceitera, de acuerdo a los datos de la Secretaría de Trabajo de la Nación, en el período comprendido primer a tercer trimestre de 2018, comparo con el mismo, pero de 2017 se perdieron cerca de 1.500 empleos formales. En la comparación del segundo trimestre de cada año, donde se registra el mayor nivel de actividad en el sector, el descenso en la cantidad de asalariados se aproxima a los 2.000.

Con lo cual previendo volver a los niveles de actividad del 2017 es probable un escenario con una recuperación de los niveles de empleo, previo a la sequía que afectó no solo a la actividad agrícola, sino que también a la agroindustrial. De cumplirse esto y de acuerdo al salario medio de la actividad “Elaboración de aceites y grasas de origen vegetal”, el total de salarios netos pagos crecería en alrededor de 1.240 millones de pesos, y los ingresos en la seguridad social por 560 millones de pesos.

De acuerdo a las estimaciones realizadas, la industria aceitera, que incluye  el procesamiento soja, girasol, maní, algodón, etc., por cada puesto de trabajo generado en este sector, se generan 10 en el resto de la economía.

Lic. Adrián Gutiérrez Cabello
Coordinador Centro de Economía Regional
Escuela de Economía y Negocios – UNSAM

Universidad Nacional de San Martín

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