En el balance de gestión del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca se enumeraron los principales logros del INTA. El Ing. Juan Balbín, actual presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), participó del balance de gestión del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y enumeró los principales logros de la gestión. “Tenemos un enorme

En el balance de gestión del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca se enumeraron los principales logros del INTA.

El Ing. Juan Balbín, actual presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), participó del balance de gestión del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca y enumeró los principales logros de la gestión.

“Tenemos un enorme capital humano que de alguna manera tiene que estar orientado al desarrollo del país, que hoy necesita un instituto como el nuestro”, destacó y así lo describe la nora de Nicolás Degano en AGROFY NEWS .

En primer lugar, describió las 3 grandes líneas sobre las que se trabajó en el período 2016-2019:

Reorientación de la investigación y la extensión

Rediseño y fortalecimiento de la estructura organizativa del INTA

Promoción de la cultura emprendedora

En este sentido, se realizó un relevamiento que encontró un total de 264 problemas y oportunidades que derivaron en 97 proyectos, con la participación de 2500 actores privados y públicos. “Pusimos mucho foco en la innovación, con indicadores de impacto y gestión por resultados”.

Balbín destacó a la “intensificación sostenible”, como el gran desafío que tiene la producción agropecuria y agroindustrial para seguir creciendo.

LOS 6 LOGROS DEL INTA

A continuación enumeró algunos de los logros tecnologicos que se destacan del período 2016-2019.

Variedades de algodón

“Hemos hecho un acuerdo muy grande con 6 provincias a traves de la Ley algodonera y logramos tener tres materiales con germoplasma adaptado a la región”.

Además, se obtuvo la primera planta transgénica de algodón en la Argentina, algo que “está desarrollado a nivel internacional pero no estaba en nuestro país”.

Lo que es único a nivel mundial es la obtención de variedades resistentes al picudo del algodonero (Anthonomus grandis) mediante la estrategia de ARN de interferencia (ARNi). “Es la primera vez en la historia que se logra a través de biotecnología tener un algodón que tolere el insecto más serio que tiene el cultivo”.

Nanoanticuerpos VHH

Son los “famosos” anticuerpos de camélidos, de llamas y de guanacos: “Hemos generado una plataforma que nos permite el control de virus, tanto en humanos como en mamíferos, de diarreas y de rotavirus”, contó Balbín.

El INTA inició un estudio con camélidos, con anticuerpos derivados de llamas (nanoanticuerpos). Desarrolló y patentó, en el INPI y otras oficinas de Propiedad Industrial, un anticuerpo capaz de neutralizar a diferentes variantes del virus.

Hoy están trabajando para lograr que una vaca transgénica permita transmitir en su leche estos anticuerpos. El objetivo es elaborar leche maternizada para que los niños al tomarla estén protegidos contra el virus.

“Se comenzó a usar en niños que presentan diarrea y es una oportunidad para no usar indiscriminadamente antibióticos”, contó el presidente del INTA.

Arroz resistente para Brasil

Balbín destacó las variedades de arroz desarrolladas por el INTA que tienen una gran participación en Brasil, con un 70% del germoplasma, que se genera en Concepción del Uruguay.

“A nivel internacional somos un jugador importante”, destacó.

En 2017, ya con presencia el Sudamérica, el programa de investigación de la Estación Experimental Agropecuaria Concepción del Uruguay, logró lanzar y poner en reproducción (en semilleros) dos nuevas variedades. Una, de grano largo fino y, la otra, largo doble.

Largo Fino: MEMBY PORÁ

Largo Ancho: KIRA INTA

Biocontroladores

Balbín destacó el rol de Ricardo Negro, actual presidente del Senasa, que “hace 3 años entendió y vio el concepto de biocontroladores”, una tecnología que se logró generar en el Alto Valle para la producción de peras y manzanas.

Se realiza una cría masiva de insectos autóctonos que se usan en el control biológico de plagas, en distintos cultivos: “Estamos lanzando una compulsa para que se pueda tomar la tecnología y que se genere empleo”.

“Este es un logro que va a trascender porque en el sector científico y productivo se nos plantea un desafío con tres patas: aumentar la productividad, la calidad y la sustentabilidad”, manifestó en su momento Balbín al presentar las instalaciones del Centro de Multiplicación de Biocontroladores (Cemubio) en el INTA Alto Valle.

Se destaca que la adopción de esta herramienta tiene un alto valor para el diseño de programas sanitarios de escaso impacto ambiental.

Vacunas (tuberculosis y leucosis)

“Estamos muy cerca de registrar una vacuna contra la tuberculosis bovina”, destacó Balbín. “Esto es clave para nuestros mercados, sobre todo para China que lo exige, estamos con las pruebas a campo en Santa Fe y a muy poco tiempo de poderla liberar”, agregó.

El otro desafío es la vacuna de leucosis, que es más complejo pero es un problema que está generando pérdidas de 200 o 300 millones de dólares al año en los rodeos de la Argentina.

Desde el INTA explican que la leucosis bovina enzoótica (LBE) es el SIDA del ganado lechero. Es una enfermedad infecciosa de prolongada incubación, producida por un retrovirus que afecta el sistema linfático, que es transmisible de bovino a bovino.

Edición génica (CRISPR)

El INTA también destacó en el balance los avances en edición génica: “Como instituto ya tenemos dos realidades con esta tecnología”.

Uno es una papa que no se oxida. Este es un logro de un grupo de investigadores del INTA Balcarce, en Buenos Aires, que lograron identificar y desactivar los genes que provocan un proceso conocido como pardeamiento enzimático u oscurecimiento, que sucede cuando una papa se corta y se expone al aire, altera su calidad, sus propiedades nutricionales y genera también grandes pérdidas económicas para la producción y la industria.

El otro logro en edición génica es de investigadores del INTA y de la Universidad de San Martín utilizaron “tijeras génicas” –CRISPRs– para modificar el genoma de embriones producidos in vitro. En tres de los cuatro animales en estudio, pudieron editar el gen de la beta-lactoglobulina, principal alérgeno presente en la leche bovina.

El objetivo final “es obtener un animal productor de leche hipoalergénica, que no tenga la capacidad de producir esa proteína que genera esta afección”, explicó Nicolás Mucci, investigador del grupo de Biotecnología del INTA Balcarce, responsable del proyecto.

“CULTURA EMPRENDEDORA”

“El gran desafío de generar cultura emprendedora”, destacó Balbín, en referencia a la importancia de que las innovaciones sean verdaderas generadoras de empleo.

En este punto se destaca el Pre Masterplan DIA (Distrito de Innovación Agroindustrial) y la finalización del edificio de INCUINTA, que “es algo revolucionario para la Argentina”.

Este edificio cuenta con una planta para escalar proyectos que nacen en el INTA y también una incubadora de proyectos, que permite a cualquier investigador tener “un metro de mesada”.

Además, “en los últimos 4 años se generaron 88 patentes y una gran asociativdad desde el Instituto, que se capitalizó en 200 convenios internacionales y 400 locales”, concluyó.

Vía: Campoenaccion

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