El Delta del Paraná, un tesoro en el Litoral
El complejo fluvio litoral del Paraná tiene miles de años de historia, aunque su visibilidad en términos productivos y ambientales fue más reciente. De qué se trata esta geografía que forma parte de la identidad de toda una región. El sitio comprende humedales continentales de origen fluvial asociados a la llanura de inundación del río
El complejo fluvio litoral del Paraná tiene miles de años de historia, aunque su visibilidad en términos productivos y ambientales fue más reciente. De qué se trata esta geografía que forma parte de la identidad de toda una región.
El sitio comprende humedales continentales de origen fluvial asociados a la llanura de inundación del río Paraná, en sus tramos Medio e Inferior. Incluye dos Parques Nacionales: “Predelta” e “Islas de Santa Fe”, así como territorio perteneciente a la jurisdicción de las provincias de Entre Ríos y Santa Fe.
En el Sitio, la planicie aluvial, de entre 20 y 40 km de ancho, está ocupada por depósitos aluviales y por cuerpos lóticos (arroyos y ríos) y leníticos (lagunas) de diferentes tamaños, con conectividades y dinámicas morfológico-sedimentarias distintas, determinadas por la dinámica fluvial.
En el cauce principal hay bancos de arena e islas, los de mayor superficie rondan las 1.000 ha, como la isla Campo el Rico. Existe además una densa red de cauces menores con albardones que delimitan lagunas someras y pantanos sub-circulares. Se destacan grandes lagunas que tienen escasa profundidad (2 a 3 metros en aguas medias) y gran elasticidad, características relevantes para la reproducción, cría y desarrollo de especies ícticas importantes para la actividad pesquera. Las más extensas tienen alrededor de 20.000 ha, como la laguna Coronda.
El río actúa como corredor biogeográfico y por esta razón conviven especies de regiones tropicales, subtropicales y templadas. Las comunidades vegetales y la fauna están adaptadas a la potente dinámica espacio-temporal impuesta por el régimen de pulsos, con fases de inundación y sequía.
El sistema cumple un rol importante como reservorio de biodiversidad brindando alimento, refugio y sitios de reproducción a numerosas especies de peces, algunas de ellas migratorias, de alto valor económico e interés para las pesquerías comerciales y deportivas, importantes como fuentes de proteínas para alimentación humana y con un rol relevante en el ecosistema. Sus desplazamientos son de carácter básicamente reproductivo, trófico y térmico, y van desde unos 400 km en promedio como las del sábalo, boga y armado común, hasta unos 1500, como las del dorado y el patí. Otras especies como los surubíes, el manguruyú el armado chancho, los mandubíes (Ageneiosus spp; Auchenipterus spp.), el bagre amarillo, el chafalote, y la saraca también son migratorias, pero sus desplazamientos son menos conocidos.
Asimismo, el Río Paraná también constituye un corredor migratorio para aves como los chorlos y playeros neárticos (13 especies de Charadriiformes) que utilizan sus humedales como áreas de alimentación, principalmente en aguas bajas, donde se observan por centenares. Migrantes patagónicos también usan sus humedales en invierno, como el macá grande (Podiceps major), el cisne de cuello negro, el sobrepuesto y la remolinera común.
En el Parque Nacional Predelta el conjunto de aves presenta variaciones estacionales notables. La oferta de alimento para las insectívoras disminuye en la época fría, muchas se retiran a invernar en sitios más cálidos del norte de Sudamérica y hemisferio norte: cuclillos (Coccyzus sp.), capuchinos, tiránidos (Tyrannus savana, Elaenia sp., Myiodinastes maculatus, Myiophobus fasciatus), y las golondrinas (Progne sp., Tachycineta leucorrhoa, Hirundo rustica). El Parque funciona como área de invernada para especies provenientes del sur del país.
Los humedales de la extensa planicie aluvial, modelados fundamentalmente por la dinámica fluvial, cumplen importantes funciones ecológicas y de regulación hidrológica y biogeoquímica. Por su estructura y dinámica actúan como “esponjas”, desacelerando el flujo del agua y regulando las inundaciones. Retienen, almacenan y reciclan nutrientes, transforman y degradan contaminantes, e inmovilizan y estabilizan sedimentos. Son fundamentales como fuente de provisión y almacenaje de agua, y cumplen un papel relevante en la recarga de acuíferos.
Vía: argentina.gob
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