Argentina aprueba de manera condicionada el 1er trigo transgénico del mundo tolerante a sequía
La condición es que el desarrollo de Bioceres logre el visto bueno de Brasil, el principal comprador del cereal argentino. Las críticas. BUENOS AIRES (NAP). El Gobierno argentino decidió aprobar, pero de manera condicionada...
La condición es que el desarrollo de Bioceres logre el visto bueno de Brasil, el principal comprador del cereal argentino. Las críticas.
BUENOS AIRES (NAP). El Gobierno argentino decidió aprobar, pero de manera condicionada a un permiso de Brasil, el primer trigo transgénico tolerante a sequía del mundo.
Se trata de un desarrollo, llamado HB4, de la firma Bioceres-Indear, que ya tiene también la soja tolerante a sequía. Este último producto fue aprobado en 2015 y espera el visto bueno para su comercialización por parte de China.
El trigo tolerante a sequía, según la empresa, brinda un aumento de productividad cercano al 20% en condiciones promedio de producción y del 40% o más ante situaciones como de sequías extremas.
Este desarrollo ya tenía los permisos del Senasa y de la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agrícola (Conabia), pero faltaba el permiso del área de Mercados del Ministerio de Agricultura de la Nación.
Este miércoles, en un zoom con Raquel Chan, investigadora que trabajó sobre el gen de resistencia a sequía a partir del girasol y con el CEO de Bioceres, Federico Trucco, entre otros ejecutivos de la firma, el ministro de Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza, anticipó la aprobación condicionada a Brasil del evento. La Argentina cubre en torno del 7 a 8% del mercado global y el vecino país es el mayor comprador del cereal argentino.
“Se aprueba según la negociación con Brasil”, dijo una fuente del Gobierno”. “Se aprueba condicionada”, agregó la fuente oficial.
Desde Bioceres remarcaron que la firma “no va a comercializar nada hasta que lo apruebe Brasil”. La firma de este campaña ya tiene unas 6000 hectáreas sembradas con esta tecnología.
Bioceres nació en 2001 con 23 productores y superó rápidamente los 300 socios. Entre otros, uno de sus principales accionistas minoritarios es el empresario Hugo Sigman, que tiene el proyecto para producir en el país con Mabxience el principio activo de la vacuna de Oxford-AstraZeneca contra el Covid-19. Sigman tiene en torno del 10% en Bioceres.
“Es algo que veníamos buscando desde hace bastante tiempo. Tuvimos que trabajar mucho con el Gobierno y actores de la cadena para llegar a una posición que nos permita avanzar. Siempre tomamos el caso de China (donde está pendiente una aprobación para la soja tolerante a sequía) para trabajar; ahora empieza una nueva etapa”, señaló a La Nación el ceo de Bioceres.
“Vamos a ser muy cuidadosos porque queremos que sea una buena noticia que permita más oportunidades”, agregó el ejecutivo. Según precisó se trabajará con Brasil y también otros países compradores de la región, Asia y el norte de África.
“Brasil es un requisito del regulador y los demás países la realidad del negocio”, subrayó Trucco.
Bioceres empezó a trabajar sobre el cereal transgénico en 2004 con la Universidad Nacional del Litoral y el Conicet. En 2009 tuvo sus primeros materiales y en 2012 empezó a trabajar en conjunto con la firma francesa Florimond Desprez. Con esta última firma lleva invertidos en este trigo unos US$20 millones.
Trucco destacó el “trabajo colaborativo” con el sector público, pero también con los socios franceses y la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid) y la Asociación Argentina de Semilleros (ASA), “que nos apoyaron desde el comienzo”.
El ejecutivo insistió que se comercializará una vez que lo apruebe Brasil. Remarcó, también, la importancia que en el país se avance en una nueva ley de semillas que reconozca la propiedad intelectual y permita capturar el valor de la tecnología.
“Una vez que sea comercializable, seguirá siendo importante tener una buena ley de semillas para tener un retorno y que el productor tenga un beneficio”, dijo.
Críticas
El gobierno anterior no había aprobado el trigo por miedo a una reacción adversa en mercados compradores, como Brasil.
Al respecto, al conocerse la aprobación el exsubsecretario de Mercados Agropecuarios, Jesús Silveyra, dijo: “Nuestro mercado no es únicamente Brasil. No hay segregación en los puertos y puede contaminar otros productos no transgénicos como la cebada y el sorgo. Es una decisión apresurada en la que los beneficios pueden ser menores que los perjuicios. Ningún país del mundo tiene aprobados trigos transgénicos. Es un error para el beneficio de pocos poniendo en riesgo el bien común, cuando es sabido que la industria molinera, los exportadores y la mayoría de los productores se vienen oponiendo hace años”.
Según pudo saber La Nación, este viernes integrantes de la cadena del trigo se reunirán para analizar la aprobación del Gobierno al cereal transgénico. (Noticias AgroPecuarias)
Por Fernando Bertello. Publicado en LaNación.com.ar