La decisión de China que podría cambiar el mercado mundial de la soja
¿Podría China comprar más soja de lo que ya importa? Es una de las preguntas que más se hacen los analistas de mercados, en una semana donde el poroto ya alcanzó una cotización de 385 u$s/tn.
La guerra comercial entre China y Estados Unidos que llegó a su punto álgido en 2018 generó grandes desequilibrios en los mercados pero sobre todo en los precios de los commodities agrícolas y, en especial, en el valor de la soja.
Durante 2018 y 2019, China redujo significativamente sus importaciones de oleaginosa proveniente del mercado estadounidense, provocando una rápida depresión de los precios internacionales de la soja. Pero esa foto vieja cambió a medida que la Fase 1 del acuerdo comercial entre los dos países se fue plasmando en los mercados, y hoy nos encontramos con un panorama completamente opuesto.
China aumentó exponencialmente sus compras de soja estadounidense durante estos últimos meses, provocando una rápida recuperación de los precios del commodity, y al cierre de hoy, los contratos de noviembre cerraron a 385 u$s/tn, marcando el valor más alto desde hace dos años (casualmente, los precios que tenía antes de la guerra comercial).
Pero la pregunta que se hacen todos los analistas de mercados es si la reacción de China tiene que ver con el cumplimiento de la Fase 1 del acuerdo comercial con Estados Unidos, o si las compras de soja están aumentando por otros factores.
Para responder a esto, Infocampo le consultó a Cristian Inderkumer, director de Investigación de la Asociación Civil para la Cooperación Argentino – China (ACCACh), quien despejó muchas X e Y.
“La discusión hoy en China es si debe impulsar la producción nacional de soja para depender menos de Estados Unidos o importar más soja, y dejar más espacio cultivable a cultivos estratégicos como el arroz, trigo y maíz en lo que respecta a la producción nacional”, detalla Inderkumer.
Y continúa: “En 2019 se inclinaron más por la primera opción (mediante un plan de revitalización para la producción de soja), pero en este 2020 la balanza está más inclinada en la segunda alternativa”.
La situación planteada como A o B cambiaría radicalmente el mercado de la soja y los negocios de la oleaginosa. Si China hoy en día ya es el principal comprador de soja del mundo sin una política abocada a la importación, imagínense lo que podría ser si se decide por esa opción.
“La constancia de grandes cantidades de importaciones de soja podría convertir a China en un formador de precios. China es el mayor importador de soja del mundo y los productos básicos comprados en el extranjero representan casi el 90% del consumo de soja”, amplía el especialista.
Para Inderkumer, la situación del mercado mundial de la soja y sobre todo, hasta cuándo seguirá China demandando esta cantidad se soja, “depende de la política nacional y los debates internos”. Pero mientras se define este aspecto, “se impone la segunda visión, con una gran cantidad de importaciones de soja que podría mantenerse en el tiempo”.
Precios de la carne
En el mercado de la carne argentina las importaciones de China han recuperado sus niveles de 2019, pero no los precios, que continúan siendo un problema para los exportadores locales, dado que son más bajos que los del año pasado.
Consultado sobre este tema, Inderkumer señala que “China ya está en una mayor normalidad respecto al mundo (en relación al coronavirus), y las calles y restaurantes están llenas de personas. Pero además hay que tener en cuenta que China se comprometió a aumentar sus compras de productos agrícolas de los Estados Unidos, incluida la carne vacuna, y en virtud del acuerdo comercial de primera fase con Estados Unidos, esto generó exceso de oferta en el mercado interno y los precios se debilitaron”.
Pero de todas formas aclara que “hay que tener en cuenta que China también ha suspendido importaciones de carne de diferentes proveedores. El comercio de algunos productos se vio afectado durante el 2020 por el deterioro de los vínculos y las cadenas de suministros, derivados de la pandemia. Mayores protocolos, etiquetas, certificados de salud, controles fitosanitarios, entre otros”.
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