Con una fuerte sequía de por medio, Brasil superaría este ciclo la producción de granos de 2022/21
Se esperan 262 millones de toneladas de granos. El cultivo más afectado por la seca fue el maíz, mientras que la soja alcanzaría un nuevo récord de producción.
Una de las zonas más productivas de Brasil, el sur del país, estuvo afectado por una fuerte sequía en los últimos meses. La misma seca que restringe fuertemente la recarga del Río Paraná “aguas abajo” en su Gran Cuenca.
De acuerdo a nuevos datos preliminares de la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), la cosecha de granos debe llegar a 262,13 millones de toneladas en el período 2020/2021, según la Novena Encuesta de Cultivos de Cereales, publicada recientemente.
A pesar de la caída de 9,57 millones de toneladas con respecto a la estimación del mes anterior, el volumen total a recolectar sigue siendo superior al de la temporada pasada, dice la Compañía.
Según los analistas brasileros, las condiciones climáticas adversas registradas durante el cultivo de la segunda cosecha afectaron las estimaciones de rendimiento de los cultivos.
En el caso del maíz debería presentar una reducción en la productividad impactada por la baja ocurrencia de lluvias entre los meses de abril y mayo.
Con esto, la estimación de producción total de este cereal llega a 96,4 millones de toneladas, con 24,7 millones de toneladas en la primera cosecha, 69,9 millones en la segunda y 1,7 millones en la tercera, una reducción del 6% sobre la producción 2019/20.
Al respecto, advierten que la caída esperada se debe principalmente al retraso en la cosecha de soja y, como resultado, a la siembra de gran parte del área de segunda cosecha de maíz fuera de la ventana indicada.
La producción de soja, por su parte, si tocará un nuevo récord, estimado en 135,86 millones de toneladas, un 8,8% superior a la producción de la cosecha 2019/20, lo que representa un aumento de 11 millones de toneladas.
Otro de las cereales con aumento de producción en Brasil es el arroz tiene una producción estimada de 11,6 millones de toneladas, un aumento del 4% con respecto al volumen producido en la cosecha anterior.
Pasando al plano de los cereales de invierno, la siembra se inició en abril y se intensificó en mayo. Las estimaciones preliminares para el trigo indican una superficie plantada de 2,5 millones de hectáreas y una producción de 6,94 millones de toneladas.