Las microemulsiones, un arma poderosa en el combate contra las malezas
Un estudio del Laboratorio para la Evaluación de Adyuvantes y Formulaciones (LEAF) de Rizobacter demostró que esta tecnología mejora la compatibilidad de herbicidas, y la estabilidad del caldo.
Un estudio realizado en el Laboratorio para la Evaluación de Adyuvantes y Formulaciones (LEAF) que inauguró recientemente Rizobacter, determinó que los adyuvantes que generan microemulsiones mejoran la compatibilidad de los herbicidas que se utilizan en forma conjunta para el control de amaranthus o yuyo colorado, el mayor problema de malezas que ha aparecido en los cultivos de verano en la Argentina.
“Desde el planteo biológico, la acción del fomesafen y el glifosato es la mejor solución para controlar esta maleza, pero desde la química son herbicidas incompatibles. En un trabajo que desarrollamos en el LEAF, pudimos observar que con Integrum, un adyuvante con un sistema de moléculas surfactantes combinadas con aceite vegetal modificado (MSO), que forma microemulsión, se logra aislar un herbicida de otro en el mismo caldo y se evita que reaccionen negativamente entre sí”, explicó Juan Pablo Timpone, responsable global de Adyuvantes para Rizobacter.
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El estudio, comandado por la licenciada Belén Aguer, principal responsable del LEAF, demostró que dentro de los pequeños glóbulos de aceite que forma la microemulsión, se retiene a uno de los productos y se deja fuera al otro, logrando una mezcla de alta estabilidad que eleva la performance de las tecnologías sobre los cultivos y brinda beneficios operativos para el productor.
“Un corte de este tipo de caldo genera una sustancia muy difícil de limpiar en el tanque y, además, puede provocar complicaciones en un momento muy estratégico de control, porque el amaranthus crece muy rápido y no da segundas oportunidades”, precisó el especialista de la compañía.
Estabilidad que dura meses
En el LEAF, se pudo observar también que los adyuvantes que generan microemulsiones, al ser formulados con aceites y emulsionantes de alta calidad, aportan además una mejora para fitosanitarios de tipo oleoso (los que el productor observa de color caramelo que cuando se mezclan en agua se forma como una leche).
El agregado de esta tecnología -con marca comercial Rizospray Integrum- asegura una notable estabilidad en el caldo, los pequeños glóbulos de aceite que se generan tienen la ventaja de no separar y no cortar la mezcla, que puede mantenerse estable durante meses.
“Cuando el productor agrega a la mezcla un aceite de menor calidad que el fitosanitario, vemos que el caldo dura estable, sin separarse en fases de aceite y agua y otras sustancias, como máximo unos 15 o 30 minutos, muchas veces menos de cinco minutos. Hoy, a partir de las microemulsiones, podemos prometerle al productor que va a tener un caldo estable por días. O incluso puede ser por semanas y hasta por meses”, aseguró Timpone.
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Este beneficio se vuelve estratégico para productores que suelen formular un caldo a la mañana temprano, trabajan durante todo el día, o aplican pequeñas dosis en distintos lotes separados por largas distancias. “Pueden estar tranquilos que va a poner el mismo caldo con todos sus componentes”, agregó.
El estudio desarrollado en el LEAF demostró cómo los beneficios que aportan las microemulsiones impactan en la performance de los graminicidas de la familia FOP (Haloxifop, Quizalofop) y DIM’S (Cletodim, Setoxidim), principios activos estratégicos se utilizan para combatir monocotiledóneas, o sea malezas de hoja angosta, que son muy difundidas en la siembra directa.
Sobre el orden de carga
Los beneficios que aportan las microemulsiones se pueden aprovechar al máximo si a la tecnología se la prioriza en el orden de carga. “Como Integrum tiene un antiespumante incorporado, puede ser agregado al principio. Esto ayuda a que generemos un caldo donde se esté aprovechando además los emulsionantes que tienen las otras fórmulas para mezclarse mejor”, explicó Timpone.
Por lo tanto, se puede estructurar la tecnología del caldo apelando a todas sus ventajas desde el principio, y que sea un facilitador que garantice que en ningún momento se corte, se segmente o se precipite la mezcla.
Para lograr los beneficios sobre la performance de los herbicidas estratégicos para el control de malezas, no es necesario modificar la dosis recomendada del adyuvante.
“A partir del estudio del LEAF, hoy entendemos que Integrum, además de mejorar el control de malezas por su efecto biológico, porque es penetrante, antievaporante y humectante, da mejoras extras a la calidad del caldo, con la misma dosis que conocíamos, por lo que no implica cambios en el costo y en el conocimiento que el productor tenía sobre el producto”, precisó Timpone.
Cabe recordar que el objetivo del Laboratorio para la Evaluación de Adyuvantes y Formulaciones (LEAF) es evaluar y medir el desempeño de las tecnologías que se utilizan para sostener la sanidad de los cultivos, y así establecer de manera objetiva y certera cuál es la técnica y la tecnología de aplicación fitosanitaria más eficiente para cada planteo, desde el punto de vista ambiental y productivo.