De un almacén en Laferrere a producir tomates y granos, y armar un feedlot: la historia de los Fera
Es la familia que creó la cadena de supermercados Maxiconsumo y propietaria de la reconocida marca de salsas Marolio. Además del comercio, apuestan fuerte por la producción primaria en Mendoza.
Una historia familiar, con muchos hechos por contar y de largo y ancho crecimiento productivo en la cadena de suministros. Los Fera empezaron con un almacén en la localidad de Laferrere, provincia de Buenos Aires. Crecieron lo suficiente, a inicios de los años 80, como para comprar una marca de productos de consumo. Luego, fueron por más: crearon un supermercado mayorista.
Esto resume la historia de dos marcas: Marolio y la cadena de supermercados, Maxiconsumo.
Los Fera siguieron encontrando oportunidades hacia atrás en la cadena, hasta que llegaron a la producción primaria. En Costa de Araujo (Lavalle, Mendoza), ahora, producen unas 1.500 hectáreas de tomate. Con la práctica de monocultura hortícola, se presentó la necesidad de rotación de cultivos y la opción fueron los verdeos y los cultivos de granos. Y estos, a su vez, trajeron a la hacienda y el engorde a corral en 2019.
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“Hoy tenemos un feedlot de 4.000 cabezas, además de criar Angus”, relata Víctor Fera. Las distancias a la finca y los tiempos del picado impulsó a esta firma a comprar su primera picadora de forrajes. La elegida fue la JAGUAR 940, de Claas, de la nueva serie 502, la cual fue equipada con cabezales: un DIRECT DISC 610 y un ORBIS 600.
La capacidad de trabajo y la versatilidad de la picadora Jaguar brinda a la empresa diferentes beneficios.
Para esta campaña, el campo tendrá 500 hectáreas de tomate y las 1.000 restantes divididas entre maíz, avena, cebada y alfalfa.
Con el cabezal ORBIS, la combinación de platos de alimentación pequeños y grandes permite un rango de uso variable en cultivos que ofrecen un rendimiento extremadamente elevado.
El trabajo de la máquina permitió que la empresa propusiera brindar servicios a campos vecinos de hasta 70 kilómetros a la redonda, que comenzaron a abastecer de alimento al feedlot de los Fera, con las partidas de maíz y otros cultivos usados en la rotación de sus fincas de tomate.
EL EQUIPO Y FAMILIA
Para salir a brindar servicios, la familia empresaria puso mucho énfasis en capacitar a su equipo de tractoristas, premiados en cinco ocasiones por su trabajo en las fincas.
“Creemos que es fundamental que nuestra gente se prepare, no solo para trabajar con nosotros, sino para poder ir siempre formados a buscar otras oportunidades”, agrega.
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Para Fera, el gran salto y el paso a la producción primaria se pudo dar gracias a que la suya es una empresa familiar, a la que comienza a sumar la cuarta generación.
En sus proyectos, además, planea llegar a las 6.000 cabezas en el feedlot el año próximo; llevar la dotación de la cabaña de 1.000 animales a 3.000 cabezas; la producción de pasto y tomate a 2.000 hectáreas en 2023.
“En el grupo Marolio, Molto y Maxiconsumo somos 3.500 personas trabajando. Todos somos importantes, desde el que hace un pozo con una pala hasta el que repone las góndolas”, reconoce el productor y agroindustrial.