El concepto de Salieri remonta a al músico Antonio Salieri, quien hasta ahora encarna la envidia artística, debido a ese era el sentimiento que despertaba en él el formidable Wolfgang Amadeus Mozart. Algo parecido deben estar pensando las cerealeras que intervienen en el mercado argentino de su competidora Viterra, que es el nombre que tomó

El concepto de Salieri remonta a al músico Antonio Salieri, quien hasta ahora encarna la envidia artística, debido a ese era el sentimiento que despertaba en él el formidable Wolfgang Amadeus Mozart.

Algo parecido deben estar pensando las cerealeras que intervienen en el mercado argentino de su competidora Viterra, que es el nombre que tomó la división agrícola de Glencore. Esta era una empresa marginal y de segundo rango en el país, y seguramente envidiaba la infraestructura que tenía la nacional Vicentin. Por eso cuando ésta cayó en desgracia a fines de 2019, luego de llegar a dominar casi 9% de los negocios de exportación, decidió ocupar su lugar. Y vaya si lo está logrando.

Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), basado en los datos oficiales de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) presentados por las grandes exportadoras en 2023 (es decir, sus compromisos de embarque para ese ciclo), Viterra volvió a ocupar un amplio liderazgo en los negocios de exportación de granos y subproductos desde la Argentina.

“Viterra lideró el ranking de agroexportadores por segundo año consecutivo en 2023, secundada por Cargill y ADM Agro”, dice el análisis, que analiza las exportaciones por empresa en un año donde las DJVE solo sumaron 63,6 millones de toneladas, un 22% menos con respecto a los 82 millones de toneladas anotadas en 2022. La explicación obviamente hay que buscarla en la sequía y la disponibilidad de granos para la exportación.

Como sea, entre los Salieri de Vicentín -que ingresó en concurso de acreedores a principios de 2020, luego de detentar el 9% de las exportaciones de un año antes- Viterra saca amplia ventaja, a pesar de que no fue su mejor año. Exportó por 11,34 millones de toneladas, muy lejos de las 8,14 millones de toneladas de Cargill (que usualmente lideraba este ránking) y de las 6,44 millones de ADM Agro. Otra curiosidad es el fuerte retroceso de la china Cofco, que solo exportó 5,85 millones de toneladas, mientras que solo cinco años atrás había llegado a más de 18 millones.

Viterra, que en los últimos tiempos fue absorbiendo la mayor parte de los negocios que antes cubría Vicentín, ya sea por trabajar a fasón en alguna de sus plantas, ya sea por hacerse cargo de toda la gestión en la planta de Renova (que antes era compartida), vuelve a ser clara líder en el ránking. “Su participación en el comercio exterior del agro argentino aumentó de 15% a 18%. Como referencia, en 2019 Viterra–Oleaginosa Moreno representaba apenas el 7% de las operaciones totales”. Esto es, hasta la caída libre de Vicentín.

Hay otros datos interesantes en el informe de la BCR desglosando estadísticamente las presentaciones de DJVE de las compañías. Por caso, que “en 2023 los complejos con mayor tonelaje registrado fueron, en primer lugar, el complejo maíz con 31,0 millones de toneladas, seguido por el complejo soja con 22,3 millones y, en tercer lugar, el complejo cebada con 4,3 millones (y superando al trigo)”.

Para completar, el complejo girasol registró 2,9 millones de toneladas embarcadas y el complejo triguero 1,3 millones.

Viterra encabezó el ránking en tres de los seis productos más exportados: soja, trigo y girasol. Pero en el caso del maíz, el podio lo ocupó la estadounidense ADM, que no tiene plantas de procesamiento en el país.

Por eso el ranking de exportadores de maíz está encabezado por ADM Agro (6,12 Mt), seguido por Cargill (5,13 Mt) y en tercer lugar Cofco (3,52 Mt).

Si se aplicaran las matemáticas, la fusión entre Bunge y Viterra acapararía más del 20% de las agroexportaciones argentinas

Como sea, no es un buen año para hacer comparaciones históricas. La propia Bolsa marcó que “el 2023 cerró como el segundo año con menos ventas al exterior del agro en 10 años”.

“La sequía que atravesó el año 2023 se vio reflejada en los guarismos de producción y también en las ventas, posicionando a dicho año como el segundo más bajo de los últimos 10 años, sólo por detrás del 2020 cuando la pandemia de coronavirus interrumpió las cadenas de suministros globales”, rememoró la entidad.

Ya para ese momento, con la crisis del coronavirus, Vicentín había dejado un pasivo de 1.300 millones de dólares, que hoy todavía se discute en los tribunales comerciales de Reconquista. Sus Salieris comenzaban a frotarse las manos.

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