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Alertan por un alto déficit de micronutrientes en niños: otro motivo para aumentar la fertilización

Fuente: Infocampo 23/10/2024 10:31:27 hs

En el 30° aniversario de la Asociación Civil Fertilizar, un panel de especialistas analizó como impactan en los alimentos las decisiones de fertilización: “Si mejoramos la calidad del suelo, también la de los alimentos y por ende la salud de la población”. 

La Asociación Civil Fertilizar celebró su 30° aniversario con un evento en donde analizar la fertilidad del suelo, los nutrientes y la calidad de los alimentos que cada día llegan a la mesa de millones de argentinos. 

Este tema se abordó en el panel “El suelo, los nutrientes y los alimentos: De punta a punta”, que moderado por Margarita González, directora regional de Yara Región Sur. 

El eje conductor de este espacio fue el concepto “One Healt” (Una Salud) de la FAO, que promueve transformar el sistema agroalimentario integrando la salud de las personas, animales, plantas y ambiente. 

Fertilizar celebró sus 30 años y alentó a seguir aumentando la reposición de nutrientes

En el panel participaron el consultor y especialista en nutrición de cultivos, Fernando García; el médico Claudio Zin, ex ministro de Salud bonaerense y el productor agropecuario Juan Martín Apollonio. 

El objetivo fue analizar cómo las decisiones que se toman al momento de la siembra impactan en la calidad de los alimentos, a partir de tres variables: producción a campo, nutrición de cultivos y nutrición humana.

EL ROL DE LOS FERTILIZANTES

En este marco, García destacó la importancia de la provisión de nutrientes a los cultivos, el balance para el suelo y su impacto sobre la cantidad del alimento producido y el cuidado del recurso natural.

“La aplicación de nutrientes representa casi el 50% de los alimentos producidos a nivel mundial. Sin ellos, tendríamos un 50% menos de producción”, estimó.

El profesional remarcó que el uso de fertilizantes a partir de los años 60´ permitió ”salvar ecosistemas frágiles al incrementar la producción agrícola por unidad de área sembrada”.

El consultor alertó sobre la crítica situación de los suelos en Argentina, por problemas de erosión, salinización, compactación, pérdida de biodiversidad y desbalances en la nutrición. Como ejemplo, explicó que Argentina es el país productor de cereales y de oleaginosas con el balance más negativo de fósforo.

“Debemos seis kilos de fósforo por hectárea cada año”, graficó.

García: ”Debemos seis kilos de fósforo por hectárea cada año”

En este punto, afirmó que es necesario un enfoque integral y consciente en el uso de los recursos. Como punto de partida, aconsejó que se debe “generar un diagnóstico lote por lote es fundamental para tomar decisiones correctas en el uso de nutrientes”.

“Los suelos sanos proveen a cultivos sanos, que producen alimentos sanos para animales sanos y humanidad sana, generando un ambiente y planeta sano”, afirmó. A su vez, aseguró que el diagnóstico es clave y solo a nivel país se analiza un 30% de los lotes en producción.

MEJOR CALIDAD DE SUELO, MEJORES ALIMENTOS

Zin enfocó su disertación en la relación entre la calidad de los alimentos y la nutrición de los cultivos. Como ejemplo, citó la falta de zinc en la dieta humana y apuntó que su aplicación en suelos donde es deficitario mejora la calidad del cultivo y del futuro alimento.

El especialista citó una encuesta con datos alarmantes sobre la malnutrición infantil en Argentina: indicando que tres de cada cuatro niños de 4 a 12 años presentan deficiencias en micronutrientes, lo que representa una forma de desnutrición oculta.

“El 90 % de estos chicos encuestados no come fibras, porque hay un problema de acceso al alimento adecuado y también monotonía en la dieta. Esto hace que se enfermen crónicamente y genera un alto riesgo de vulnerabilidad, y los convierte en adultos que no tienen chances de competir”, advirtió.

Zin: “Hay un problema de acceso al alimento adecuado y también monotonía en la dieta

Y remarcó que “si mejoramos la calidad del suelo, también mejoramos la calidad de los alimentos que producimos y por ende la salud de la población”. 

Juan Martín Apollonio -productor agrícola y asesor privado- destacó la importancia de replantear la forma en que se asesora a los productores sobre el estado de los suelos.

“Es fundamental que los técnicos dejen de actuar solo como administradores que buscan maximizar la producción con el mínimo insumo. Lo que hay que hacer es fomentar una mayor comprensión sobre el impacto de las prácticas agrícolas”, dijo.

En este punto, remarcó que “la pregunta fundamental que deben hacerse es cuánto se puede aplicar sin afectar la salud del suelo”. insistió.

También puso sobre la mesa  la necesidad de “romper con la resistencia al cambio” y que los productores a experimentar con prácticas como la rotación de cultivos y los cultivos de cobertura.

“Con perseverancia, y junto con los productores, corroboramos que hace falta un plazo de tiempo para ver los beneficios de una nutrición balanceada y más cerca de los óptimos agronómicos. El primer año cuesta identificarlo, pero al cuarto año los resultados son indiscutidos”, concluyó.

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