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La Mirada de Ignacio Iriarte sobre la Ganadería: Sobrecarga de Feedlots y Débil Consumo Interno

Fuente: De Frente al Campo 04/11/2024 10:13:09 hs

El consultor destacó que por el retraso en los precios y la suba de costos hay pérdidas en la cría, el Feedlot y la industria frigorífica. Sobreoferta de ganado liviano proveniente de los feedlots, que están en el pico anual de salidas y que le cuesta mucho absorber a un consumo muy deteriorado, con retrocesos

El consultor destacó que por el retraso en los precios y la suba de costos hay pérdidas en la cría, el Feedlot y la industria frigorífica.

Sobreoferta de ganado liviano proveniente de los feedlots, que están en el pico anual de salidas y que le cuesta mucho absorber a un consumo muy deteriorado, con retrocesos de precios incluso en términos nominales.

Insuficiente oferta de novillos y vacas para una exportación que, pese a operar en rojo, faena y embarca volúmenes crecientes, con perspectivas de que este año se alcance el nivel más alto de exportación en un siglo.

Cae la rentabilidad de la cría, del Feedlot y de la industria frigorífica, con una oferta ganadera que en los últimos tres meses ya no muestra las caídas interanuales del primer semestre.

Precios reales para el gordo y la invernada que, después de unos nueve meses de caída, ya se ubican por debajo de los promedios históricos. Mientras se mantenga esta política cambiaria, que neutraliza el extraordinario momento de la demanda internacional, es difícil que se registren subas importantes del precio real del ganado. Ni el consumo ni la exportación están en condiciones de enfrentar aumentos importantes.

Un consumo muy débil, una exportación limitada por el atraso cambiario, una oferta que no se reduce lo suficiente como para gatillar una suba de precios.

Faena

La producción de carne vacuna de Argentina para el año 2024 se estima en unas 3,15 millones de toneladas, unas 150 mil toneladas más que lo calculado hasta hace tres meses. En julio-septiembre y lo que va de octubre la faena de bovinos ha recortado drásticamente la diferencia negativa que presentaba con respecto al año pasado, que en algún momento llegó a superar el 20% de caída interanual.

De acuerdo a la clasificación de la faena (DTE, SENASA) y a los pesos medios por carcasa estimados para cada categoría (IPCVA) puede calcularse que de una producción de carne vacuna de 3,15 millones de toneladas previstas para el 2024, unas 950 mil toneladas corresponden a carne de la categoría “novillo”, y unas 620 mil toneladas a carne de “vaca”. La exportación estaría procesando el 80% de la oferta de carne de vaca, y un 50-60% de la de novillo, categoría donde quedaría todavía un potencial para destinar a la exportación. Hay que tener en cuenta que en el norte de nuestro país todavía se consume mucha vaca gorda y que todavía hay muchos novillos -entre ellos los llamados novillos “sin papeles”- que se destinan al mercado interno: ciclos 2, troceos, parrillas, hoteles, supermercados “novillleros”, matambreros, catering, chacinadores, cárceles, fuerzas armadas, fábricas, etc.

Debe recordarse además que de cada novillo que se faena para exportación -incluido Hilton o Israel- el parrillero y otros cortes de la res son destinados al consumo local (cajas) y no se exportan. Hay además todavía muchas carnicerías en el AMBA, Cuyo y el Norte argentino que trabajan carne de novillo.

Sumando las categorías “novillo” y “vaca” se llega al 50% del volumen de carne vacuna faenada anualmente. En un reciente seminario un industrial exportador afirmó: “Hoy los exportadores faenamos en unas 35 plantas el 40%-45% de la carne que se produce en la Argentina; como promedio de todas las plantas, un 75% de lo faenado lo enviamos al exterior y el 25% restante lo colocamos en el mercado local”. (N. de la R: en septiembre último se habría exportado el 33% de la carne producida en el país).

De acuerdo a nuestros cálculos se producen también 740 mil toneladas de novillito, 684 mil toneladas de carne de vaquillona, unas 70 mil toneladas de carne de ternero/a y unas 60 mil toneladas de carne de toro.

La exportación, que no encuentra suficientes novillos y vacas para cubrir su capacidad instalada y sus planes de faena, recurre a la compra de algunas categorías típicas de consumo, como el novillo o novillito entrepesado, o a las vaquillonas pesadas. Últimamente se observa también que algunos frigoríficos exportadores compran animales, faltos de peso o terminación (350-400 kg), cuyo destino original hubiera sido la faena, y los envían a feedlots para que engorden 80-100 kgs adicionales. Todo esto se agrega al enorme volumen de novillitos de invernada recriados que la exportación adquiere, con 260-300 kg, y que se engordan en feedlots propios o de hotelería. La demanda externa está muy firme, la capacidad instalada -después de las inversiones del último lustro- es elevada y la oferta de hacienda luce insuficiente.

Fuente: fifra.org.ar

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