Una inversión necesaria: ¿cuánto costaría “iluminar” con wifi toda el área agrícola argentina?

El productor y expresidente de Aapresid y Maizar, Pedro Vigneau, aseguró que es un monto ínfimo en función de lo que puede devolverles a los productores en términos de rendimientos.
Durante la reciente Cumbre Internacional de Maquinaria Agrícola Agrievolution Summit 2025, realizada en Argentina, el productor y referente del agro Pedro Vigneau -fue presidente de Aapresid y de Maizar- repasó un cálculo que muestra a las claras la importancia de la innovación tecnológica para mejorar la producción agrícola.
Puntualmente, dijo que mientras en 1940 se necesitaban 1.400 metros cuadrados para producir 250 kilos de maíz, en la actualidad esa cifra se redujo a 140 m2. Es decir, 10 veces menos.
“Esto fue gracias al conocimiento en mecanización, genética, insumos, tecnología, que se incorporaron a la producción”, repasó Vigneau.
En este marco, consideró que esta productividad puede aún seguir incrementándose, si se aprovecha la oportunidad que representan las nuevas tecnologías digitales -apoyadas fundamentalmente en big data e inteligencia artificial– para contar con datos ya no lote a lote, sino para cada metro cuadrado que se cultiva en el campo.
WIFI PARA TODOS LOS PRODUCTORES, UN SUEÑO POSIBLE
Más allá de la genética en semillas y los insumos, como fitosanitarios, fertilizantes y productos biológicos, que van desarrollándose año a año y logran elevar los rindes con mayor eficiencia y sustentabilidad, estos objetivos también pueden lograrse desde la “nube”.
Pero para eso, existe una traba bastante importante que afecta a todo el arco agroindustrial argentino enclavado en el “interior del interior”: la falta de conectividad.
La maquinaria agrícola actual, por ejemplo, cuenta con sistemas capaces de tomar y analizar millones de datos para tomar decisiones en tiempo real que permiten eficientizar costos, pero no tienen la posibilidad de “conectarse” a Internet para poder hacerlo.
En ese marco, Vigneau presentó otro cálculo que habla a las claras que es un horizonte posible: “¿Cuánto costaría ‘iluminar’ con 4G toda el área agrícola argentina? Son 400 millones de dólares. Una inversión ínfima en función de lo que puede devolver en términos productivos”, enfatizó.
En diálogo con Infocampo, amplió algunos de estos conceptos.
-¿Cómo es ese cálculo de eso de iluminar el área agrícola con wifi?
-¿Qué significa iluminar el área agrícola? Tener señal de 4G en cualquier rincón del campo, no en el casco de la estancia porque tenés Starlink u otro proveedor. En todo el campo. Y eso es muy necesario para la agricultura que se viene, donde las máquinas traen cada vez más sensores que nos podrían cargar la información en tiempo real y eso es una ventaja inmensa.
-¿Cómo llegaste a esa estimación?
-Cuando uno empieza a averiguar, hubo una prueba que se hizo en la zona de Pergamino y en Rojas, donde los dos partidos quedaron “iluminados”, de la mano de una iniciativa de índole privado asociativo liderada por Telecom. En ese entonces me contacté con quien estaba al frente del proyecto y le consulté: “¿Cuánto saldría iluminar toda la provincia de Buenos Aires para tener señal de celular en todos los metros cuadrados?” Y su respuesta fue que no es tanto el costo, sino el mantenimiento, cómo lograr que los privados compren servicios para que esa inversión sea redituable. Porque la inversión es poca, son 40 millones de dólares, y cuando uno mira lo que es la potencia productiva de Buenos Aires, 40 millones de dólares no existe, es nada. Entonces, el desafío está entre lo público y lo privado: cómo hacemos para iluminar y tener no solo los sensores de las máquinas conectados, sino todas las escuelas rurales, todos los puestos, toda la gente que vive en el campo, que cualquier emergencia tengas señal y sería todo mucho más sencillo.
-Y a partir de la cifra de Buenos Aires, proyectaste cuánto sería en todo el país…
-Claro. Da alrededor de 400 millones de dólares. Pero lo que es inmedible es lo que te puede devolver eso en productividad. Es una inversión mínima a la par de la que realiza el campo en general en otras cuestiones, como las labores de siembra, cosecha y fertilización. Lo que sucede es que son a veces números que uno no los tiene en la cabeza, menos que menos el beneficio que se puede llegar a tener con una cosa así. Además de la maquinaria agrícola, si uno tuviese señal en todos lados puede mandar un dron a volar a donde desee.
-En otros países del mundo, como Estados Unidos por mencionar de los más avanzados, ¿tienen el mismo problema?
-Sí, también en Europa, hay zonas sin conectividad, pero porque allí tampoco se ha planteado como una inversión productiva. Hoy la agricultura es bien de precisión, de sitio específico, se necesita tener la información online, en el segundo que sucede. Estamos empezando a descubrir cómo funciona el suelo, estamos en el “Big Bang” del conocimiento, que nos trae herramientas disruptivas a cada minuto, que son saltos de competitividad. Y eso es fascinante. Como vimos no es una inversión muy grande, y creo que en algún momento la vamos a ver.