La invasión de Rusia a Ucrania puso al mundo patas para arriba y está generando impactos de todo tipo a nivel económico. Uno de los sectores afectados es la producción de insumos agrícolas que son clave para garantizar la provisión de granos, algunos para consumo humano casi directo como es el caso del trigo. El peso de

La invasión de Rusia a Ucrania puso al mundo patas para arriba y está generando impactos de todo tipo a nivel económico. Uno de los sectores afectados es la producción de insumos agrícolas que son clave para garantizar la provisión de granos, algunos para consumo humano casi directo como es el caso del trigo. El peso de Rusia y Ucrania en el mercado de los fertilizantes es muy importante y se teme por el abastecimiento al tiempo que los precios se están disparando.

Rusia es el primer exportador global de urea con un aporte de 7 millones de toneladas: “No hay reemplazo para ese oferente y no es el cuarto exportador de fosforados” dijo Jeremías Battistoni de la consultora AZ Group a Bichos de Campo. 

El analista explicó que luego de las subas que tuvo el año pasado la urea que llegó a costar 1.000 dólares la tonelada comenzó una tendencia descendente hasta los 800 dólares, pero en las últimas dos semanas el precio se disparó: “estamos hablando de una urea de 1350 dólares por toneladas y pone en duda cual va a ser el nivel tecnológico y superficie de trigo a sembrar de la no de las restricciones a la comercialización del cereal en el mercado local”.

Respecto de la tendencia del precio de urea y fosforados, Battistoni indicó que “son conflicto dependientes, si desaparece deberíamos al menos un amesetamiento y luego una baja, si se mantiene la restricción de oferta al menos se van a sostener con el riesgo de que haya abastecimiento global, es un gran signo de pregunta. “

En cuanto al abastecimiento local para la fina, el especialista explicó que “debería estar asegurada la provisión entre la producción local, lo comprado y lo que está en camino pero logística estará complicad porque los flujos comerciales se trastocaron”. Para Battistoni esto pone en dudas la superficie que se destinará a la siembra de trigo y el uso de tecnología lo que claramente condicionará el resultado de la campaña.

En cuanto a los fosfatados sostuvo que el conflicto disparó más los precios que ya venían con tendencia alcista. “el mono-amónico está en 1300 dólares sin haber hecho la baja que tuvo en el verano la urea”.

“Respecto de los valores que había a igual fecha del año pasado, en marzo del 2021 la urea estaba en 530 dólares y el trigo valía 220 la tonelada, la relación estaba castigada respecto del promedio de los 5 años previos, la diferencia era 20% inferior, pero este año a pesar de la suba del grano la relación insumos producto es 90% peor que en el promedio de los últimos años”, agregó Battistoni.

El analista aseguró que todo esto no hace más que sumar incertidumbre a la precampaña ya afectada por las fuertes intervenciones del gobierno en el mercado que entre derechos de exportación, desdoblamiento cambiario y fideicosmisos produce fuertes descuentos en los precios de loa agricultores.

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