Lo comunicó oficialmente el Instituto Nacional de Vitivinicultura. Se trata de Tamberías, Hilario y Sorocayense, en el valle sanjuanino de Calingasta.

“Terruños con cualidades distintivas, aptos para la producción de vinos de calidad”, aseguran las resoluciones 35/2023, 36/2023 y 37/2023 con fecha del pasado 6 de febrero. De ese modo, el instituto rector en el vino confirmó el reconocimiento de tres nuevas indicaciones geográficas.

Se trata de las áreas de Tamberías, Hilario y Sorocayense, en el Valle de Calingasta, en San Juan.

De este modo, estas nuevas “IG” fueron aprobadas por los antecedentes presentados en el expediente y los estudios realizados por los sectores competentes del Instituto de Vitivinicultura.

Se trata de una operación contemplada en la Ley 25.163, que al igual que lo que se dispone para las Indicaciones de Procedencia (IP) o la Denominación de Origen Controlada (DOC, tienen que pasar sí o sí por la aprobación de las autoridades del Instituto.

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¿La diferencia entre una IG y una DOC? Que en el primero de los casos no existe obligatoriedad para que exista una normativa de elaboración del vino. El foco está puesto principalmente en el lugar y sus cualidades geográficas.