Charly, el agrónomo que dibujó a Messi en el maíz y demostró el potencial de la agricultura digital
Carlos Faricelli se hizo famoso durante el desarrollo del Mundial 2022, cuando motivó a productores a "sembrar" la cara de Messi en los campos, utilizando dosis variables de semillas y fertilizantes. Es el nuevo protagonista de Tierra de Historias.
Fue durante el desarrollo de la Copa Mundial de Fútbol 2022, que finalmente acabaría con el astro argentino cumpliendo su sueño y el de todos los argentinos: ser campeones mundiales.
En el transcurso de la contienda deportiva desarrollada en Qatar, un ingeniero agrónomo del sur cordobés se hizo famoso por una idea realmente innovadora: gracias al potencial de las agtech y la agricultura de precisión, “dibujó” a Lionel Messi en campos de maíz.
Su iniciativa fue seguida por muchos otros productores, y transformaron esta movida en una noticia de alcance mundial.
No solo desde un dron: el Messi “dibujado” en los campos ya se ve desde el espacio
¿Pero quién es el primero que tuvo esta idea disruptiva que sirvió para demostrar el potencial tecnológico que tiene el campo argentino?
Se trata de Carlos “Charly” Faricelli, un agrónomo que proviene de una familia dedicada al agro nacido en Río Cuarto y que trabaja en una empresa agropecuaria, en marketing; por ello, está permanentemente buscando nuevas herramientas para comunicar las bondades del mundo rural.
Para conocer más sobre su trayectoria, presente, sueños y futuro, es el elegido como nuevo protagonista de la serie de podcasts Tierra de Historias, una producción integral de Profertil, conducida por Juan Ignacio Martínez Dodda, de la que se presenta un extracto a continuación y que se puede escuchar completa en el canal específico de Spotify o al finalizar la nota.
-Hace poco más de un año fuiste noticia por esa suerte de “tatuaje” que imprimiste y ayudaste a otros productores a imprimir en sus campos, con la cara de Messi, con siembra y fertilización variable. ¿Cómo surgió y cuándo esta idea?
-A mí me encanta dibujar, estoy todo el día haciéndolo, a veces hasta en reuniones que alguien puede pensar que no presto atención, pero sí. Es una pasión que tengo dentro, y la vivo expresando. Estábamos a dos semanas del Mundial, yo en el área de marketing, y se me ocurrió hacer un posteo que estábamos ‘manija’ (sic). Entonces me puse a dibujar el rostro de Messi, con el mouse. Así nació la prescripción de siembra, la dibujé a mano alzada, generé el archivo y la llamé a mi mujer Guillermina. Me dijo: “Está muy bueno, y me imagino que lo vas a sembrar, ¿no?”. Ahí es donde se despertó toda esta idea de hacerlo e invitar a otra gente a sembrarlo. Entre el dibujo y la agricultura digital y de precisión, que tiene mapas, ahí encuentro mi pasión para generar una discusión positiva.
-¿Y cómo es en la práctica? ¿Solo poner más semillas en algunos lugares y menos en otros? ¿O también más o menos fertilización?
-En la parte agronómica fue básicamente variar la densidad de siembra. Yo lo describo como algo similar a la vieja impresora de tinta, en que la sembradora es la impresora y la tinta son las semillas. Pero no basta con eso: después hay que esperar que crezca la planta: donde hay más semillas, hay más maíz, entonces se ve menos el suelo y el verde será más intenso. Ahí es lo que corresponde a la semilla. Pero después en la nutrición, hubo varios productores que hicieron un refuerzo de la “tinta” con el cultivo ya un poquito más grande: utilizaron la misma prescripción y pusieron, por ejemplo, más urea dentro de la cara y menos urea fuera de la cara. Hoy la tecnología permite ajustar la fertilización hasta planta por planta.
-¿Esto se podría hacer con otros cultivos? ¿Por ejemplo soja o girasol?
-La mayoría de los productores lo hicieron con maíz y uno lo hizo con soja, que en todos lados yo decía que si le salía había que darle el Botín de Oro. Hubo un momento en que logró que la cara se notara, por la densidad de semillas, pero después el hábito de crecimiento de la soja hizo que se diluya la imagen. Lo importante es que la gente comience a desafiarse, a ser creativa, y esto lo que afirma además es que el cultivo hace lo que el agrónomo le pide.
-Como periodista, me interesa mucho el vínculo entre campo y ciudad. Esta idea, en el marco del Mundial, hizo que salieras por televisión y radio, por todos lados. ¿Crees que se pudo transmitir lo que puede generarse con tecnología en el campo argentino?
-Creo que hubo factores que potenciaron todo. Lo primero es que se trata de Messi, que lo que toca lo convierte en oro. Más allá de que se ganara o no la copa, es lo que logró que se hizo doble o triplemente viral. Además, si bien me hicieron más notas de medios no agro que de agro, la mayoría me las hacían sin hablar tanto de agricultura, pero sí preguntando desde el asombro por el nivel de manejo de esos lotes que hicieron el tributo. Y hace poco me puse a contabilizar diferentes medios que publicaron la noticia, como El Chiringuito, la UEFA Champions League o el diario Olé, y me daba que según los seguidores que tienen, 250 millones de personas vieron un lote de maíz sembrado en Córdoba, por productores argentinos. Entonces la verdad que ahí dije: “Wow, todo lo que hicimos por el agro sin hablar del agro, porque simplemente es el rostro de Messi, pero expresado en un maíz”. Creo que hicimos un gran puente: sin hablar, rompimos un montón de barreras, funcionó eso de que una imagen vale más que mil palabras.
-¿Crees que esto puede transformarse en una tendencia o algo porque sirva para transmitir mensajes en el campo, que se vean desde el aire, o una forma distinta de comunicar?
-Ojalá que levante la vara de cómo comunicar, o si tenemos necesidad de llegar a otro público o tal vez transmitir otras cuestiones, sentarnos a pensar cómo podemos hacerlo. Entonces, creo que esto es un antes y un después, primero en relación a las barreras que podemos romper en el agro; y segundo, en la posibilidad de tomarnos un minuto para ser creativos.
-Hablando ya de la tecnología en el campo de manera más general, ¿qué te entusiasma de las innovaciones agtech y cómo ves a los agricultores argentinos incorporándolas?
-Yo veo mucha ganancia de tiempo, se solucionan muchas cuestiones de planificación. Y si vas a lo económico, si vamos a un campo y hablamos burdamente por ejemplo de lomas y bajos, con siembra y fertilización variable vas a estar invirtiendo menos en semillas o fertilizantes en una zona del campo, pero más en otra donde te lo va a repagar con creces.
El “desafío digital de la cara de Messi” que alentó la discusión sitio-específica
-Volviendo más atrás en el tiempo, ¿estudiar agronomía siempre fue tu plan principal o hubo otro?
-Soy agrónomo, pero creo que fue por descarte. A mi siempre me gustó más estar en la ciudad que en el campo. Antes en Río Cuarto, ahora en Córdoba. Creo que agronomía era mi Plan Z. Yo escucho bastante tus entrevistas y la verdad que cuando preguntas por un hobby, diría que agrónomo, porque realmente lo disfruto, aprendí a encontrarle la vuelta. Antes cuando era chico me daba tos ir al campo y ahora voy y no me quiero volver. Pero por ejemplo mi hermana estudiaba publicidad en la Universidad de Palermo, la iba a visitar, y yo quería estudiar algo de eso, veía las computadoras con maquetas, diseños, y a mi me encanta dibujar. Pero me terminé decidiendo por agronomía sin mucha expectativa personal, pero tampoco sin renegar. Le fui encontrando la vuelta y fue más que todo a través de la agricultura de precisión, que fue sobre lo que hice mi tesis, y hoy ya le agregaron más palabras: digital, por ambientes, etc.
-¿Cómo se despertó este alto interés por la agricultura de precisión o digital?
-Siempre estuve en ventas, pero por ejemplo usaba software para hacerles mapas a los productores. Por supuesto que solo el 1% me escuchaba, pero trataba de derramar y de paso canalizaba mi interacción comercial, utilizando esas herramientas que sonaban medio raras para esa época. Así me fui haciendo experto, me ascendieron en el trabajo por un método disruptivo, una plataforma digital que traje, pero incluso antes, ya en 2010 o 2011, ya había comenzado a darme cuenta de todo lo que se venía con la Internet 2.0. Entonces me independicé de los softwares y traté de buscar un punto de contacto digital para después básicamente venderles a mis clientes.
-¿Dónde te imaginas en 15 o 20 años?
-La verdad que me imagino involucrado con el agro, pero no directamente con los cultivos. Yo con toda la movida de lo de Messi, es un poco también lo que quise hacer siempre de desafiar los límites del agro, utilizando tal vez cosas más de la ciudad. Y así cruzar una frontera hacia otro público. Puede ser generar contenido. Lo que sí me veo en el agro y, por supuesto, como mi padre tiene campo, seguir la producción familiar.